El esplendor de los coches diésel de segunda mano: los chollos de vehículos un 20% más baratos
La bajada de los precios, la lejanía de la prohibición para circular y la eficiencia siguen empujando a favor del gasóleo en los modelos de ocasión.
14 marzo, 2019 03:16Noticias relacionadas
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¿Qué coche me compro? La pregunta, cada día, se repite, invariablemente, en cualquier concesionario. Realmente, se ha hecho toda la vida. Con una diferencia: antes se dudaba sobre el tipo de modelo. Ahora, en cambio, se hace en relación al combustible. ¿Es mejor adquirir un diésel, un gasolina, un híbrido o un eléctrico? Las posibilidades son infinitas. Pero, de momento, hay una que gana contra todo pronóstico en el mercado de segunda mano: el de gasóleo, que en febrero supuso el 63’22% de las transferencias, según un informe de la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove). ¿Imaginable? Para nada. Sin embargo, el descenso de los precios (entre un 15 y 20% más barato), entre otras cosas, ha jugado a favor.
En plena criminalización del diésel, con las restricciones en las grandes ciudades por contaminación, Toyota suprimiendo la fabricación de todos los coches con estos motores y las amenazas de ‘impuestazo’ mediante –aunque finalmente no se haya llevado a cabo–, el comprador medio ha huido por temor al qué pasará. De hecho, las matriculaciones de vehículos nuevos han vuelto a caer un 22% en febrero, según datos de la ANFAC. Sin embargo, los de segunda mano siguen interesando. ¿Por qué? He ahí la cuestión.
De primeras, la venta de coches de segunda mano responde a una máxima inviolable desde hace años: “En tiempos de incertidumbre, hay un mayor desembolso en este mercado”, reconocen desde la ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Y añaden: “Esto está provocando que aumenten las ventas de coches de más de 15 años, lo que tiene un efecto negativo para la renovación del parque automovilístico”. Y, también, para el medio ambiente.
En su mayoría, los coches que se compran son diésel (más del 60%). La razón principal es el precio. Desde el sector, diferentes concesionarios estiman un descenso de entre el 15 y el 20% en el coste del vehículo –sobre todo, en los modelos viejos–, aunque no tanto en los más recientes. “Un coche de buenas prestaciones te puede salir por entre 3.000 y 3.500 euros”, apuntan desde Automóviles Argüelles. Y en JL confirman la caída de los precios. “Hace un año, un Volkswagen Golf de 2013 te salía por unos 13.900 euros. Ahora, está por 9.000”, cuentan.
Ese descenso se debe, en gran medida, a la alarma creada desde el Gobierno. Pedro Sánchez anunció la prohibición de coches diésel, gasolina e híbridos para 2040 y su circulación una década más tarde. “Los conductores están confundidos y no saben qué comprar cuando vienen a los concesionarios. Después, les explicas que los Euro 5 y Euro 6 contaminan lo mismo que un gasolina y muchos deciden optar por un diésel”, cuentan desde Alhambra Automóviles.
Explicado esto, muchos conductores optan por el diésel por sus prestaciones. “España es un país donde, tradicionalmente, nos ha gustado este tipo de coche”, cuentan desde el sector. Por eso, cuando tienen que pensar qué comprarse y valoran las posibilidades se decantan, en muchos casos, por el gasóleo. “Es que no todo el mundo vive en Madrid o Barcelona, ciudades grandes con restricciones”, cuentan desde la Ancove.
Y, por otra parte, España no está todavía preparada para acoger el coche eléctrico. “No hay puntos de recarga suficientes, tienen una autonomía determinada y tardan mucho en ‘repostar’ en un viaje largo”, apuntan desde JL. De ahí que muchos, por sus prestaciones, sigan eligiendo el diésel. “Si tienes que hacer muchos kilómetros lo ven como una buena solución: son eficientes y consumen menos que los de gasolina”, apuntan desde Anfac.
Pero bien, con esta vigencia, ¿por qué entonces se compran de segunda mano y no de primera? “La incertidumbre pesa y estos tienen un coste menor además de menos riesgo por si tienes que dejar de utilizarlo”, apuntan desde Anfac. Es decir, contradiciendo al mercado que está por venir (la gran mayoría de coches presentados en el salón de Ginebra han sido eléctricos), una buena parte de los clientes sigue prefiriendo el diésel pese a todo.