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El hangar es lo suficientemente alto como para albergar un avión; el techo está cruzado por una grúa-puente amarilla que se asemeja a una arteria metálica. Bajo ella, varios operarios revisan un fuselaje color crema y los cajones exteriores del ala de un dron. A lo lejos se abre una puerta. Un hombre con corbata y americana, en cuya solapa luce un impoluto pin de Airbus, cruza el gigantesco almacén a ritmo apresurado. Se trata del ingeniero aeronáutico Modesto Revuelta, el responsable del programa SiRTAP de Airbus Defence and Space.

Ningún otro medio antes de EL ESPAÑOL se había adentrado en este pabellón, que no es sino una suerte de taller de artesanía aeronáutica en el que se forjan y pulen los sistemas más avanzados de la defensa de los cielos. SiRTAP, en cuyo desarrollo trabajan más de 500 empleados de la firma, es uno de ellos. De ahí el hermético secretismo que rodea todo su proceso de fabricación. Su acrónimo responde a 'Sistema RPAS Táctico de Altas Prestaciones' y, en la práctica, se trata de un dron espía de última generación destinado al ámbito militar. Sus funciones son las de reconocimiento y vigilancia, aunque el aparato cuenta con potencial para cargar armamento.

"El SiRTAP es, ante todo, un sistema que está compuesto por un avión y una estación de control terrestre o Ground Control Station (GCS)", explica Modesto Revuelta mientras se aproxima a una maqueta a escala 1:1 del aparato cuya cola, en forma de V, está serigrafiada con los colores de la bandera de España y el azul y blanco de la compañía. "Es un vehículo con una autonomía de 20 horas que aguanta un rango de temperaturas de entre -40º C a 50 ºC y que se controla de forma remota, lo que permite operarlo en casi cualquier lugar del mundo".

Vista de la maqueta a escala 1:1 del SiRTAP, el dron espía que fabrica Airbus Defence and Space.

Vista de la maqueta a escala 1:1 del SiRTAP, el dron espía que fabrica Airbus Defence and Space. Rodrigo Mínguez E. E.

El funcionamiento del sistema es fácil de comprender. El dron despega y aterriza de forma autónoma desde una pista no necesariamente pavimentada, por lo que lo único que necesita es una pista de despegue compacta. Una vez toma la altura necesaria –puede alcanzar hasta 20.000 pies, alrededor de 6.090 metros–, el equipo humano se encuentra en la estación de control terrestre portátil, se encarga de supervisar el vuelo y efectuar las modificaciones necesarias durante la misión.

Este equipo está formado por tres personas: un especialista encargado del seguimiento del vuelo que atiende a las potenciales alertas y ajusta los parámetros de vuelo y navegación; un operador de los sensores encargado de la carga de pago útil del avión, y un comandante de misión que coordina la misma. Gracias a un remolque que transporta una estación terminal de datos o GDT (Ground Data Terminal), se conectan en remoto con la aeronave. Si se pierde la conocida como "línea de vista", se conectan al SiRTAP por satélite.

"La principal misión para la que ha sido diseñado este sistema es la conocida como 'ISR', es decir, inteligenciavigilanciareconocimiento", explica Revuelta. "Con las capacidades que ofrece SiRTAP se pueden realizar misiones tanto de índole militar como gubernamental. Control migratorio, detección de pesca ilegal, monitoreo de incendios, entre muchas otras cosas. Podemos equipar el aparato con sensores electroópticos, infrarrojos, radares multimodo, enlaces satelitales y en el futuro podrá portar armamento, como bombas ligeras, hasta lanzar misiles. Tiene una capacidad de carga de 65 kilos por semiala, 130 en total".

La OTAN divide en tres clases los conocidos como RPAS o UAVs (vehículos aéreos no tripulados). La primera está compuesta por los Micro, Mini y Small UAVs, aeronaves con un peso inferior a 150 kilos destinadas a operaciones locales y de vigilancia de corto alcance. La segunda la componen los Tactical UAVs, de entre 150 y 600 kilos, centradas en operaciones tácticas. La tercera clase, los Strategic UAVs y los MALE (Medium Altitude Long Endurance), están focalizados en ejecutar operaciones estratégicas de largo alcance. El SiRTAP es una plataforma táctica con prestaciones low end MALE, es decir, un sistema que se encuentra a caballo entre la categoría táctica y la estratégica.

A la izquierda, un remolque GDT o Ground Data Terminal, una terminal de datos terrestres con un sistema de antenas destinado a controlar la aeronave; a la derecha, la GCS o Ground Control Station, la estación de control terrestre desde la que se supervisa el vuelo del dron espía.

