Ingeniería financiera en IU: Cayo Lara acusa a Garzón de inflar la deuda para parecer buen gestor
Lo hace en un documento interno al que ha accedido EL ESPAÑOL y asegura, a un mes de las primarias, que aumentó en dos millones las cifras reales.
24 febrero, 2021 01:59Redoble de tambores en el seno de Izquierda Unida. El excoordinador federal del partido Cayo Lara acusa al actual líder de la formación, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, de haber falseado las cuentas de IU en su último informe. Lo hace a través de un documento interno, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, en el que asegura que el ministro ha manipulado los datos sobre la deuda heredada, inflándola, para que la gestión de Garzón parezca más eficaz de lo que realmente ha sido.
En el Informe de Gestión para la XII Asamblea -las primarias que se celebran en el próximo mes de marzo- la actual dirección saca pecho por haber reducido la deuda del partido en 4,3 millones de euros. Sin embargo, Lara denuncia que la deuda heredada de su dirección se infló de manera torticera y que la reducción total, en realidad, es de la mitad.
“La actual dirección de Izquierda Unida, a partir de 2018, ha hecho un revisionismo interesado, alterando y falseando sus propios datos sobre la deuda”, se puede leer en el informe, fechado el pasado mes de enero y que, según este diario ha podido comprobar, ha sido realizado por Cayo Lara. “Todo ello, por la obsesión de resaltar su ingente esfuerzo económico para reducir la deuda devaluando el papel de anteriores direcciones. Para ello, han realizado toda esta serie de chapuzas y maniobras”, explica, antes de detallarlas en nada menos que 15 folios.
Este movimiento es relevante no sólo por el hecho de que el excoordinador federal acusa al ministro de Consumo de mentir a sus militantes. Sino también porque en la próxima XII Asamblea -que se celebrará el 26 y el 27 de marzo- la candidatura liderada por Alberto Garzón se enfrentará a la del sector crítico encabezado por José Antonio García Rubio, quien fue responsable económico de IU durante la etapa de Cayo Lara. Cualquier movimiento para arremeter contra la dirección de Lara, en el fondo, también supone dañar la candidatura del sector crítico.
“Nadie duda de la legitimidad de cualquier dirección para poner en valor su gestión y los éxitos, si los hubiere. Pero no es legítimo que se haga inflando escandalosamente datos de reducción de deuda que no le corresponden. Algo que no se ha producido por error, sino por algo mucho más grave como es manipular la propia deuda”, asegura Lara en el documento.
Este diario se ha puesto en contacto con el excoordinador federal quien, si bien no ha querido hacer declaraciones, no ha negado la autoría del informe. Desde Izquierda Unida aseguran que Lara les trasladó sus inquietudes, que se reunieron con él para explicárselo y que entendieron que había quedado convencido. Según trasladan, no se ha inflado la deuda sino que algunos gastos de 2016 se imputaron al ejercicio de 2015, cuando él aún era coordinador. Y subrayan que sus cuentas se entregaron al Tribunal de Cuentas, que validó el movimiento.
Cerca de dos millones
Cayo Lara llegó al frente de Izquierda Unida en diciembre de 2008 sustituyendo a Gaspar Llamazares y dejó el cargo en 2016. Tras su salida, el partido celebró sus últimas primarias, en las que se dio paso a una nueva generación representada por Alberto Garzón y que se tomó con ahínco la labor de romper con el pasado. Los siguientes comicios internos se tendrían que haber celebrado en 2020, pero fueron aplazados al próximo mes de marzo por la situación generada a raíz de la pandemia de la Covid-19.
En el Informe de Gestión 2016-2020 que se ha presentado para la próxima XII Asamblea y en el que se analizan los últimos cuatro años, la actual dirección saca pecho por haber reducido la deuda. “Como se puede apreciar, la deuda de IU ha disminuido más de 4,3 millones de euros, lo que ha supuesto cerca de un 42% de nuestros ingresos, un esfuerzo enorme y que ha lastrado en gran parte las finanzas de nuestra organización”, se explica en el Informe de Gestión. “Esta gestión creemos que ha sido un éxito del conjunto de la dirección que ha permitido sacar a la organización de la UVI”, se añade.
