La ‘secta’ de Spiriman contra Susana Díaz: la activista enferma que reventó el mitin al grito de "corrupta"
- Decidió boicotear el acto de la presidenta andaluza el sábado pasado, mientras pintaba su casa. Cogió un mantel de cocina y lo recortó.
- Al día siguiente, mientras hablaba la socialista, se levantó y sostuvo una pancarta frente a ella que decía: "#SusanaCorruta #Yovotonulo Por mis hijos y nietos Yeahhh".
- Padece endometriosis, una efermedad que sufre una de cada 10 mujeres. "Quería que nos escuchase. Me di un baño de dignidad".
- España, pendiente de Andalucía
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Fue culpa de los nervios, reconoce María Antonia. La tarde del sábado pasado, mientras un pintor daba color a las paredes de su casa de campo en Chiclana de la Frontera (Cádiz), la mujer, divorciada de 59 años, tomó la decisión. Fue a un cajón, agarró unas tijeras, recortó un rectángulo de “un hule de plástico”. Luego, cogió un rotulador negro y escribió en letras del tamaño de un palmo #SusanaCorruta #Yovotonulo Por mis hijos y nietos Yeahhh. “Me dejé atrás la ‘p’ en corrupta. Pero bueno, al día siguiente conseguí lo que quería. Reventarle el acto a Susana Díaz”, dice la gaditana.
María Antonia Pacheco es la mujer que el domingo pasado, pancarta en mano y grito en garganta, se puso en pie en un mitin que el PSOE celebraba en Chiclana de cara a las elecciones andaluzas del próximo 2 de diciembre.
La señora estaba sentada en la fila de asientos número nueve. El acto comenzó cerca de las 12.30 horas de la tarde. Ella llegó poco antes de las diez de la mañana, cuando apenas había nadie en la bodega donde se celebraba. Ese día ni desayunó, dice. “Quería coger buen sitio”.
Al poco de que Susana Díaz comenzase a hablar bajo la atenta mirada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que asistió al mitin, María Antonia se puso en pie y gritó: “Por mis hijos, por mis nietos, Susana, vete. [‘Ahora te escucho, compañera, déjame que termine’, le respondió Díaz desde el atril mientras perdía el hilo del discurso]. Endometriosis. Mujeres engañadas. La voz del pueblo. Hoy estamos aquí. Hoy no estamos en la calle. Yo tengo voz…”.
Mientras decía estas últimas palabras, a María Antonia se le acercaron varios miembros de la seguridad de la presidenta andaluza y del presidente español. “No me empujes... Me ha dicho que me va a escuchar… No me empujes…”. La mujer registró todo el sonido con la grabadora de su móvil, que lo llevaba escondido en el sujetador.
Al final, a María Antonia se la llevaron a unos baños. Un camarógrafo de Telecinco grabó los hechos y siguió a la señora. El PSOE amenazó al reportero con retirarle la acreditación. Incluso alguien, mientras él grababa, le tapaba con una mano el visor de la cámara.
La propia cadena de televisión informó de lo ocurrido en su informativo de ese día y emitió las imágenes. “Vuelva a la zona acotada de los periodistas. Le quito la acreditación. Devuélvamela. Salga, salga de aquí”, se veía decir a un hombre con la cabeza rapada y con gafas. María Luisa denunció al día siguiente ante la Guardia Civil que varios varios miembros del equipo de seguridad del acto le habían agredido durante el desalojo.
Enferma de endometriosis
Este jueves, delante de un café con leche y con cigarro en mano, María Antonia Pacheco se cita con EL ESPAÑOL en una cafetería de Chiclana. En la calle jarrea desde hace horas. El cielo es plomizo. La señora cuenta que tiene cuatro hijos, aunque hace año y medio que perdió a uno de ellos.
María Antonia, desde que se divorció, hace ocho años, vive sola. Tiene una casa de campo a las afueras del pueblo. Dice que es una activista por la igualdad entre hombres y mujeres, una luchadora nata por las causas sociales y también una enferma de endometriosis. Se trata de una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el Ministerio de Sanidad. Afecta a una de cada 10 mujeres del mundo.
