Natalia está al frente de esta marca con gran tirón en redes.

Natalia está al frente de esta marca con gran tirón en redes. Cedida

Comercio

Walamami!: Emprendimiento desde Ferrol que conquista a más de 64.000 personas en redes

Natalia Álvarez decidió dar rienda suelta a su creatividad y salir al mercado con esta marca que ha cautivado a empresas de prestigio internacional como Clinique, sin renunciar al producto de proximidad y a la implicación de su familia

6 febrero, 2022 06:00

Natalia Álvarez es una profesional de la comunicación audiovisual, originaria de Pontedeume (A Coruña) y, por encima de todo, una persona inquieta a la que le apasionan los niños. Trabajó en la televisión local de Ferrol y, durante esa etapa profesional, no abandonó su contacto con la fotografía infantil. La falta de atrezzo para sus sesiones, hizo que se arriesgase a emprender su propia aventura de venta de productos para "los peques de la casa" y, en la actualidad, ha conseguido generar una comunidad en Instagram que supera los 64.300 seguidores.

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Todo proceso es complicado y confiesa Natalia que el síndrome de la impostora se apoderó de ella al comienzo de este proyecto y llegó a pensar que se "quedaría en nada". Empezó con un taller en una habitación del piso de Madrid en el que residía junto a su pareja, pero pronto fue necesitando más y más espacio y ambos tomaron la decisión de volver a casa, a Galicia.

Walamami! cuenta ahora con un taller en Ferrol y, desde esta esquina de la Costa Ártabra, Natalia se ha convertido en la cabeza pensante, CEO en lenguaje técnico, de una propuesta que ha conseguido cautivar a influencers de distintos puntos del territorio nacional y desarrollar importantes colaboraciones con firmas internacionales como Clinique.

A cabeza non para

Natalia confiesa que hay muchísimo trabajo detrás de Walamami! y señala que este impacto no es fruto de la suerte. "No te imaginas la de noches que he pasado sin dormir", determina esta emprendedora que apunta que tiene "infinidad de ideas que, en muchos casos, no se pueden ejecutar" por falta de medios.

"Ser autónomo es un estilo de vida", confiesa Natalia que explica que si en medio de la noche se le aparecen las musas se levanta y toma notas de todo en su agenda. Su proyecto vital le acompaña en sus paseos, en sus tardes de compras o en su vida familiar.

Sus productos han ido cambiando y evolucionando con el paso del tiempo y la llegada de nuevas tendencias y, en la actualidad, Walamami suma dos nuevas divisiones a la marca: Walaparty, orientada a la celebración de eventos, y Waladeco, con elementos de decoración.

Fruto de sus ideas, este sello ha ido creciendo y sumando nuevas incorporaciones al equipo como Laura, Felipe, Claudio y Gema que se encargan de dar forma a las propuestas que Natalia va diseñando.

Implicación familiar

Su marido ha pasado a ser uno más de la familia Walamami!, al igual que sus dos hijos porque Natalia tiene claro que si esta pasión no fuese compartida la conciliación sería mucho más compleja.

"Mi suegro ha ideado una máquina para tejer los nombres personalizados que vendemos", porque determina con orgullo esta emprendedora "es un crack" que ha querido arropar a su nuera en este proyecto.

Con departamento de I+D+I incluido, Natalia tiene claro que es importante apostar por el entorno y explica a Quincemil que los materiales que utiliza pertenecen a empresas de proximidad como Maderas del Noroeste.

Crecer desde casa

Walamami! se basa en la importación y adaptación de tendencias y en la fabricación artesanal de distintos productos y la presencia en redes sociales ha sido clave en este proceso de crecimiento.

Las nociones de fotografía de Natalia y el mimo que pone en cada texto, han propiciado que el interés por la marca crezca. Aunque confiesa que existen otros aspectos negativos como los plagios y copias a los que debe hacer frente, esta emprendedora es "de tirar para adelante".

Su carácter hace que haya personas de su entorno que no sepan que ella está detrás de esta marca tan popular, aunque todo forma parte de un proceso de aprendizaje y Natalia estaría encantada de poder colaborar con el comercio de proximidad de la zona para que sus vecinos tengan acceso directo a sus productos.

"Aprender a base de hacerlo y deshacerlo" es la clave para una Natalia que, durante la entrevista, nos traslada la infinidad de propuestas que tiene en mente para seguir conquistando a todos los "bonitoadictos" como ella, a base de "mimo" y "magia Walamami".