De izquierda a derecha: Jorge Buxadé, Kiko Méndez-Monasterio, Enrique Cabanas, Ignacio de las Hoces, Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros.

De izquierda a derecha: Jorge Buxadé, Kiko Méndez-Monasterio, Enrique Cabanas, Ignacio de las Hoces, Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros. Cristina Pita Arte E.E.

Reportajes VOX

El abandono de Espinosa a los liberales de Vox, el auge de Buxadé y Hoces y la influencia marxista

"Los liberales no están organizados en el partido y, conforme van saliendo del foco, van cayendo del tablero", aseguran a EL ESPAÑOL fuentes de Vox.

3 julio, 2023 02:25

Que Vox toma todas sus decisiones en Madrid es sabido. El papel como meros figurantes de sus candidatos autonómicos en las negociaciones con el PP así lo atestigua. Kiko Méndez-Monasterio, más sottocapo que consigliere para Abascal, rubrica los acuerdos por todos. Bambú, madrileña sede del partido, es el ojo de Sauron que todo lo ve. Y el líder, un hombre que dirige el partido dirigido por su propio olfato, pocas veces de manera colegiada según los órganos del partido, casi siempre aconsejado por las figuras de las que se nutre intelectualmente.

¿Alguna prueba relevante? Que la fallida moción de censura con Ramón Tamames como candidato a la Presidencia del Gobierno se decidiera en una marisquería y no en un comité ejecutivo nacional de Vox, a propuesta del recientemente fallecido escritor Fernando Sánchez Dragó. Como argumento a todo esto Santiago Abascal, España vertebrada, ese libro publicado en 2019 fruto de una larga conversación entre Dragó, Abascal y Méndez-Monasterio y en la que se indaga en el pensamiento del líder de Vox.

En ese contexto, la amistad es un don lleno de códigos para Abascal, que no se siente aludido cuando se le recuerda su precocidad y ya longevidad viviendo de la política, algo que motiva con la pura supervivencia. Desde sus inicios en las Nuevas Generaciones del PP en el País Vasco hasta ahora, inmerso en el momento más decisivo que el partido haya vivido desde que lo fundara hace casi 10 años. A menos de un mes del 23-J y a la baja en las encuestas. Iván Espinosa de los Monteros es el único miembro de la cúpula que figura en aquella foto.

Jorge Buxadé, Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, en diciembre de 2022, en Madrid.

Jorge Buxadé, Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, en diciembre de 2022, en Madrid. Jesús Hellín EP

Mucho se ha especulado con su pérdida de influencia como cabeza visible de una de las dos almas que vertebran el partido, la más liberal. De la otra, la más nacionalcatólica, nostálgica, populista y antiliberal, su principal representante es el vicepresidente de Acción Política, Jorge Buxadé, un hombre avergonzado de su pasado en el PP pero no en Falange.

La purga en las listas electorales de dos de los diputados más liberales y destacados esta legislatura, Víctor Sánchez del Real y Rubén Manso, han terminado de avivar los rumores de ese desequilibrio en favor de Buxadé. Aunque "nadie" sepa "muy bien lo que está pasando en el partido", aseguran fuentes de peso en la organización.

¿Quién ha hecho las listas? Las aprueba el comité ejecutivo nacional de Vox sobre las propuestas de los comités provinciales. Sin embargo, explica a EL ESPAÑOL un diputado que no continuará, "se me ha dicho que el comité electoral había dado los cambios sobre las propuestas provinciales, donde estábamos los afectados". ¿Y quién forma ese comité? Desde la dirección nacional de Vox dicen que "todavía no está formado" y que "nunca hacemos públicas las estructuras internas del partido ni los equipos de trabajo"

Además, otras fuentes indican la contradictoria entrada vía La Gaceta de la Iberosfera, el periódico online de la Fundación Disenso, think tank de Vox, de marxistas de marcado corte nacional, antiprogresistas e incluso conservadores, etiquetados como rojipardos según el argot de las redes sociales.

Tradicionalismo antiliberal

"Buxadé no está en el mismo círculo concéntrico que Cabanas, Espinosa o Javier Ortega Smith", asegura a EL ESPAÑOL una fuente conocedora de los entresijos de Bambú, "pese a las cagadas que ha tenido" este último, relevado en la secretaría general del partido por Ignacio Garriga, muy cercano al pensamiento de Buxadé, pero con "menos influencia en Abascal".

También María Ruiz, sustituta del problemático Tomás Fernández, mano derecha de Ortega Smith al frente de la vicesecretaria de organización, carece de galones estratégicos. La única forma de mandar en Vox, por lo tanto, es permanecer cerca del líder del partido, rondar la sala de máquinas. Puede que sólo su asesor Enrique Cabanas respire casi tan cerca de Abascal como Méndez-Monasterio. 

