El Samaín está dejando en Galicia escenas de terror y miedo, como es habitual en esta época, pero un factor común son las calabazas. Cada quien elabora sus diseños pero hay personas que van más allá y consiguen triunfar en redes con sus originales creaciones y ese es el caso de la pequeña coruñesa Inés García, de 10 años.

Su tía subió a Twitter una foto de la calabaza que diseñó la niña con su padre para llevar al colegio como todos los años cumpliendo la tradición, pero esta vez el éxito se ha extendido fuera de las aulas. El motivo es de peso, ya que no se trata de una calabaza al uso, sino de una calabaza del Dépor.

Está pintada con los característicos colores de los coruñeses, azul y blanco, y coronada con un banderín con el escudo. El detalle más llamativo es que en la terrorífica sonrisa de la calabaza se esconde una más pequeña de color azul con el escudo del Celta.

Foto: CEDIDA

Esta creación acumula ya en redes más de 15.000 visualizaciones, supera las 1.200 interacciones y ha recibido decenas de comentarios positivos y con buen talante entre aficionados deportivistas y celtistas, los eternos rivales en cuanto al fútbol gallego se refiere. Inés cuenta que la idea surgió gracias a que se puso a pensar en común con sus progenitores y la idea del Deportivo salió de su madre. Una inspiración que es totalmente acorde a la menor, fan incondicional del Deportivo desde los 6 años que le regalaron el carnet de socia y no se pierde un partido en Riazor.

"Hicimos la calabaza del Dépor comiendo a una más pequeña del Celta por la rivalidad y porque somos muy blanquiazules. Somos todos del Dépor y mucho, mi padre, mi hermano y yo desde hace unos años", explica orgullosa. Tal es su afición por los blanquiazules, que incluso viaja con su familia a localidades cercanas a la ciudad herculina donde los suyos se enfrentan a otros equipos, las últimas temporadas a conjuntos de Primera RFEF.

Foto: CEDIDA

"No queremos ofender al Celta pero nos pareció graciosa la referencia a los rivales a través de la calabaza", dice sobre la particular "obra de arte" que ha creado con la ayuda de su padre, que además de triunfar en su clase, lo ha hecho en redes y espera que llegue a los oídos de sus ídolos, que son aquellos que pisan el campo de Riazor y este año intentarán la alegría del ascenso que Inés y tantos coruñeses esperan con ansia.