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Gadis pone en valor el trabajo esencial de las mujeres en el desarrollo sostenible
El compromiso con la igualdad de género y por aumentar el impacto socioeconómico positivo, en el foco del tercer foro de Gadis para visibilizar el imprescindible papel del colectivo femenino en el entorno rural
Mujeres rurales: imprescindibles para el desarrollo sostenible es el título de la 3ª jornada que Gadis organiza para visibilizar el papel de mujeres profesionales de diferentes sectores productivos, conocer sus retos y compartir vivencias. El evento se ha celebrado en la Fundación Juana de Vega y ha reunido a numerosas profesionales de diferentes sectores productivos que abastecen de productos a los Supermercados Gadis. La jornada también se ha podido seguir vía streaming.
"La sostenibilidad triangular no es un eslogan, es nuestra brújula" ha señalado la directora de Marketing y RSC de GADISA Retail. Melisa Pagliaro ha puesto sobre la mesa la necesidad de “abrazar la Responsabilidad Social Corporativa en cada aspecto del negocio guiados por el respeto hacia la economía, las personas y el planeta”. En ese sentido, explicó cómo las mujeres rurales son aliadas clave en este reto porque ejercen de fuerza tractora en las comunidades locales liderando proyectos empresariales que vertebran el territorio, afianzan población y apuestan por la innovación para comercializar productos sostenibles. Unos productos de proximidad que Gadis pone a disposición de los clientes en su red de supermercados para cerrar el círculo y generar valor en toda la cadena.
Como representante de una empresa familiar del sector agroalimentario, ha tomado la palabra Isabel Barral, directora de Producción, Calidad, y Seguridad Alimentaria de Queixería Barral, proveedora de Gadis. "Veo una oportunidad indiscutible en el rural y en Galicia" ha sostenido durante su intervención, en la que ha identificado como retos el relevo generacional en el campo, así como la atracción y retención de talento. La sosteniblidad es un elemento estratégico de su plan de negocio y acaban de obtener el Sello de Registro de huella de carbono otorgado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Mesas redondas: productoras e industria alimentaria
Intercambiar experiencias y aportar puntos de vista diferentes sobre la producción en el campo gallego es el propósito de las dos mesas redondas planteadas. En la primera, las protagonistas han sido dos productoras de kilómetro 0: Tamara Sueiro, que sigue las pautas de la agricultura ecológica en Teixeiro y María Jesús Infante, que cultiva patatas y repollo en Sada. Dos historias distintas con un mismo relato: la importancia de lo local como base de la alimentación sana y saludable. A nivel personal, han puesto en valor el arraigo al territorio, la conexión con la naturaleza y la posibilidad de conciliar de forma razonable como los aspectos más positivos de su trabajo.
En la mesa de la industria agroalimentaria las voces han sido las de Carmen Carpintero, de Pollos Rivadulla, y Nuria Varela-Portas, de Pazo de Vilane. Innovación, capacitación y calidad han sido alguna de las claves que han desvelado para que este sector mantenga su influencia y continúe siendo polo de atracción de riqueza socioeconómica a su alrededor, así como el compromiso de empresas de distribución, como Gadis, que priorizan la comercialización de sus productos. También han coincidido en el interés por ofrecer oportunidades laborales a las mujeres en el entorno rural para su empoderamiento y desarrollo personal y profesional.
Sostenibilidad en toda la cadena
La gestora de productos cárnicos de Gadis, Natalia Calvo, ha profundizado en la importancia de este sector para revitalizar el entorno rural. Un objetivo compartido por la cadena de supermercados, que favorece la sostenibilidad en toda la cadena, desde la selección de proveedores, que garantizan prácticas éticas en la producción, hasta el manejo responsable de esta categoría de productos. En su intervención, ha puesto de manifiesto cómo promueven una compra informada y concienciada entre los consumidores para evitar el desperdicio, en el que, una vez más, el propio modelo de negocio ejerce de estímulo positivo: la carnicería al corte. Un sistema que, además, impulsa la gestión de talento cualificado y genera empleo de calidad. "Seguiremos apoyando al rural, a nuestros proveedores locales y al producto de cercanía" ha concluido.