Caneca Furada en A Coruña: Amor a primera vista por la cerveza 100% artesana (gallega)
Dos hermanos, uno fotógrafo y otro que volvió a la ciudad tras trabajar para una ONG en Perú, decidieron poner en marcha en 2016 este local tras enamorarse de una birra artesana coruñesa, Bitter Pan
2 junio, 2022 18:43La cerveza artesana es una moda que vinó de Estados Unidos y que se extendió hace unos años por toda España. Sin embargo, en 2016, era una tendencia incipiente. En ese momento, dos hermanos coruñeses decidieron lanzarse al sector porque se quedaron prendados de este tipo de bebida. En concreto, de la artesana Bitter Pan, que se fabrica en A Coruña, en la Cervecera Kel’s (calle Gutemberg, 11, en A Grela). "Bitter Pan foi a primeira cerveza artesana que probei e flipei, foi amor a primera vista", explica a este medio Jorge Cabrera, copropietario del local.
Este flechazo dio paso a emprender un camino en la hostelería que nada tenía que ver con lo anterior. Jorge acababa de volver a Galicia tras trabajar en una ONG en Perú y su hermano, Pablo, trabajaba como fotógrafo. "Non tiñamos nada que ver coa hostelería, pero pensamos que a cerveza artesana tiña futuro", relata. Y, además, lo hicieron en un local que estaba maldito. "Pasaron gran cantidade de establecementos que non tiveron éxito", añade.
El resultado, en cambio, es un local cuya estética y estilo bebe de las tradicionales cervecerías irlandesas, pero que tiene un alma especial, la de dos gallegos amantes de lo 100% artesano. "So temos cerveza 100% artesana, somos unha cervecería independiente que picha o que quere", sentencia. Así, en su actual carta se encuentra un nutrido surtido de referencias gallegas: Bitter Pan, Foliada, Sue Ellen, Trigo y Avada Kedavra. "Nos apostamos moito polas cervezas locais, non creo que haxa outro que pinche tanto coma nos", asegura.
Este amor patrio también se traslada a la música del local, donde habitualmente suena folk o, en su defecto, rock. Además, el nombre, Caneca Furada, es gallego, que significa algo así como ‘taza agujerada’ y hace referencia a una broma que hacía el abuelo de los hermanos Cabrera cuando bebía cerveza y el vaso se quedaba vacío pronto.
No obstante, entre las referencias cerveceras del local también hay hueco para marcas del resto del país e internacionales, como son Sequins (Barcelona), T3 (Cataluña), Kuvèe Knk (Navarra) o Ostara (Irlanda). Estas son las que hay ahora, pero Jorge cuenta que tienen mucha rotación. El precio medio por la caña ronda los 3,20 euros.
La cervezas se sirven acompañadas de unas olivas, que son famosas y muy deseadas por los clientes por su sabor intenso y ligero picante. Pero también se acompañan de frutos secos porque "maridan mellor coas cervezas negras", explica Jorge. Además, tienen una carta de picoteo en frío, con raciones como pastel de cabracho, queso curado, chorizo picante, nachos con guacamole, hummus con pan de pita o jamón de cebo ibérico. Y un dato interesante es que también sirven vino, desde Godello o Albariño hasta Ribera del Duero, Rioja o Vinho verde.
Jorge confiesa que los años de la pandemia han sido duros y que la recuperación está costando, sobre todo, porque no dispone de una amplia terraza y cree que la gente todavía es reticente a estar en interiores. Sin embargo, el amor por la cerveza no lo han perdido. Así, en 2019, los hermanos Cabrera consiguieron el traspaso de la mítica cervecería ferrolana O Papillón (Magdalena, 124). Y, Jorge ha comenzado a regentar El Patio, mítico local de la Ciudad Vieja coruñesa.