Un inicio de curso más las calles de Santiago se llenan temprano por la mañana del habitual trasiego de padres, pequeños y universitarios, todos corriendo para llegar a tiempo a las primeras clases. La vuelta al cole también trajo consigo imágenes habituales como peuden ser las colas y los atascos en la calle Virxe da Cerca, que a primera hora de la mañana provocaron varias retenciones en el centro de Santiago.

Con legañas en los ojos, y todavía luciendo el moreno de verano, los niños se agarraban a la mano de sus padres. Muchos saludaban a amigos que no habían visto durante el verano, mientras que algunos de los más pequeños lloraban porque no querían separarse de los progenitores.

Mientras tanto los universitarios sustituían en las terrazas a los peregrinos reuniéndose con sus compañeros y tomando el café para afrontar los meses de estudio que quedan por delante. La ciudad ya había comenzado a acogerlos durante el fin de semana, en el que muchos se mudaban a los pisos de alquiler y hacían la primera de muchas compras que les tocarán durante el curso.

Para Álex Pan, estudiante de primer curso de Odontología, este primer día ha sido "caótico". "Me perdí y me confundí de facultad", confiesa. "La verdad, bastante chulo porque me han hablado de cosas que tienen buena pinta".

A pesar de no haber entrado en Medicina- "estoy fuera por 0.05"- se enfrenta con muchos ánimos a esta nueva etapa, aunque por ahora espera poder cambiarse. "Tanto si me quedo en Odontología como si me cambio, pues espero pasármelo bien mientras estudio algo que me gusta y me interesa por primera vez", dice.

Señala que ha visto a sus compañeros "nerviosos" pero lo achaca al hecho de empezar la universidad y estar todos sintiendo lo mismo. "Lo que más ilusión me hace y creo que a la mayoría, por lo menos a los que se van a un piso compartido, es vivir con gente de tu edad y experimentarlo", explica. Tienes como una independencia, que no es real porque te mantienen tus padres, pero tienes que responsabilizarte y gestionarte tú solo".

Por su parte, Gabriela Cerdeira, que empieza primero de Medicina, confiesa que el primer día "ha ido genial, mejor de lo que esperaba" a pesar de "dar un montón de clase, que eso no ha molado tanto". Al igual que Álex Pan, vio al resto de compañeros muy nerviosos y algo intimidados por el volumen de la clase (en la carrera son unos 350 alumnos por promoción). También al igual que Pan, confiesa tener ganas por empezar a estudiar algo que le gusta y para lo que le ha costado tanto entrar.

"Mis expectativas para este curso son aprobar todas, hacer un montón de amigos y pasármelo muy bien y no perderme ningún plan", indica. "Lo que más ilusión me hace es vivir nuevas experiencias y empezar este nueva etapa que es muy diferente al cole".

Visita de la alcaldesa al CEIP Quiroga Palacios

Otra de las imágenes del día estuvo en el CEIP Quiroga Palacios de Santiago de Compostela. Allí estuvo la alcaldesa Goretti Sanmartín en su primera visita del curso escolar. Los niños estaban animados por comenzar este curso y fueron los absolutos protagonistas de esta visita.

Visita de la alcaldesa Goretti Sanmartín a un centro de Santiago

La alcaldesa deseó a los alumnos y profesores presentes un "buen inicio de curso" y reivindicó el compromiso del gobierno local para " invertir en educación" y convertir los colegios en "espacios mejores" para los pequeños de la ciudad, ya que la educación es la "base de la sociedad y la transformación".

Cuando llegó el turno de hablar con los niños estos, preguntados por su directora, admitieron no conocer a la regidora, algo que la encargada del centro achacó a que lleva muy poco en el cargo, apenas unos tres meses. Sanmartín interactuó también con los alumnos, preguntando sobre la comida de los comedores, a lo que no recibió una respuesta demasiado positiva.

En declaraciones a la prensa, la alcaldesa recordó que el alumnado en Santiago sigue creciendo cada año, con el Quiroga Palacios como ejemplo, que cuenta ahora con 504 matriculados de los 16.704 niños que hay en la ciudad. Destacó también la "normalidad" de este arranque de curso.

Junto con la concejala de Educación, Míriam Louzao, quiso incidir en el servicio de comedores de los que se encarga el Ayuntamiento en los centros de la ciudad. Estos mantienen sus precios inalterables desde hace años, de 4,5 euros por comida y 1,94 por el desayuno. De momento hay inscritos unos 1.116 niños y niñas.