Inmaculada Pineda junto a su madre Granada Romero, la segunda de las víctimas mortales del Virus del Nilo en Sevilla.

Inmaculada Pineda junto a su madre Granada Romero, la segunda de las víctimas mortales del Virus del Nilo en Sevilla. E. E. Sevilla

Reportajes

Inma, hija de una de las víctimas del Virus del Nilo: "Te comen los mosquitos junto al Guadalquivir"

Su madre, Granada Romero, fue la segunda víctima mortal de la enfermedad en 2024. Confiesa que "no tenía patologías previas" y exige soluciones a las administraciones.

15 agosto, 2024 02:13
Jaime Sánchez Miguel Arco

El Virus del Nilo ha golpeado con dureza la vida de Inmaculada Pineda. Su madre, Granada Romero, de 86 años, fue la segunda víctima mortal del Virus del Nilo en la provincia de Sevilla, que ya se ha cobrado la vida de tres personas durante el verano. Además, hay diez casos reconocidos por la Junta de Andalucía hasta ahora.

Esta vecina de la Puebla del Río (Sevilla) cree que su padre ya sufrió la enfermedad en 2016, mucho antes de la crisis de 2020 (cuatro muertos en Sevilla). "No se confirmó porque antes no se hacía la prueba de la punción lumbar, pero sí pasó la meningitis", asegura.

Inma revela que hay muy pocas personas en el pueblo sin miedo. De hecho, insiste en que su hermana se ha tenido que marchar a otra vivienda y que ella, si tuviera medios, también lo haría. "Tengo una mosquitera cubriendo el techo del patio porque me da pánico", admite.

Asimismo, tal como reconoce, tiene dudas sobre las estadísticas oficiales y exige a las administraciones la solución de un problema que, a su juicio, podría haberse atajado mucho antes.

- ¿Cuándo falleció su madre?

- El día 19 de julio. Además, hace ocho años contrajo mi padre también la enfermedad. No se pudo confirmar porque entonces no hacían la prueba de la punción lumbar, pero sí pasó la meningitis. Nos dimos cuenta de que mi madre tenía lo mismo porque los síntomas eran exactamente iguales. Nos llegaron a decir los médicos que nos despidiéramos de él. Ni mi padre ni mi madre tenían patologías previas.

- ¿Cuáles fueron los síntomas?

- Empezaron con diarrea, vómitos, fiebre, pérdida de fuerza. Y a partir de ahí empiezan a desorientarse un poco y a perder la fuerza en las piernas hasta tal punto que no se pueden mantener. Nos hemos dado cuenta de que iban perdiendo fuerza desde los pies para arriba.

- ¿Hay vecinos que viven con miedo por este virus?

- Yo creo que es difícil encontrar a personas que no tengan miedo a día de hoy.

- ¿Cuál es la diferencia respecto a otros años?

- Estamos viendo que no se termina de dar una solución. Cada vez hay más infectados. Mi padre casi se muere, pero pudo alargar su vida cuatro años más hasta fallecer por Covid. Y mi madre ha fallecido. Estamos viendo que cada vez hay más contagios y que además hay más fallecimientos.

- Varios vecinos, entre ellos, el portavoz de la plataforma de afectados, Juan José Sánchez Silva, dudan de las estadísticas oficiales. ¿Usted qué piensa?

- No sé el motivo ni a quien corresponde, pero estoy segura de que están ocultando datos. Mi madre ingresó un viernes. Le hicieron la prueba y nos confirmaron que tenía meningitis. Al lunes siguiente por la mañana nos confirman que tiene Virus del Nilo. El miércoles me pongo a llamar por teléfono porque veo los datos publicados y veo que no hay ningún ingreso de la Puebla del Río en el hospital. Y mi madre se estaba debatiendo entre la vida y la muerte. Entonces, me entra la impotencia de que mi madre no sea ni un número. Me puse a llamar para ver qué pasaba.

- ¿Y cual fue la respuesta?

Me dijeron que ellos no están ocultando datos. Entonces pedí que me dijeran cuántas personas había ingresadas en el Virgen de Rocío de La Puebla y Coria del Río. Me dijeron que ninguna. Mi madre no era un número siquiera. Me pidieron que yo mandara los documentos. No quise hacer eso porque no es mi trabajo. No sé a qué institución corresponde eso.

- ¿Cree que se ha actuado tarde?

- Mi indignación es que desde 2016, cuando mi padre cogió la meningitis, hasta 2024, han pasado ocho años. Si hubieran hecho lo que se tenía que hacer, probablemente mi madre estaría aquí hoy en día.

- ¿Sigue teniendo miedo?

- Sí, tengo una hermana que se ha ido del pueblo. Ella tiene la posibilidad porque tiene otra vivienda fuera. Yo no tengo la opción, pero si pudiera, tampoco me quedaba.

- ¿Ha dejado de salir a la calle con normalidad?

- Salgo a hacer recados por la mañana. Llega una hora en la que no puedes salir por el calor y por la noche te comen los mosquitos. Yo no salgo. Mis hijos tampoco. Los tenía apuntados a actividades veraniegas, pero hay muchos mosquitos en las zonas donde se practicaban. En mi patio tengo una mosquitera cubriendo el techo porque me da pánico.

- ¿Hay muchos más mosquitos este año?

- En La Puebla del Río siempre ha habido mosquitos. Estamos acostumbrados. La gente de fuera me preguntaba cuándo le había picado uno a mi madre. Aquí es imposible saberlo porque constantemente están picando. Lo hemos naturalizado. La sensación es que este año sí hay más cantidad de mosquitos, pero no son todos de los que pican.

- ¿Cree que hay solución para esta plaga?

- El problema es que estamos en el ‘boom’ y luego en invierno se olvida. Le están tratando de achacar esto a los arroceros, pero el año pasado no se sembró y también había mosquitos. Durante todo el invierno ha habido mosquitos y todavía no se había sembrado. No se le puede echar la culpa al más débil.

- ¿Se puede hacer algo desde la agricultura?

Mi padre era agricultor. Mi marido y mi hermano también lo son. A ellos les aprietan mucho. Ellos no pueden echar el producto que quieran ni cuando quieran. Está todo muy regulado, pero no el arroz que viene de fuera, que utiliza los mismos pesticidas que prohíben en España. Tenemos que tener todas las mismas condiciones y lo que aquí no se puede echar, sí se puede utilizar en otras zonas como Valencia o Extremadura.