A la izquierda, un remolque GDT o Ground Data Terminal, una terminal de datos terrestres con un sistema de antenas destinado a controlar la aeronave; a la derecha, la GCS o Ground Control Station, la estación de control terrestre desde la que se supervisa el vuelo del dron espía. Rodrigo Mínguez E. E.

"Gracias a este proyecto estamos desarrollando las capacidades tecnológicas para formar un tejido industrial en España que nos permitirá desarrollar UAVs end to end, es decir, de principio a fin", continúa Revuelta, quien recuerda que las capacidades tecnológicas desarrolladas en el programa SiRTAP permitirán a la industria española jugar un papel relevante en el pilar de remote carriers del programa FCAS (Future Combat Air System), el ambicioso programa de Defensa compartido por Francia, Alemania y España para crear un ecosistema de combate aéreo modernizado que incluirá aviones de combate de sexta generación, drones autónomos y sistemas conectados mediante inteligencia artificial.

SiRTAP pretende así reemplazar al UAV-PASI, el obsoleto sistema de drones destinado a reconocimiento y vigilancia que utiliza el Ejército de Tierra español. "La idea es desarrollar un sistema nacional que lo sustituya. Defensa estableció unos requisitos, que incluyeron también los definidos por el Ejército del Aire. SiRTAP pretende dar la mejor solución a ambas partes".

En el marco geopolítico contemporáneo, y con la sombra del 5 % de inversión en Defensa que pesa sobre los miembros de la OTAN, el ministerio que dirige Margarita Robles ha decidido apostar por Airbus para modernizar sus equipos de cara a 2027. Así, ha firmado ya la compra de 9 sistemas SiRTAP, lo que equivale a 27 vehículos aéreos y 9 estaciones de control en tierra. Son tres aviones por sistema debido a que estos están destinados a operar en misiones 24/7. Como su autonomía es de 22 horas como máximo, siempre debe haber un relevo. El tercero es un avión en reserva.

Cinco sistemas SiRTAP irán para el Ejército de Tierra y cuatro para el Ejército del Aire. Por su parte, Navantia y Airbus Defence and Space firmaron a finales de enero un Memorando de Entendimiento (MoU) para explorar la integración de este sistema aéreo en el buque Juan Carlos I de la Armada, desarrollado por el astillero. "Nuestros análisis preliminares indican que, efectivamente, el sistema podría operar desde el portaaviones", confirma Revuelta.

Modesto Revuelta, responsable del proyecto SiRTAP, durante la entrevista con EL ESPAÑOL en las instalaciones de Airbus en Getafe.

Modesto Revuelta, responsable del proyecto SiRTAP, durante la entrevista con EL ESPAÑOL en las instalaciones de Airbus en Getafe. Rodrigo Mínguez E. E.

El SiRTAP es un producto 'marca España', aunque no todos los elementos que lo componen son nacionales. Si bien el desarrollo y ensamblaje se realiza desde las instalaciones de la Airbus en Getafe, parte de su tecnología proviene de Colombia. Esto se debe a que en 2019 se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Defensa de España y el de Colombia para colaborar en el lanzamiento de SiRTAP con el objetivo de poner en marcha el programa de forma conjunta.

Tras el cambio de gobierno en el país hispanoamericano y el terremoto pandémico, el acuerdo gubernamental mutó en un acuerdo industrial. "En mayo de 2023 el presidente Petro firmó un acuerdo de colaboración en varias áreas tecnológicas con nuestros directivos. El compromiso es que la CIAC (Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana) proporcione la cola en forma de V y el tren de aterrizaje. Con esos dos componentes, Colombia es una parte importante del programa. El acuerdo con CIAC para esos paquetes de trabajo está sujeto a la compra de sistemas por parte del gobierno colombiano".

La fecha de puesta en marcha del SiRTAP está fijada en 2027. Será entonces cuando el Ejército español lo podrá empezar a utilizar en sus misiones militares. Por lo pronto, el primer prototipo del dron espía español se encuentra en la última fase de desarrollo y ensamblaje. Está previsto que la primera aeronave de prueba despegue en 2025 desde el Centro de Ensayos para Unmanned Systems (CEUS), a cuyas instalaciones EL ESPAÑOL acudió recientemente.

Durante todo 2026 se llevará a cabo una campaña de vuelos, así como una de certificación, ya que este sistema estará certificado para volar en espacio aéreo segregado, es decir, la zona del cielo reservada exclusivamente para un tipo específico de operación en la cual no pueden interferir otras aeronaves. "El objetivo es entregar nuestro primer sistema a Defensa en el primer semestre de 2027 y que siga creciendo con el paso de los años. Porque siempre que lanzamos algo, lo hacemos incorporando las últimas tecnologías y dotando al producto, desde el inicio, una capacidad de evolución", concluye Modesto Revuelta.