Los sueldazos de alcaldes vascos: hasta 70.000 euros por gobernar un pueblo de 15.000 habitantes
La ley en España establece que los alcaldes de municipios de entre 10.000 y 50.000 habitantes tengan un tope salarial de 50.000 euros anuales.
2 agosto, 2021 01:03Noticias relacionadas
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Javier Zubizarreta gobierna para 11.609 vecinos y cobra 67.087 euros anuales. Xabier Txurruka Fernández percibe 64.999 en una localidad de 23.223 personas. Leire Artola, tiene un sueldo de 71.200 euros brutos anuales en un pueblo de 13.881 habitantes. Son tres ejemplos notables, pero hay más. Bastantes más. Los tres son alcaldes de localidades del País Vasco. Gobiernan en Azkoitia, Zarautz y Beasain, respectivamente.
En las pasadas elecciones municipales vascas, en marzo de 2019, muchos ayuntamientos sufrieron cambios en su dirección. Asimismo, muchos de esos cambios trajeron consigo notables bajadas de sueldo. Por ejemplo, la nueva alcaldesa de Durango se redujo el sueldo un 36,6%. Su salario anual quedaba reducido a unos nada desdeñables 47.000 euros anuales por gobernar una población de 28.226 habitantes. Pero es que su predecesor, Aitziber Irigoras, del PNV, cobraba 73.822.
Aunque muchas localidades vascas han sufrido cambios parecidos (Galdácano, Vergara, Mungia o Erandio son algunos ejemplos), los sueldos de los alcaldes vascos siguen siendo los más altos de toda España. A la vista están los ejemplos arriba nombrados. Sin ir más lejos, el alcalde de Bilbao es el tercer mejor pagado de España, con 92.911 euros de sueldo anual, y pese a que la urbe es la décima en España en población, con 346.843. El alcalde de Alicante, con una población muy similar, cobra 20.000 euros menos al año.
Para más contexto: el alcalde de Madrid, José Luis Martinez-Almeida, cobra 108.000 euros brutos anuales gobernando una urbe de más de tres millones de habitantes. El presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, percibe 84.845. Esto es menos que varios alcaldes e incluso menos que algunas personas de su gabinete.
Pero, ¿por qué esto es así? ¿Como es posible que la alcaldesa de Santander (capital de provincia) y el alcalde de Irún cobren prácticamente lo mismo? Parte de la explicación tiene que ver con las particularidades administrativas del País Vasco, como veremos a continuación. Pero parte tiene que ver con la “aceptación” de los vecinos y las “capacidades económicas” de la región, en palabras de un exdelegado del Gobierno en el País Vasco consultado por este periódico.
Otra excepción vasca
La ley que regula el funcionamiento de los ayuntamientos en España establece un tope de 50.000 euros brutos anuales para aquellos alcaldes que gobiernan en municipios de entre 10.000 y 50.000 habitantes. Es la cantidad equivalente a la mitad del sueldo de un secretario de Estado. Pero en el País Vasco es diferente. Las directrices en esta materia las fija la Asociación de Municipios Vascos (EUDEL, por sus siglas en euskera).
EUDEL marca una retribución equivalente a la de un director del Gobierno vasco (67.087 euros brutos anuales) para los alcaldes con dedicación exclusiva en los ayuntamientos de más de 10.001 y hasta 20.000 habitantes. Muchos alcaldes, acogiéndose a esta normativa, mantienen salarios que en otra parte de España serían impensables para el alcalde de un municipio de esa población.
Las directrices de EUDEL sobre los sueldos de los alcaldes fueron establecidas en el año 2015. Contemplan los siguientes tramos:
• Municipios de 20.000 a 50.000 habitantes: hasta 73.890 euros brutos anuales.
• De 10.001 a 20.000 habitantes: 67.087 euros.
• De 5.000 a 10.000 habitantes: 60.378 euros.
• De 2.000 a 5.000 habitantes: 57.023 euros
• Menos de 2.000 habitantes: 50.315 euros.
Pese a que estos tramos son generosos y únicos en toda España, hay quien se los salta notablemente. Es el caso de la alcaldesa de Beasain, Leire Artola. Percibe un sueldo de 71.200 euros brutos anuales en un pueblo de 13.881 habitantes. La edil, que gobierna bajo las siglas del PNV, aprobó este salario para sí misma a los cuatro meses de llegar a la alcaldía.
Y no solo eso, también aprobó en el mismo pleno un salario de 60.520 euros para su primer teniente de alcalde. Esto le valió, como es lógico, las críticas de la oposición en el pleno municipal. "Dos legislaturas en las que la primera decisión es subirse el sueldo", criticó la portavoz socialista, Eva Álvarez.
Pero Artola no es la única que ha sobrepasado el límite fijado por EUDEL. Durante la legislatura 2015-2019, muchísimos alcaldes vascos hicieron lo propio. Los que gobernaban en Güeñes, Derio, Zumarraga, Balmaseda, Erandio, Mungia… y la lista sigue. Un ejemplo notable es el exalcade de Vergara, Juanje Alberdi. En los cuatro años que dirigió el consistorio del municipio cobró 75.869 euros anuales por gobernar una localidad de 14.500 habitantes. Casi nada.
A partir de 2019, muchos alcaldes nuevos y algunos reelegidos, empezaron a cambiar esta tendencia. Fue notable, especialmente, en las alcaldías de EH Bildu, que hicieron rebajas importantes en los salarios de sus alcaldes. “No nos enriquecemos con la política y no nos esperan consejos de administración cuando salimos de ella”, declaró entonces el secretario general del partido abertzale, Arnaldo Otegi. Asimismo, muchos otros del PNV o del PSE hicieron lo propio.
Pero, aun con esas importantes rebajas, los alcaldes vascos siguen estando en el podio de España. Y siguen quedando muchos municipios que cuentan con alcaldes que cobran fortunas. El de Soraluze percibe 57.949 por gobernar para 3.894 personas; el de Lekeitio, 64.079 euros en un municipio de 7.258... Incluso dentro del propio mapa vasco se dan situaciones que rozan el absurdo. El alcalde de Lujua (2.416 habitantes), cobra 58.170 euros brutos anuales. Frente a él, por ejemplo, el de Zamudio, que recibe 30.250 euros pese a que tiene casi 1.000 vecinos más.
El caso de Etxebarri
Hay un ayuntamiento que, en este aspecto, ha sufrido idas y venidas en la misma legislatura. Se trata del Consistorio de Etxebarri, gobernado por Loren Oliva (PNV). En cuanto llegó al poder, este alcalde se subió un 20% el sueldo, estableciéndose en 64.000 euros al año. Es, de nuevo, una cuantía mayor a la que establece EUDEL para un pueblo de 11.691 habitantes.
El primer edil se defendió argumentando que “si la situación económica se complica tanto como en años anteriores volveremos a reducir nuestras remuneraciones”. Pues la situación, efectivamente, se complicó a raíz de la crisis de la Covid-19.
Así pues, a principios de este año, Oliva cumplió con su palabra y se bajó el sueldo. La bajada fue del 5%, lo que sitúa su salario en 60.800 euros. El balance total de estas operaciones es que el alcalde actualmente cobra un 15% más que su predecesor.