Consiste en que el tipo de tejido que normalmente crece dentro del útero también lo hace fuera, como en los ovarios, las trompas de Falopio, los intestinos o la vejiga. Produce dolores, infertilidad, sangrados entre períodos…
Las mujeres con endometriosis tardan hasta ocho años en ser diagnosticadas. Por el camino son tratadas en muchos sentidos por locas e histéricas que fingen tener una enfermedad o que simplemente tienen la regla.
María Antonia puso en marcha una asociación de afectadas de endometriosis hace 12 años. Ella la presidió hasta hace año y medio, cuando perdió a su hijo y se agravó su depresión, lo que la llevó a abandonar el cargo. Durante ese tiempo se reunió con la exministra Bibiana Aído, con la hoy vicepresidenta Carmen Calvo, con el ex Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo… “Siempre he sido una luchadora, que quede claro que no soy una loca”.
Tras abandonar la asociación, la mujer que la relevó en la presidencia le reconoció tiempo después que se había gastado en objetos personales los casi 5.000 euros de dos subvenciones que les había dado Podemos en Canarias. Para María Antonia fue la evidencia de que la corrupción está en todas partes.
"EL PSOE-A lleva 40 años quitándonos la dignidad"
- ¿Qué buscaba con su irrupción en el mitin de Díaz?- le pregunta el reportero.
- Que me escuchara. Yo quería que supiera que hay muchas mujeres que padecemos esto y que la administración nos tiene abandonadas. Ese día me di un baño de dignidad delante de mi presidenta, porque el PSOE lleva 40 años quitándosela a los andaluces.
- ¿Por qué la llamó corrupta?
- Porque lo es. Quizás no ha robado un euro, pero siempre ha estado muy cerca de Griñán y de Chaves [los dos presidentes anteriores a Díaz que están siendo juzgados por el 'caso ERE']. Uno también es corrupto por lo que sabe y calla.
En la pancarta que María Antonia logró meter en el mitin gracias a que la llevaba escondida en el bolso y luego en el pantalón, se leía #Yovotonulo. Ese lema coincide con la campaña que ha puesto en marcha en Andalucía de cara a las elecciones del próximo domingo el médico Jesús Candel, al que se conoce como Spiriman. Este galeno se ha convertido en azote de Susana Díaz desde hace años.
Candel, que ha denunciado recortes en sanidad, privatizaciones encubiertas de hospitales o falta de médicos y personal sanitario, ha movilizado a miles de personas en manifestaciones en Granada, su ciudad, pero también en Cádiz, Málaga, Huelva o Córdoba. En alguna reunió hasta 100.000 personas.
- ¿Es seguidora de Spiriman?
- Por supuesto, pero no devota. Yo creo en la lucha por las causas que considero justas, pero no idolatro a nadie. Con él he ido a Puente Genil a manifestarnos por un [supuesto] caso de pederastia que se ha ocultado. También creo en su causa por mejorar la sanidad y en otras muchas campañas que emprende. Es un Quijote.
- ¿Va a votar nulo el próximo domingo?
- Lo tengo claro. Sí. Si voto en blanco o me quedo en mi casa parece que no les afecta. Pero si somos cientos de miles los andaluces que les decimos a los políticos que estamos hartos de ellos y que han de cambiar, quizás se den cuenta de que van por el camino equivocado.
- ¿Usted nunca se ha sentido identificada con ninguna sigla política en concreto?
- Jamás. Cuando yo vivía en Cádiz, Teófila Martínez [exalcaldesa del PP] me ofreció colaborar con su equipo. También el PSOE. Pero yo jamás he cedido. Yo soy de la gente, no de los partidos.
Hasta el domingo que viene no se sabrá el calado que la campaña #Yovotonulo tendrá cuando los andaluces vayan a votar. Pero si triunfa el movimiento emprendido en redes sociales por Spiriman y seguido por personas como María Antonia, quizás sean miles los que caminen por la senda del voto 'gamberro' en Andalucía.
Si sólo miramos a Facebook, en esta red social Spiriman tiene 325.000 seguidores y le gusta a otros 291.000. Si se suman los 51.000 de Susana Díaz, que tiene los mismos que Juanma Moreno (PP), los 3.000 de Juan Marín (Ciudadanos) y los 191.200 de Teresa Rodríguez, el resultado es 293.500 seguidores entre los cuatro candidatos a presidir la Junta. Pero las urnas del 2-D son otra cosa. Están llamados a votar 6,5 millones de andaluces... y durante los últimos 40 años siempre le han entregado el poder al PSOE-A.