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Leticia Rosino Andrés, de 32 años, había salido a caminar por los alrededores de Castrogonzalo (Zamora) como solía hacer cada tarde. Este pasado jueves fue la última vez que pudo hacerlo. Horas después, entrada la madrugada del viernes 4 de mayo, la Guardia Civil halló su cadáver con signos de violencia junto a una planta de transferencia de residuos de la pequeña localidad castellanoleonesa, donde residen alrededor de 480 habitantes.
Poco después del mediodía de ayer, la Guardia Civil detenía al principal sospechoso de la muerte de la mujer. Se trataba de un pastor vecino de Gastrogonzalo con dos hijos y antecedentes por violencia de género. Los agentes registraron su casa de la calle Río y una nave próxima a la vivienda en la que la fallecida residía junto a su novio desde hacía tres años.
La Guardia Civil lo trasladó a un cuartel cerca de las cuatro de la tarde. A última hora de la noche de este viernes seguía declarando y la Benemérita no había confirmado aún si el detenido tiene relación o no con la muerte de la joven.
El subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo, explicó a primera hora de la mañana que el cadáver de la mujer presentaba "golpes virulentos" en el cráneo y signos claros de violencia. También señaló que la muerte "no fue accidental" y que la joven presentaba golpes en la cara. No descartó que se tratase de un caso de violencia machista.
El caso está bajo secreto de sumario. Las autoridades no tienen constancia de que la chica hubiera presentado denuncias por violencia de género en el ámbito familiar o en su entorno.
A última hora de la tarde del jueves, su familia comenzó a echarla en falta. No había vuelto a casa de su paseo vespertino diario por los caminos que rodean al pueblo ni tampoco respondía al teléfono móvil, que estaba apagado. La joven había preparado su mochila para acudir a la piscina tras la caminata rutinaria. Su hermana denunció la desaparición ante la Guardia Civil. Su familia también difundió su nombre y una foto a través de las redes sociales para tratar de encontrarla.
Según informó La Opinión de Zamora, tres patrullas de la Benemérita, la unidad canina y un improvisado grupo de familiares y vecinos decidieron salir a buscarla. Sobre la una de la madrugada de este viernes, uno de los integrantes del dispositivo de búsqueda halló rastros de sangre junto a la torre de telecomunicaciones que hay a las afueras del pueblo, frente a la fábrica Proláctea, donde ella había trabajado hacía unos años. Minutos después, en un terraplén cercano, aparecía el cadáver de la chica, que presentaba fuertes golpes en la cabeza.
El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver pasadas las tres y media de la madrugada. Antes, la Policía Científica, el forense y la Guardia Civil estudiaron la escena del crimen para recabar muestras y pruebas con las que tratar de esclarecerlo.
Experta en seguridad alimentaria
Leticia Rosino Andrés trabajaba desde 2015 en Lácteas Cobreros, una empresa ubicada en el polígono industrial de Castrogonzalo. Había estudiado un grado universitario de Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la Universidad de León, dominaba el inglés como segundo idioma y tenía distintos másteres relacionados con la seguridad alimentaria y el sector vinícola como reclamo turístico para los territorios.
La víctima, natural de Tábara, donde su padre regenta un supermercado, se había instalado en Castrogonzalo hacía tres años, cuentan a EL ESPAÑOL varios vecinos. Vivía junto a su novio en una casa cedida a la pareja por la familia de él. La Opinión de Zamora recogió varios testimonios acerca de Leticia Resino, a quien los vecinos calificaron como una joven "majísima".
Una de las últimas personas que abandonaron el lugar del hallazgo del cadáver de Leticia Rosino fue su suegra, quien en estado de shock apuntaba: "Era la mejor persona que te podías echar a la cara". Tras conocer el trágico final de su nuera, la señora dijo: "Quien lo haya hecho, no tiene nombre".
Una terraplén a las afueras del pueblo
La zona en la que la Guardia Civil encontró el cadáver está ubicada a medio kilómetro aproximadamente de la parte habitada de Castrogonzalo. Se encuentra al pie de la carretera comarcal que une dicha localidad con Benavente. La calzada, con acera en los laterales, se eleva hasta un entorno desde el que se puede contemplar el pueblo. El cuerpo sin vida de Leticia Rosina estaba en un terraplén apartado unos 50 metros de la vía de circulación.
Joaquín García Neches, alcalde de Castrogonzalo, agradeció las labores de búsqueda de la Guardia Civil, señaló que el hallazgo del cadáver "ha sido un palo muy duro para el pueblo" y decretó tres días de luto oficial. El Ayuntamiento de Tábara, de donde procedía la fallecida, tomó la misma decisión.
El cadáver de la joven fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Zamora, donde se le practicará la autopsia y se tratará de determinar cuestiones que aún no han podido precisarse, como si existió algún tipo de violencia sexual hacia la víctima.