La capital gallega se ha vestido de fiesta para celebrar la Navidad y despedir el año. El espíritu navideño se respira en el ambiente y parte de esa magia está en los paseos que compartimos con nuestra familia y amigos para disfrutar de la ciudad iluminada. Y de esos paseos en buena compañía, muchos recuerdos. Algunos se quedarán en nuestra memoria y otros los recordaremos a través de las fotos.

Los más presumidos posarán y se harán selfies en cada esquina: con la amiga de la infancia, con el primo que vive en el extranjero, con el sobrino recién nacido… Los turistas también se rinden ante el postureo, pues quieren llevarse un buen recuerdo porque la ciudad es, si cabe, aun más encantadora que el resto del año.

¿Cuáles son los mejores spots para disparar la cámara? ¡Toma nota para tu próximo paseo!

Dentro del marco de la Plaza de Galicia

Una novedad de este año es la representación de un marco de fotografías, rodeado de luces, que se ha colocado en la Plaza de Galicia. Con algún árbol iluminado incluido, es el sitio perfecto para sacarnos una foto con nuestra familia, amigos… ¡Incluso con nuestra mascota!

Plaza de Galicia, en Santiago.

Caminando por el Paseo de los Leones de la Alameda

Sin duda uno de los mejores ubicaciones para admirar, en cualquier época del año, cómo se alza la Catedral sobre la ciudad. Estas Navidades en ese fotogénico punto, se ha colocado una estructura de luces led con el nombre de la ciudad.

Mirador en la Alameda de Santiago, con la Catedral de Fondo.

Un plano contrapicado en la Plaza de Platerías

Esta plaza tiene una de las mejores vistas de la ciudad, pues ante ella se encuentra, imponente e iluminada, la Torre Berenguela de la Catedral. Por si no fuera suficiente razón para acercarse a comprobar su esplendor, un manto de luces doradas se extiende bajo la Torre y sobre la famosa Fuente de los Caballos.

Plaza de Platerías, en Santiago.

Posando con osos polares en el interior del Hostal de los Reyes Católicos

¿Quién ha dicho que en Santiago no podemos encontrar osos polares y nieve? En uno de los laterales de la Plaza del Obradoiro, en el edificio que alberga el Hostal de los Reyes Católicos, podemos encontrar ambas cosas. No hace falta pernoctar en el lugar, pues el acceso a la entrada del hotel es gratuita y abierta al público.

Interior del Hostal de los Reyes Católicos, en Santiago.

Entre los árboles de la Alameda

Acompañando a los miles de árboles que crecen en el principal parque de la ciudad, durante las Navidades árboles con luz ambientarán y animarán las fiestas en una de las zonas más animadas de Santiago.

Parque de la Alameda, en Santiago

Desde el Pazo de Raxoi, hacia la Catedral

Aunque parezca mentira, la Catedral de Santiago pasa a segundo plano, pues el enorme árbol cónico de la Plaza del Obradoiro acapara todas las miradas cuando se ilumina.

Desde los arcos del Pazo de Raxoi, que es a su vez un buen sitio para resguardarse de la lluvia, podemos ver la Catedral entre las miles de luces que componen el árbol. Si te echas hacia un lado solo un poquito, gozarás de una espectacular vista navideña de la Catedral.

Catedral de Santiago.

Junto a la fuente de la Plaza de Cervantes, bajando por la Azabachería

A lo largo de esta plaza y de sus calles colindantes, el frío de la piedra se mezcla con la calidez de las luces bajo la histórica mirada de Cervantes. Esta zona, famosa por su buen ambiente nocturno, cobra aun más vida durante este mes.

Plaza de Cervantes, en Santiago.

Frente al belén más llamativo de la ciudad

En la Plaza del Obradoiro, además del ya mencionado árbol de luces, nos encontramos con un original Belén, en el que María, José, el buey, la mula y, por supuesto, el Niño Jesús están creados a partir de tiras de luces blancas. Pequeños árboles dorados completan esta tradicional escena bíblica.

Belén de la Plaza del Obradoiro, en Santiago.