La descripción del asesino de Mateo: un menor rubio de entre 15 y 17 años, de 1,60, blanco, rapado y fino
Un vecino de Mocejón contactó con la Guardia Civil para alertar de que las cámaras de seguridad de su domicilio grabaron al sospechoso.
19 agosto, 2024 09:06El asesino de Mateo es rubio, luce el pelo rapado, mide 1 metro y 60 centímetros, tiene un físico delgado, viste ropa deportiva, una camiseta de manga corta, un pantalón tipo bermudas, calza zapatillas, y su edad oscila de 15 a 17 años. EL ESPAÑOL ha confirmado la descripción física ofrecida a los investigadores por los amigos de Mateo: el niño, de 11 años, que ha sufrido un ataque mortal este domingo por la mañana, en el campo de fútbol del Polideportivo Municipal Ángel Tardío de Mocejón.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo ha decretado el secreto de sumario a la investigación que desarrolla a contrarreloj la Guardia Civil, pero fuentes próximas al caso detallan a este diario que el asesino más buscado del país no ha mediado palabra con el grupo de niños que estaba con Mateo. Los supervivientes, de entre 10 y 11 años, han explicado que "estaban jugando una pachanga en el campo de fútbol", cuando un adolescente "ha aparecido de repente", ocultando su rostro, antes de esgrimir un arma blanca y de "empezar a correr" para coger "al azar" a uno de ellos: al pobre Mateo.
Los menores han relatado que eran las 9.30 horas del domingo, cuando el sospechoso ha entrado "a pie" al Polideportivo Municipal Ángel Tardío de Mocejón. "El asesino no se ha dirigido a los niños ni les ha dicho palabra alguna". Tampoco le ha dicho nada a Mateo. "Iba con un pañuelo tipo bandana, ocultando su rostro desde la nariz, como una película del oeste americano", tal y como detallan las citadas fuentes. El adolescente parecía el bandolero de un wéstern. "Los niños han huido al ver que entraba al campo de fútbol, enseñando una especie de cuchillo o navaja".
A partir de ese momento, la pachanga se ha convertido en una cacería que ha durado unos segundos. "El asesino ha cogido al crío que menos corría y lo ha apuñalado por todo el cuerpo". De hecho, Mateo ha recibido "más de tres puñaladas letales" en órganos vitales. "El adolescente ha apuñalado al chiquillo con la intención de que no pudiera sobrevivir al ataque con el arma blanca porque se ha ensañado. Todos los niños corrieron, pero alcanzó a Mateo y sufrió heridas mortales".
Estos testigos directos del ataque aseguran a la Guardia Civil que vieron al sospechoso "llegar y marcharse a pie" del polideportivo. Unos cinco niños que eran amigos de la víctima corrieron hasta esconderse en la casa de uno de ellos porque era la más cercana a las instalaciones municipales. Los supervivientes ofrecen una descripción similar del asesino de Mateo: "No es conocido del pueblo ni es alumno del instituto de Mocejón. Es un adolescente, de entre 15 y 17 años, rubito, con el pelo rapado, de piel clara, delgado, 1,60 de altura, con camiseta de manga corta y pantalón corto".
El grupo de críos de entre 10 y 11 años, se quedó "en shock" tras presenciar el terrorífico ataque que sufrió su amigo Mateo: "La víctima estaba tirada en la banda del campo de fútbol, envuelta en sangre, y los médicos no pudieron reanimarle". Los chiquillos no eran capaces de especificar la dirección en la que "huyó a pie" el autor de este infanticidio después de salir del polideportivo. El sospechoso se esfumó, a pesar de que algunos vecinos hicieron batidas con sus propios vehículos en cuanto los menores se refugiaron en una casa próxima al polideportivo y alertaron de lo sucedido.
En los minutos que tardó en llegar la Guardia Civil, el sospechoso pudo subirse a algún coche para coger la autovía A-42 que conecta Toledo con Madrid, incluso alguna de las dos comarcales que hay cerca de las instalaciones deportivas: la CM-4006 y la CM-4001. "Alrededor hay pueblos que están a diez o quince kilómetros, como Olías del Rey, Magán o Alameda de la Sagra". La 'Operación Jaula' que se desplegó con varios controles por carretera, movilizando un helicóptero, y a la que se sumaron vehículos del Seprona y de la Policía Nacional, no dio con el paradero del infanticida.
Tampoco se ha localizado el cuchillo o la navaja que utilizó para arrebatar la vida al pequeño Mateo: jugador de la Escuela Deportiva del CD Mocejón con 75 años de historia y que milita en la Primera Autonómica de Castilla-La Mancha. "Posiblemente se llevó el arma blanca para esconderla", según apunta otra fuente próxima al caso. "De momento, un vecino se ha puesto en contacto con la Guardia Civil para informar de que las cámaras de seguridad de la fachada de su vivienda le grabaron".
¿Un Ford o un BMW?
Este soplo refuerza la hipótesis de que el infanticida huyese a pie del polideportivo para coger posteriormente un vehículo: un Ford Mondeo, de color gris, o un BMW modelo 120. Tanto la Unidad de Policía Judicial como el Grupo de Información de la Comandancia de Toledo están analizando las cámaras de seguridad que hay colocadas por varias calles de Mocejón, y que están equipadas con lectores de placas de matrícula, para tirar de este hilo a ver si les lleva hasta el paradero del protagonista de uno de los episodios más duros de la crónica negra española.
De momento, están abiertas todas las hipótesis para aclarar este crimen aberrante que ha sumido en el dolor a este pueblecito de 5.100 habitantes porque no encuentran consuelo para los padres de Mateo: una familia de clase media, muy trabajadora y querida, vinculada a una conocida panadería de Mocejón.
"El asesino puede ser desde una persona con un trastorno mental a un adolescente realizando un rito de iniciación para entrar a una banda". Esta última teoría obedece a que los amigos de Mateo describen el pañuelo con el que ocultaba su rostro el sospechoso, como uno tipo bandana que se vincula con la estética de los pandilleros: Los Trinitarios usan el color verde; Los Bloods, el rojo, y los Dominican Don't Play, uno negro.
Además, por redes sociales circula información que recalca que el sospechoso lleva tatuada una mano. "En el norte de la provincia de Toledo ha habido constancia de la presencia de bandas latinas que captaban a adolescentes de su nacionalidad y españoles, los cuales debían superar una prueba para ser aceptados: cometer un delito", según apunta una fuente próxima al caso. Valga como botón de muestra que la Guardia Civil ya ha desarticulado en esa zona al grupo juvenil violento: Blood.
La 'Operación KLOK' se saldó con la detención de 6 personas, según un comunicado del Instituto Armado de en noviembre de 2022. El objetivo de Blood era ejercer "el poder y control de forma coercitiva sobre ciertos sectores de la población, especialmente los más jóvenes", en la zona de La Sagra toledana. Todo ello, para lucrarse perpetrando robos y cometiendo extorsiones.
La Guardia Civil trabaja a destajo para localizar al infanticida ante la alarma social que ha generado la muerte de Mateo, de 11 años. El periodista Asell Sánchez, primo del menor asesinado, ha ejercido de portavoz familiar para aclarar que los padres del niño desconocen las motivaciones del asesino: "No se sabe. Mocejón es un pueblo tranquilo en el que estas cosas no han pasado nunca. Estamos todos los vecinos, toda la familia y todo el mundo que no sabemos ni dónde estamos".