Los 10 mejores planes y cosas que ver en Marín de visita
Bañada por la Ría de Pontevedra, la villa de Marín cuenta con un enclave privilegiado que permite disfrutar de playas con bandera azul, miradores, tradiciones y una gastronomía sin igual.
2 junio, 2021 06:00En plenas Rías Baixas gallegas y en un entorno próximo al mar y al monte, Marín es un punto de referencia en la zona para la práctica de actividades al aire libre, ya sean acuáticas, como vela, buceo o piragüismo, como de tierra, destacando el senderismo con sus muchas rutas oficiales.
Punto y aparte para su deliciosa gastronomía, cuya materia prima sale del mar que rodea la villa y gran parte del municipio: pulpo, nécoras, centollos, langostas, ostras, mejillones…los mariscos se alternan con el mejor pescado de la ría (lenguados, lubinas, rodaballos).
Hay muchas razones para visitar Marín, un destino que aúna como ninguno lo cultural con lo paisajístico y con buenos planes de ocio. ¿Qué se puede hacer en Marín? Te contamos los diez imprescindibles de este bello municipio pontevedrés.
1. Recorrer el casco histórico de Marín
Lo más destacado en el casco urbano de la costera villa de Marín son sus estrechas calles (Real, Echegaray) y plazas, como la Plaza del Reloj o la Plaza de Abastos. Aquí se disfruta del verdadero ambiente que rodea a la villa, siempre animada en su Alameda y sus concurridos jardines.
Como patrimonio religioso del municipio no hay que perderse el llamado “Templo vello” en el casco viejo, así como sus importantes muestras del románico: Santa María del Campo y Santo Tomé de Piñeiro.
2. Despertar los cinco sentidos en la Finca o Granxa de Briz
Con más de 20 mil metros cuadrados, el Parque dos Sentidos de Marín, llamado también la Granxa de Briz, es un gran espacio multifuncional donde es tan posible deslizarse por un enorme tobogán y escalar por un rocódromo como experimentar con los sonidos, los instrumentos y el agua.
Se trata de disfrutar “con los cinco sentidos” y para trabajar el visual se han dispuesto varias esculturas talladas en los árboles que invitan a descubrirlas una a una. La entrada es libre y gratuita en un lugar perfecto para que los más pequeños puedan jugar al aire libre.
3. Descubrir Marín desde las alturas
Para contemplar las mejores vistas de Marín y su entorno de la Ría de Pontevedra, nada mejor que completar su Roteiro dos cinco Miradoiros, una ruta propuesta por el Concello de Marín para poner en valor los paisajes de la zona.
El mirador de Portocelo, el mirador de O Cruceiro do Vento o el del Castro Subidá, son algunos de los incluidos en esta ruta. Además está el famoso Mirador de Cotorredondo, compartido con Vilaboa y Moaña, que con sus 550 metros de altitud permite obtener una buena panorámica hacia el sur de la Ría de Vigo, con la ensenada de San Simón en primer término y parte de las rías de Pontevedra y Arousa.
4. Cruzar hasta la enigmática Illa de Tambo
Una de las islas más desconocidas de Galicia, la diminuta Illa de Tambo, enfrente de Marín, guarda en su pequeña superficie una gran cantidad de anécdotas históricas. Refugio de monjes y ermitaños en la Edad Media, fue saqueada por el mismo Francis Drake a finales del s. XVI y baluarte sanitario tres siglos más tarde, al que se destinaba a los sospechosos de padecer enfermedades contagiosas.
5. Petroglifos de Mogor, otra de las cosas que ver en Marín
Formando parte el Patrimonio Cultural europeo se encuentran los Petroglifos o Laberintos de Mogor, tres grandes rocas con siete composiciones circulares: la Pedra dos Mouros, la Pedra dos Campiños y la Pedra do Labirinto. El área arqueológica, situada cerca de la Playa de Mogor, permite contemplar los llamados “laberintos”, unidos entre sí por una acertada senda compuesta de pasarelas para proteger el patrimonio de pisadas indeseadas.
6. Admirar el Templo Antigo de Santa María do Porto
Esta importante iglesia del s. XVIII, que perteneció a la antigua Abadía de Oseira, se sitúa sobre una roca y se cubre de una bóveda de crucería bajo la que se descubren seis destacados retablos de estilo barroco y neoclásico dignos de admirar. Es uno de los templos más visitados de Marín.
7. Otro importante templo de Marín: Santa María de Ardán
El municipio de Marín dispone de un amplio patrimonio religioso y entre sus numerosos templos sobresale la Iglesia de Santa María de Ardán, en la parroquia del mismo nombre. Es un edificio de carácter ecléctico, con una gran mezcla de diferentes estilos constructivos. En su interior acoge un retablo de iconografía variada, de estilo barroco y que merece la pena contemplar por su vistosidad.
8. Pasear por el entorno del Lago Castiñeiras
Compartido con el municipio de Vilaboa y muy cerca del ya citado Mirador de Cotorredondo está uno de los espacios naturales más bonitos y visitados de Marín, el Lago Castiñeiras, perfecta zona de ocio al aire libre, con su amplia laguna refugio de peces y aves y su cómoda área recreativa.
9. Castro da Subidá, clave en la historia de Marín
Marín cuenta entre sus tesoros arqueológicos con un importante castro celta, el Castro da Subidá, donde se asentaban poblaciones que llegaron a comerciar con los primeras embarcaciones romanas que llegaron a estas costas. A medio restaurar, en el castro se adivinan restos de construcciones circulares destinadas a viviendas, los muros que las protegían y hasta algún petroglifo.
Se accede a él caminando por un monte comunal y es un buen punto para disfrutar de las vistas sobre Marín.
10. Hacer la Ruta das Praias para descubrir los mejores arenales de Marín
Otra de las rutas a pie por el municipio, iniciativa del Concello de Marín, es la llamada Ruta das Praias, que a través de 8,6 kilómetros conduce al visitante por el litoral de Marín para descubrir y disfrutar de sus más bellos arenales. Las playas de Mogor, de Aguete, Lapaman y las menos frecuentadas Playa do Santo do Mar y Playa de A Coviña, son algunas de las que podemos recorrer en esta ruta, en la que se impone un baño en alguna de sus playas o, mejor, en todas.
Emma Sexto