Rías Baixas, el destino más deseado entre los enoturistas españoles
Según el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, el hogar de la uva albariño es la experiencia enogastronómica que más desean realizar los amantes del sector vitivinícola
11 octubre, 2022 06:00¿Existe un plan mejor que descubrir y disfrutar los mejores vinos gallegos en entornos llenos de naturaleza, cultura y gastronomía? Es por eso que el enoturismo muestra una gran fuerza en Galicia, especialmente en la zona de Rías Baixas.
De hecho, este es el destino más deseado por los enoturistas españoles, según el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, perteneciente a la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN). En una encuesta realizada en su decimotercer Informe del Análisis de la Demanda Turística, casi el 36% de los turistas consultados confiesa que desean viajar a Rías Baixas para disfrutar de sus vinos y su tierra. El ránking lo completan destinos como Ribera del Duero, la Rioja Alavesa, Rioja Alta, Navarra o BierzoEnoturismo y Toro.
Época de alegrías para el hogar del albariño
La Ruta del Vino de Rías Baixas ha conseguido escalar posiciones durante los últimos años hasta convertirse en la sexta Ruta del Vino española con mayor número de visitas a bodegas. Además, la industria enoturística de la zona muestra una completa recuperación tras la pandemia, con un 125% más de visitantes respecto a 2020.
El enoturismo se consolida así como un fuerte dinamizador del rural gallego, promoviendo un turismo de cercanía, desestacionalizado y de gasto medio; con el añadido de poder combinar el sector vitivinícola con toda la gastronomía gallega e incluso deporte. De hecho, esta Ruta del Vino apuesta por promocionarse como un destino a tener en cuenta para el turismo con bicicleta con su campaña “Enoturismo a pedales”.
Una ruta para saborear Galicia
La D.O. del vino Rías Baixas se reparte cinco subzonas delimitadas (Ulla, Salnés, Soutomaior, Condado do Tea, O Rosal); que van desde las afueras de la capital de Galicia hasta territorio portugués, salpicando de viñedos más de 3.600 hectáreas llenas de sabor y tradición vitivinícola.
Además, la ruta cuenta con uno de los mayores atractivos posibles para maridar con los fantásticos vinos de la zona: su gastronomía. Conocido por su excepcional marisco, Rías Baixas ofrece una extensa variedad de productos que muestran lo mejor de la costa atlántica: vieiras, navajas, berberechos, centollos, pulpo, almejas, bogavante, percebes… La lista es interminable, y también lo es la gran cantidad de fiestas y celebraciones alrededor de estos alimentos, como la Feria del Marisco, de la Lamprea, de la Langosta o la propia Fiesta del Albariño.
Y ojo, que el marisco y el pescado no son los únicos productos de la zona. Carnes, hortalizas, verduras, lácteos, frutas, dulces o licores de excelente calidad complementan el abanico de alimentos que explican el éxito de esta ruta entre los aficionados del buen comer (y beber, claro).
La propia página web de la Ruta del Vino Rías Baixas recomienda restaurantes para disfrutar de la mejor gastronomía de la zona, como Vía Augusta, Ribeira de Fefiñáns, Quinta de San Amaro, Casa Rosita, O Muíño da Chanca y O Lagar en Eiras.
Un vino único, el gran protagonista
El gran motivo por el que los visitantes quieren disfrutar de la ruta de Rías Baixas es, sin duda alguna, el vino de la zona. La creación de este producto emblemático empieza desde su cultivo, que requiere una dedicación exclusiva. El tipo de estructura más usual en la zona (aunque no la única) es el emparrado, con el cual se obtiene la máxima insolación y se mantiene a la vid alejada de la humedad del suelo.
También tiene una gran importancia la vendimia, que va desde septiembre hasta principios de octubre y que en numerosas ocasiones se realiza a mano, siguiendo la tradición vitivinícola. La recolección de la uva se realiza bajo la atenta mirada del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, que se asegura de que se cumplan los criterios de calidad necesarios como el grado alcohólico de la uva o la acidez del mosto.
En la propia elaboración del vino se pueden distinguir multitud de fases que requieren un tratamiento diferenciado, desde la maceración hasta el embotellado, pasando por el prensado, desfangado, fermentación alcohólica y maloláctica, los trasiegos, la clarificación o la estabilización tartárica.
El albariño es la gran estrella de la zona, ya que representa el 96% de la producción de uva y el 95% de la producción vitivinícola, especialmente en la subzona de O Salnés. Sin embargo, esta ruta del vino también muestra la enorme variedad de uvas autóctonas por las que se caracteriza Galicia. Todos estos vinos están avalados por el sello de calidad Rías Baixas y una muestra de la singularidad de las subzonas.
Entre ellos podemos distinguir el Rías Baixas Condado do Teo, elaborado con albariño y treixadura; el Rías Baixas Rosal, elaborado con albariño y loureira; el Rías Baixas Val do Salnés, con un 70% de albariño y variedades de la zona; el Rías Baixas Ribeira do Ulla, que debe contener un 70% de albariño, loureira, treixadura o caíño blanco.
La etiqueta Rías Baixas engloba cualquier vino elaborado con variedades de uva blanca, generalizados por una ligera acidez, fresca y equilibrada, con un postgusto afrutado.
Fuera de los vinos blancos más “usuales”, también tienen presencia los vinos Rías Baixas Barrica, similares a los otros, pero con un proceso de maduración en envases de madera. En el caso de los Rías Baixas Espumosos, pueden tratarse de elaboraciones con uvas tanto blancas como tintas, siguiendo la normativa nacional y comunitaria referente a los vinos espumosos de calidad.
El Río Baixas Tinto es un tipo de vino minoritario en la zona, pero que también cuentan con una calidad excepcional. En el caso de los tintos, su tradición en Rías Baixas se remonta a una actividad familiar asentada sobre todo en la subzona del Condado do Tea.