El niñó coruñés que "estrenó" la penicilina en España
La historia del primer niño al que salvó la penicilina en España, un coruñés que luego se convertiría en un médico de renombre
26 abril, 2020 06:00
En el año 1928 Alexander Fleming descubría de forma accidental, como gran parte de los descubrimientos, quizá el mayor logro de la medicina en el Siglo XX, la penicilina. Con la penicilina se iniciaba una nueva era, la era de los antibióticos. Esta nueva familia de medicamentos cambió el curso de la historia de la Medicina y de la Humanidad, salvando millones de vidas. Entre todas ellas, salvó la de un joven de A Coruña, que se convertiría en el primer niño al que la penicilina salvaba la vida en España y que acabaría siendo Jefe de Sección de Cirugía Torácica y Vascular en el Hospital Juan Canalejo (hoy CHUAC) de A Coruña. Esta es su historia y la del descubrimiento que salvó su vida.
“Yo no intentaba descubrir la penicilina, me tropecé con ella”, reconocía Alexander Fleming, médico escocés nacido en 1881. Su viaje se iniciaba cuando le encargaron participar en un tratado de bacteriología. La casualidad, el destino o la suerte, quiso que Fleming dejara inconcluso su trabajo durante unos días. Cuando volvió a su laboratorio del Hospital St. Mary’s en Londres, observó algo maravilloso. Un hongo que había contaminado una placa de ensayo había inhibido el crecimiento del estafilococo que había en ella. Era septiembre de 1928, Alexander Fleming acababa de descubrir la penicilina.
Pero no fue hasta la Segunda Guerra Mundial que su uso se generalizó, gracias a un equipo de Oxford que, tras retomar el descubrimiento de Fleming, logró producirla en cantidades masivas. Cada soldado de los tres millones que desembarcaron en Normandía entre junio y agosto de 1944 portaba su dosis de penicilina.
Los periódicos hablaban del “milagro de la penicilina” y de “curaciones mágicas”. La penicilina era fabricada en Estados Unidos y el ejército tenía el monopolio de su uso y distribución.
Así es como llegamos a España, concretamente a A Coruña, donde un Ingeniero de Minas de Wolframio se encuentra ingresado en el Sanatorio San Nicolás, en la Plaza de Vigo de A Coruña. Parte de un envío de 400.000 unidades de penicilina estaban en camino desde Gibraltar, procedentes de las tropas norteamericanas en el Norte de África. El 10 de marzo de 1944, el médico Rafael Fernández Obanza, inyectaba en el enfermo el antibiótico. Obanza, en A Coruña, se convertía en el primero en usar la penicilina en España.
En Madrid, casi al mismo tiempo, una niña aguardaba la llegada del preciado medicamento, proporcionado de manera gratuita, en este caso, por el Gobierno brasileño. Llegaba en un termo con hielo, especialmente fabricado para la ocasión, desde Rio de Janeiro, en un periplo que duró ocho días por tierra, mar y aire.
Desgraciadamente, ninguno de los dos sobrevivió.
Ese mismo año, en Galicia, el médico Manuel Tourón López se encontró con un grave caso de septicemia, que creía que podía ser curada con penicilina. El niño de A Coruña, Paquito Sobrido González, necesitaba su ayuda. Sabedor de que una partida acababa de llegar recientemente a Madrid desde Estados Unidos, decidió que alguien fuera a la capital para conseguir el preciado y casi “desconocido” medicamento. El padrino del niño fue el encargado de hacerlo, Emilio Lois Cerviño.
A su llegada a la capital, la cantidad de dinero que le pedían en el hospital por el antibiótico le obligó a acudir a un banco. Pero cuando volvió con el dinero le comunicaron que ya lo habían vendido.
No lo tuvo fácil, pero finalmente consiguió el pequeño y preciado frasco. Pero ahora había que resolver otro problema, en este caso, logístico. La penicilina debía mantenerse refrigerada constantemente. La única solución era conseguir hielo de manera continua para conservar la temperatura a lo largo de un insufrible e interminable trayecto en tren.
El padrino notificó a cada estación del itinerario Madrid-Galicia que en todas las estaciones tuvieran preparado hielo para mantener la sustancia fría. La logística funcionó como un reloj, llegando el frasco en perfecto estado a su destino en Galicia.
Paquito fue tratado y salvó su vida. Cuando creció decidió dedicarse a la medicina, llegando a ser Jefe de Sección de Cirugía torácica y Vascular en el Hospital Juan Canalejo de A Coruña (actual CHUAC).
Para evitar estas peripecias, aventuras y riesgos innecesarios, en el año 1945 se creaba una comisión destinada a garantizar la distribución de penicilina en todas las farmacias y hospitales del país y en 1948 las autoridades sanitarias españolas, con las licencias y patentes estadounidenses, convocaron un concurso para adjudicar a empresas farmacéuticas españolas la fabricación de estos preciados antibióticos.
Alexander Fleming recibía el Premio Nobel en 1945 por su descubrimiento, junto a dos de los integrantes del equipo de Oxford que logró su producción en masa.
La penicilina revolucionó para siempre la medicina y dio origen, tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, a una de las industrias más poderosas del planeta, la Industria Farmacéutica.
Historias de la Historia…
Iván Fernández Amil. Top Inspira LinkedIn 2019. Storyteller. Jefe de Compras.
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Referencias:
- es.wikipedia.org
- elpais.com
- lavozdegalicia.es
- diarioinformacion.com
- elmundo.es
- historiaespanaymundo.com
- farodevigo.es
- somospacientes.com
- jotdown.es
- healthychildren.org
- abc.es
- medicinaysaludpublica.com
- https://pixabay.com