Sin embargo, Lara denuncia que esas cifras vienen de una maniobra de ingeniería fiscal y que se han falsificado los datos de la deuda bancaria de 2015, que la actual dirección asegura que era de 10,6 millones entonces. Según su documento, en el Plan de Viabilidad de 2016 y en el Informe Económico de 2017, la deuda bancaria era, en realidad, de 8,9 millones de euros. “¿Cómo es posible que a una misma fecha haya una diferencia al alza de más de 1.700.000 euros?”, se pregunta Lara.
“Es comprensible que miembros de la propia dirección hayan dado por buenos los datos económicos que ha presentado el actual responsable de finanzas”, sigue en su crítica Lara. “Las relaciones confianza deben existir en las direcciones y nadie suele pensar que un tema tan delicado como los recursos económicos se vayan a falsear los datos. Pero resulta triste el silencio de miembros de la dirección actual que formaron parte de anteriores direcciones (ante la duda es bueno preguntar) y especialmente de quienes tuvieron responsabilidades directas en finanzas”, añade.
Este diario se ha puesto en contacto con Izquierda Unida y han asegurado que Cayo Lara les trasladó sus inquietudes en una reunión que se celebró el pasado 2 de febrero y en la que se le enseñaron las cuentas con las que no estaba de acuerdo. Según explican desde la formación, se trata de una diferencia de criterio entre Lara y la dirección actual sobre cuándo se debía imputar la deuda, si en el ejercicio de 2015 o en el de 2016, pero que las cifras son correctas y no están manipuladas. Aseguran que su forma de proceder se eligió siguiendo el criterio de la legislación actual y que el Tribunal de Cuentas dio el visto bueno.
Contra Unidas Podemos
Las primarias de Izquierda Unida, que actualmente se encuentran en fase de recogida de avales, se parecen en esencia a las de Podemos: nadie duda que el sector oficialista se hará con la victoria. En la lista de la candidatura de Alberto Garzón se presentan nombres de peso como el de Enrique Santiago, secretario general del PCE, y personas clave dentro del Gobierno de coalición como Amanda Meyer y Clara Alonso, jefa de gabinete y directora de comunicación del Ministerio de Igualdad capitaneado por Irene Montero.
En la candidatura de José Antonio García Rubio hay rostros de menor peso, entre los que destaca Cyntia Lara Quiralte, profesora de secundaria en Geografía e Historia e hija de Cayo Lara. Sin embargo, a pesar del resultado que se intuye, se prevé una notable batalla de ideas que perfilará el devenir del partido.
Sobre la mesa está la definitiva, o no, fusión de Podemos e Izquierda Unida en un solo partido. El sector que aboga por juntar ambas formaciones está encabezado principalmente por el PCE. Enrique Santiago guarda una excelente relación con el vicepresidente Pablo Iglesias, de hecho, suya era la casa de Lena (Asturias) a la que acudieron Iglesias y Montero el pasado verano, cuando fueron acosados y tuvieron que volver a Madrid. A favor de esa fusión estaría también Amanda Meyer: de hecho, a muchos resulta llamativo que siendo de Izquierda Unida ocupe un puesto tan alto en un ministerio de Podemos como es el de Igualdad.
En el documento de Cayo Lara al que este diario ha accedido, el excoordinador federal también muestra una postura clara respecto a la coalición de Unidas Podemos. “Es radicalmente falso que la actual dirección haya reducido más deuda que las anteriores y que incluso, con el factor tiempo, haya multiplicado por cuatro esa reducción. Finalmente, es radicalmente falso que hayan sacado a la organización de la UVI. En todo caso es justo lo contrario. Tres mil afiliados menos, menos soberanía y a rebufo de lo que deciden otros en todas y cada una de las tomas de decisión importantes”, critica en las conclusiones.