Cabanas cuajó una gran amistad con el líder de Vox cuando este llegó a Madrid en febrero de 2010, de la mano de Esperanza Aguirre, para dirigir la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid hasta diciembre de 2012. En abril de 2013, la ex presidenta madrileña lo puso al mando de un chiringuito de la Comunidad de Madrid—como ha reconocido el propio líder de Vox— que acabó cerrando. 

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Se trata de un hombre poco amigo de los focos. "Es alérgico al protagonismo, al considerar que su sitio está en la trastienda. Lo suyo es solucionar problemas", escribe Abascal de Cabanas en No me rindo (La Esfera de los Libros, 2014) una autobiografía política publicada al alimón con el periodista Gonzalo Altozano.

"Hay a quien Enrique le recuerda a McGyver, el protagonista de aquella serie de televisión de los ochenta que era capaz de neutralizar un escape en una central nuclear con sólo una barra de chocolate", sigue. Una descripción y un rol que, una década después, seguiría sosteniendo el líder de Vox.

Entonces, ¿por qué ese protagonismo de Buxadé? Además de ser la cara visible del partido, el que da las ruedas de prensa los lunes, su papel como emisario en los parlamentos autonómicos incluido su desembarco en Mérida para dinamitar el acuerdo con la candidata del PP, María Guardiola— ha demostrado su peso en el partido. 

"Buxadé fue más por figurar que por otra cosa", garantiza una fuente parlamentaria de Vox, que estima que su trabajo diario en las tripas del partido, donde cuenta con mucha afinidad ideológica, lo ha propulsado. Algo sumado a la falta de interés por los asuntos orgánicos de Espinosa de los Monteros. "Los liberales son, en realidad, los que venían del mundo económico real, y todas esas conspiraciones les ha pillado trabajando en el Congreso; a Iván el primero", asegura uno de los diputados de Vox esta legislatura.

Ignacio de las Hoces, candidato de Vox por Badajoz y muy cercano a Santiago Abascal.

Ignacio de las Hoces, candidato de Vox por Badajoz y muy cercano a Santiago Abascal. E.E.

Tanto el Sánchez del Real como Manso han mostrado públicamente su sorpresa por una noticia recibida sin explicaciones. "Todos los partidos tienden al estalinismo, incluido el mío", dijo este domingo Manso en una entrevista en esRadio.

En las últimas semanas, además, ha asomado el nombre de Ignacio de las Hoces, hasta ahora asesor parlamentario del partido, ahora relevo de Sánchez del Real como cabeza de lista al Congreso por Badajoz. De las Hoces ha sido quien se ha sentado en la mesa con Ángel Pelayo Gordillo, candidato de Vox en Extremadura, a negociar el gobierno autonómico. Se trata de otra persona especialmente alejada de los postulados más liberales y moderados del partido.

"Es muy, muy tradicionalista", asegura otra fuente, cercana esta al líder de Vox. "Es una persona a quien Abascal le atribuye mucho criterio político, inteligente, tiene varias carreras, con doctorados...", enumera. ¿Y qué tal se lleva con el liberalismo? "Nada, cero, anti", contesta. "Son el mismo grupo y tienen las mismas ideas: actúan al unísono", dice sobre la relación de quienes mandan en Vox. "El resto del partido no está organizado y, conforme van saliendo del foco, van cayendo del tablero", se quejan fuentes parlamentarias.

'Rojipardos' en La Gaceta

El declive de las figuras con una tendencia liberal más marcada no sólo coincide con el auge del tradicionalismo, siempre presente en Vox. Al antiliberalismo no sólo se llega sólo por esa vía. Otra es el marxismo, paradójicamente, principal enemigo del partido. En Vox no sólo hay asesores del partido que hunden sus cimientos ideológicos en el comunismo, sino también columnistas fichados recientemente por La Gaceta de la Iberosfera.

Santiago Armesilla, un conocido teórico youtuber identificado como rojipardo, es el ejemplo más claro. "Que en La Gaceta de la Iberosfera escriba sobre derecha, izquierda, materialismo, su madre fallecida o el concepto de nación el impulsor más reconocido de la Iberosfera parece lo suyo. Llevo 10 años aguantando insidias de tontos de espesor variable. No cambia", defendió su fichaje Hughes, director de Ideas del diario digital de Vox. 

La GacetaEl Toro TV son los dos medios de comunicación que despliegan el agitprop del partido, ambos propiedad del Grupo Intereconomía, presidido por Julio Ariza, muy cercano a Abascal y habitual visitante del cuartel general del partido. Kiko Méndez Monasterio, no en vano, fue uno de sus creadores, donde tuvo distintos cargos directivos (dirigió La Gaceta) y donde llegó a compartir tertulias con el propio Abascal. Ambos medios, muy de derechas, se definen por una línea profundamente antiglobalista, antiecologista y antiinmigración.