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Emsamble: "Galicia es hoy una potencia en arquitectura modular prefabricada en España"
- La empresa naronesa, especializada en arquitectura industrializada, obtuvo el Premio Emprende de la Asociación de Jóvenes Empresarios de A Coruña. Su director, Sergio Sampedro, resalta que los diseños y la calidad de sus proyectos para particulares y empresas han ido eliminando los "prejuicios" hacia la prefabricación en la arquitectura
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Los vecinos de Cuatro Caminos en A Coruña se vieron sorprendidos el verano pasado por el montaje en altura, por medio de una enorme grúa, de nueve módulos prefabricados industrializados hasta lo alto de un edificio para ampliarlo en dos plantas. La construcción de las grandes piezas corrió a cargo de la empresa Emsamble, con fábrica en Narón, especializada en arquitectura industrializada.
El director de Emsamble y uno de sus cuatro socios fundadores hace más de diez años (junto a Prometal, el estudio de arquitectura ferrolano STGO y Ángel Ramos) es Sergio Sampedro Herranz, quien a comienzos de noviembre recogió uno de los Premios Emprende 2024 que entrega la Asociación de Jóvenes Empresarias y Empresarios (AJE) de A Coruña, con los que reconoce el talento, la innovación y el espíritu emprendedor en la provincia. Hablamos con Sampedro.
¿Cómo y por qué surge Emsamble?
Todos los socios somos del sector de la arquitectura y la construcción. Nos dimos cuenta de que el sector tenía mucho que mejorar en relación a la incertidumbre de precios, plazos, ineficiencias en el uso de materiales, despilfarros, tiempos... Había mucho por innovar en cuanto a tecnología, vimos una posibilidad de mejora y tuvimos una obsesión, por llamarlo de alguna manera: que la prefabricación o industrialización no significase renunciar a diseño ni a calidad en arquitectura.
¿Hay una creencia general a menospreciar la arquitectura prefabricada respecto a la tradicional?
La gente tenía en la cabeza que una casa prefabricada significa un diseño estandarizado y una calidad inferior. Nosotros desarrollamos un sistema constructivo que permitiese hacer cualquier cosa, diseñar y trabajar con cualquier acabado y que incluso mejorase la construcción convencional en cuanto a rigidez, robustez, confort, aislamiento, durabilidad... Trabajamos en ello varios años al mismo tiempo que creamos la empresa y empezamos a fabricar edificios.
¿Por qué va desapareciendo esa creencia? ¿Porque cada vez hay más arquitectura industrializada?
Ese prejuicio existía. Se va eliminando porque cada vez hay más información y estos sistemas constructivos están más de actualidad. En el 80% de las construcciones, a día de hoy, hay elementos industrializados. Son ya una constante en edificación. Esto ha ayudado. En particular, a nosotros nos ha costado tiempo, pero a medida que se nos conoce, o cuando va a ver nuestra casa piloto prefabricada en punta Canide, en Oleiros, se disipan las dudas. Viendo nuestros proyectos ejecutados se percibe que no hay diferencia con la arquitectura convencional o que al menos no se reduce ni la calidad ni el diseño.
¿Se construye más rápido?
Sí, es una de las grandes ventajas. Ahorramos entre un 70-80% de plazo. Con la carga de trabajo que tenemos ahora, que es alta, estamos invirtiendo entre seis y ocho meses máximo de construcción, frente a los dos años de media que puede tardar una construcción convencional.
¿En qué tipo de edificaciones se han especializado más?
Una parte muy importante del negocio son las viviendas unifamiliares. Pero hacemos de todo tipo de construcciones: vinculadas al sector servicios, oficinas, aulas y escuelas, turismo con hoteles. En planta baja más una o con dos y tres plantas.
"Es una obligación crecer en arquitectura modular porque la industrialización resuelve la carencia o dependencia de una mano de obra muy cualificada"
¿Ha habido países punteros en industrialización y España la ha ido importando poco a poco?
En Estados Unidos, Canadá y países de Centroeuropa incorporaron la prefabricación hace muchos años. España se ha sumado y adaptado por necesidad. Creo que es una obligación crecer de esta manera porque no hay mano de obra y la industrialización resuelve esa carencia o dependencia de una mano de obra muy cualificada.
De hecho, creo que Galicia es potencia en cuanto a prefabricación en España. Tenemos muchos fabricantes y se están haciendo las cosas bien, ofreciendo distintas formas de construir y diferentes calidades. Se exporta arquitectura y construcción a varios puntos de España.
Y en A Coruña, ¿tienen mucha carga de trabajo?
Por cercanía, lógicamente, una parte importante de la cartera de negocio está en la provincia de A Coruña. Estamos muy bien posicionados en arquitectura modular, y proyectos como el de la elevación de módulos en Cuatro Caminos han ayudado a que se nos tenga como referencia. La demanda, ahora, está siendo alta, cada vez mayor. Hace año y medio ampliamos nuestras instalaciones de fabricación, estamos al 100% de capacidad y seguimos creciendo a nivel de equipo.
¿De dónde llega esa demanda?
Hay de todo un poco. Muchos particulares, algunas promotoras. Focalizamos más en el cliente particular y la empresa, no tanto la promotora. Ahora estamos trabajando en una escuela en León, otra en Avilés, una vivienda en Madrid, oficinas en Levante y en Andalucía. Tenemos más de 5.000 metros cuadrados de instalación, fabricación y acopio de edificios por toda España.
¿El potencial de la prefabricación está en su mejor etapa?
Creo que se han juntado muchas cosas: la sociedad, con más información, ha eliminado esa creencia de menor calidad de la que hablábamos, y estamos en un momento en el que aparecieron nuevos materiales con mejores prestaciones.
La digitalización es fundamental para industrializar: el 100% de un edificio, antes de la fabricación, está definido con precisión de milímetros. Hace 25 años había más limitaciones. Hoy la industrialización es una realidad que compite en calidad y precio con la construcción convencional.