Pedro Campos, el último amigo que le queda al Rey Juan Carlos en la corte de Sanxenxo
- El rey emérito ha encontrado un refugio frente a su soledad en la localidad gallega.
- Su relación con el regatista Campos, sobrino del expresidente Calvo Sotelo, se ha estrechado. A veces duerme en la casa de su compañero de navegación.
- Juan Carlos, el marginado de la Zarzuela, se indigna: "Que se ocupe Felipe de todo".
- El rey emérito, sustituido de la toma de posesión del presidente de México.
"Es en los momentos bajos, cuando todos te dan la espalda, cuando realmente se ve a los amigos. Y Pedro siempre ha estado a su lado. Pero no hablamos de que se aloje en su casa cuando va a Sanxenxo, sino de su verdadero apoyo, animándolo y apoyándolo". Así nos describe una fuente de Zarzuela la relación entre don Juan Carlos (80 años) y su amigo, Pedro Campos Calvo-Sotelo (68 años).
El padre de Felipe VI vivió, hace unos días, otro gran disgusto en su ‘jubilación’ forzosa. Fue cuando le comunicaron (en realidad se enteró por la prensa) que no iba a viajar a México para representar a España en la toma de posesión de su nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, el próximo mes de diciembre. "Entonces, ¿qué te queda? Pues los amigos y el mar. Y Pedro representa para "el Jefe" (denominación con la que se refieren a Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela) las dos cosas", añade la misma fuente.
Sin ir más lejos, el pasado 21 de septiembre se celebró la Regata Rey Juan Carlos I El Corte Inglés Máster, prueba que organiza el Real Club Náutico de Sanxenxo, del que el amigo del rey es presidente desde 1999. Y allí estuvo el padre de Felipe VI para hacerse con el trofeo con su barco ‘Bribón Movistar’ en la categoría de 6 metros. A su lado, en su tripulación, su amigo, el que se ha convertido en la último refugio del monarca.
Se aloja en casa de Pedro en Sanxenxo
La amistad entre este gallego y Juan Carlos tiene años de historia, pero desde que el emérito volvió a navegar y encontró en el mar su mejor consuelo, la relación se ha estrechado. Pedro se ha convertido en el anfitrión del rey en Sanxenxo. Cuando comenzó a viajar a esta localidad gallega, el padre de Felipe VI se alojaba en una casa rural, pero ahora lo hace en casa del sobrino del que fuera presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo. Se trata de un chalé a las afueras del pueblo, ubicado muy cerquita del Club Náutico que Campos preside y en el que el Monarca disfruta de la tranquilidad de Galicia.
Pedro nació en Pontevedra y comenzó a navegar con su padre, Marcial Campos Fariña. "Empecé con tres años, en el barco que mi padre alquilaba los veranos en la ría de Arousa. La verdad que esto es como empezar a andar, nadie recuerda cuando dio el primer paso", contaba a una periódico gallego hace algunos años.
Acababa de cumplir la mayoría de edad cuando se adjudicó su primer título nacional en la clase ‘Snipe’ en categoría juvenil, y su primer título del mundo en Mónaco en 1976, con un barco cuyas velas había hecho él mismo.
Divorciado y casado en segundas nupcias con Cristina Franze, tiene dos hijas, Begoña y Paloma, que cuando el rey emérito se hospeda en su casa de Sanxenxo (cosa que últimamente ocurre con mucha frecuencia), se marchan a dormir a casa de amigos para no tener que mostrar su DNI a la seguridad del Rey cada vez que entran o salen del recinto.
Campos puede presumir de ser el primer patrón español en la Copa América donde también ejerció de responsable del desafío, además de ser el patrón y regatista más laureado de España y de los primeros del mundo. Ha sido 16 veces campeón del mundo y nueve de España. Este verano lograba su victoria número 11 en la Copa del Rey en Palma, esa regata en la que desde Zarzuela le impidieron participar a don Juan Carlos.
Pedro y Juan Carlos se conocen desde hace muchísimos años, pero fue tras su abdicación en junio 2014 cuando los lazos se estrecharon. "Poco después de que Felipe VI llegara al trono, nos reunimos con él un grupo de regatistas y nos planteó la gran ilusión que le haría volver a navegar. Dicho y hecho", contaba el regatista en una entrevista hace un año.
Su familia se dedica a los balnearios
Económicamente Campos tiene desde hace mucho la vida solucionada. Su padre fue un pionero en el negocio de los balnearios en nuestro país. Fue director del de Cuntis, el más grande de toda Galicia. Esa localidad es la misma en la que nacieron sus once hijos. El progenitor fue también presidente de la Organización Mundial del Termalismo entre 1977 y 1992, el único español en la historia en ocupar este cargo.
También ostentó el cargo de Presidente de la Asociación Nacional de Balnearios, recibiendo numerosos galardones por su labor a favor del termalismo de países como Italia, Argentina o Francia. Su mujer, Enriqueta Calvo Sotelo, se quedó con el negocio cuando enviudó y convirtió el balneario familiar en uno de los mayores centros termales de España. A día de hoy, son los hermanos Campos los que se encargan del negocio.
El amigo de don Juan Carlos es el quinto de sus hermanos. Pedro tiene negocios relacionados con el tema del mar con su primera mujer, Begoña Gil de Barroeta.
El regatista no tiene problema en hablar sobre su amistad con Juan Carlos. De hecho, escribió un artículo sobre el rey emérito en una conocida revista hablando de la vuelta del padre de Felipe VI al mar y las regatas. "La vuelta tuvo lugar en Sanxenxo en el verano de 2015 y tuvimos un día extraordinario, radiante de sol y con vientos medios del Suroeste en el que todo funcionó perfectamente. Fueron momentos muy emocionantes donde el Rey Juan Carlos y don José Cusí estuvieron de nuevo juntos a bordo de un barco de regatas después de tantos años en los que parecía que no podría volver a navegar", comentaba en dicha publicación.
Otra de las aficiones que comparten el rey emérito y el único miembro de la corta de amistades de Sanxenxo, es disfrutar de una buena comida. Cuando el domingo 23 de septiembre vencieron en la "Copa Rey Juan Carlos de Vela de Sanxenxo" volvieron a repetir una tradición que hacen desde que comenzaron los viajes del padre de Felipe VI a la localidad gallega: se suben en un barco de pesca, se acercan a una batea (estructura de madera dónde se realiza la cría de mejillón en las rías gallegas) sacan unos cuantos moluscos y allí mismo, con un cocinero que acude con ellos, disfrutan de una buena comida en el mar con productos propios de la tierra. La novedad de aquel día de septiembre es que les acompañaba la Infanta Elena, el otro gran apoyo de don Juan Carlos.