A la izquierda, Taylor antes de dejar los refrescos. A la derecha, su gran cambio.

A la izquierda, Taylor antes de dejar los refrescos. A la derecha, su gran cambio.

Reportajes

El brutal cambio físico de Taylor, el joven que perdió 70 kilos tras dejar de beber refrescos: "Es una locura"

El joven ha confesado que llegaba a beber hasta 12 latas de refresco al día. Según sus cálculos, podía llegar a gastarse más de 2.300 dólares al año. 

David Martínez
Publicada

La historia de sacrificio y voluntad de Taylor Robertson se ha convertido en lo más comentado de las redes sociales en los últimos días. Cuando en 2021 decidió comenzar su gran cambio, este joven estadounidense de 27 años y nacido en Carolina del Norte pesaba más 150 kilos. Él mismo se ha encargado de contar como era su rutina diaria. Por aquel entonces, llegaba a consumir unas 12 latas de refrescos al día y era completamente dependiente de la comida basura, a la que recurría frecuentemente tanto a la hora de la comida como de la cena. Sin embargo, llegó el día en el que Taylor decidió comenzar su gran cambio y dejar a un lado su mala vida para convertirse en todo un ejemplo de sacrificio. 

Tan solo nueve meses después de iniciar su aventura de abandonar la comida basura y las bebidas azucaradas, Taylor se subió a la bascula. En esta ocasión, marcaba 70 kilos menos de los que indicaba poco menos de un año atrás. Ante este tipo de situaciones, muchos se han preguntado cuál ha sido su truco. Y es que, este joven estadounidense no solo ha renunciado a sus placeres gastronómicos, sino que también ha acompañado a su dieta saludable un organizado entrenamiento por semanas que le ha permitido ponerse en forma. 

La vida de Taylor ha cambiado por completo. El motivo por el cual decidió iniciar el reto, tal y como él mismo ha señalado, fue por verse mejor consigo mismo. Pero no fue el único. El joven estadounidense quería mostrarle su mejor versión a su pareja, Hayleigh Cass, de 24 años, con la que planea casarse. Ahora, las ambiciones y retos de Taylor van mucho más allá. Y es que, aunque ni él mismo pudiera imaginarlo hace meses, su próximo desafío ahora es participar en una competición de Ironman. 

Imagen de Taylor junto a su novia antes de su gran cambio.

Imagen de Taylor junto a su novia antes de su gran cambio.

Él mismo ha sido el encargado de contar su historia y su gran cambio. Según ha explicado el joven en varias ocasiones, cayó en un círculo vicioso en el que predominaba "un estilo de vida perezoso" tras acabar la universidad. Su día a día era consumir comida rápida, refrescos e incluso bebidas alcohólicas, de las que acabó dependiendo hasta el punto de convertirse en adicto. "Solía despertarme con resaca todos los días", ha asegurado. 

Su "mala vida" afectaba también a su relación amorosa con su prometida. Él mismo ha confesado tiempo después que, cuando salía, fruto del consumo de alcohol, se acercaba a chicas para intentar ligar con ellas. "Hablaba con chicas en un bar cuando estaba borracho. Me di cuenta de que iba a peor mi relación". 

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En su mente, en un primer momento, nunca estuvo dejar esa vida. Sin embargo, querer luchar por su mujer y cuidar su estado de salud le hizo comenzar con su gran cambio. Debido a su sobrepeso y al consumo continuado de refrescos y comida basura, Taylor comenzó a quedarse sin respiración mientras dormía. "Mi prometida tuvo que despertarme y decirme: "Oye, no respiras"", ha narrado. 

"Perdí algo de peso después de estar sobrio y tuve tiempo libre que solía dedicar a beber. Encontré una dieta de una comida al día y decidí intentarlo. Al principio comí comida china, lo cual funcionó, pero me di cuenta de que no era muy saludable y ahora preparo yo mismo comidas fáciles como pollo y arroz", ha explicado. 

Las redes sociales se han quedado perplejas al descubrir la historia de sacrificio y voluntad del joven y ver cuál ha sido su cambio físico. Tal y como él mismo ha detallado, no solo se consideraba adicto al alcohol, sino también a los refrescos. "Antes bebía unas 12 latas de Pepsi al día, usándola como complemento después de una bebida alcohólica", ha añadido. 

El brutal cambio físico de Taylor.

El brutal cambio físico de Taylor.

Según sus cálculos, solía gastar 13 dólares en Pepsi todos los días. Un paquete de seis latas le suponía un coste de más de 6 dólares, lo que equivalía a unos 45 dólares a la semana, 183 al mes y más de 2.300 al año. 

"Pesaba 232 kilos y solo lloraba"

La historia de Taylor recuerda a la de Óscar Molina, otro fenómeno de las redes sociales. Su historia de superación no solo muestra su cambio físico, también la 'cara B' y la dureza de un proceso de este tipo. La historia de este jienense se ha hecho nacionalmente famosa el pasado mes de junio, cuando narró al detalle su ejemplo de superación. Tal y como él mismo contó, Óscar pasó de casi no moverse de la cama a ser un atleta de fondo. 

Óscar Molina era una persona que vivía con un alto riesgo de problemas para su salud como consecuencia de su exceso de peso. Padecía obesidad mórbida y pesaba más de 230 kilos. Levantarse de la cama ya era una tarea casi imposible para él. La situación era tan límite que su vida se encontraba en peligro si no adoptaba un cambio radical. Y encontró el camino a través de una vieja bicicleta estática que tenía olvidada en su habituación. 

Después de llorar sin parar se subió a esa bicicleta estática que cambió algo en su cabeza. "Me subí a la bicicleta. Nada, dos minutos y poco más. A partir de ahí mi vida cambió", contó. En la actualidad, compite en ultramaratones y se ha convertido en uno de los mejores de Andalucía y de España.