David Piernagorda, con una foto de su hija, a  la que no ve desde el 16 de noviembre de 2023.

David Piernagorda, con una foto de su hija, a la que no ve desde el 16 de noviembre de 2023.

Reportajes

David, un año y cuatro meses sin ver ni comunicarse con su hija: "La ha secuestrado la Generalitat de Catalunya""

El DGAIA, de la Consellería de Servicios Sociales, declaró a su hija en desamparo al alegar que él "tenía un carácter violento, cuando no tengo ni antecedentes".  

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David Piernagorda lleva sin ver a su hija desde noviembre de 2023. Desde el 13 de noviembre. Fue cuando su madre se la llevó consigo tras denunciarle por violencia de género, y le dieron un piso de acogida en Barcelona. La víspera de aquella denuncia ella le agredió a él en casa y David la denunció por violencia doméstica. Mientras que la de ella quedó archivada en primera instancia y en segunda, y ya es firme, la de él prosperó: tiene una orden de alejamiento.

Cuando estaba en el piso de acogida, en mayo de 2024, la mujer se tiró desde el tercer piso en presencia de la niña.

"La madre ya tuvo antes intentos de suicidio. Tiene un trastorno límite de personalidad, y tuvo problemas de bulimia desde pequeña. Luego se complicó con adicciones.  Incluso consumió durante el embarazo y Servicios Sociales nos quitó a la niña, pero luego nos la devolvió. Fue en 2014".

Entonces "fui a rehabilitación y no consumo desde entonces. Durante el Covid, yo trabajaba como jefe de planta planta en la que se guardaban los respiradores para los hospitales de toda Cataluña, así que estaba fuera de casa todo el día. Fue entonces cuando estando sola, ella recayó en la droga". 

David narra que "recibía llamadas del colegio, porque no la llevaba, o directamente no iba a recogerla. Me tuve que pedir una baja voluntaria del trabajo". Entonces, "por indicación de los Mossos, empecé a recopilar pruebas", rompió con ella -eran pareja de hecho- y comenzó con los trámites para dilucidar la custodia de la niña. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a audios, sentencias judiciales y numerosa documentación que acredita todo lo que sostiene.

En 2023 "perdió el control y me pegó. Con el parte de lesiones la denuncié, y al día siguiente, en represalia, mintió y me denunció por violencia de género". En un juicio rápido, la jueza no le dió la razón "y se marchó de casa. Pero antes recogió a la niña del colegio acompañada por los Servicios Sociales y se marchó a ese piso tutelado".  

Cuando la madre se tiró del tercer piso, la Conselleria, a través de DGAIA (Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia) se hizo con la tutela de la niña. "No me avisaron. Me enteré a los 5 días: me llamaron de Servicios Sociales diciéndome que había sufrido un percance". La siguiente pregunta fue dónde estaba la niña. "Pero es que a los padres de mi ex pareja tampoco les avisó nadie de que su hija se había tirado de un tercero".

El padre, Juan Feria, lo corrobora a este periódico. "Me enteré por David. Que mi hija estaba en la UCI del Hospital Vall d'Hebrón, con un traumatismo craneoencefálico y varias costillas rotas. Estuvo un mes en coma". 

La denuncia por violencia de género, pese a las apelaciones de ella, es firme desde hace mucho. Al estar la menor tutelada, "yo luché porque se la dieran a mi hermana, y le dieron la guarda. A mí me decían que no me la daban ni tampodo me dejan verla porque soy violento. Presenté documentación, las sentencias... y nada".

Las versiones

De pronto, "me cambiaron la versión y alegaron que he tenido problemas de consumo de drogas y me exigen que vaya a un centro de rehabilitación y seguimiento tres días a la semana, y me dicen que aun así, ya se verá. Hace diez años que no consumo nada. Si nos la quitaron cuando nació y nos la devolvieron... y desde luego, su madre sí que los tiene, y se llevó a la niña a una casa de acogida". 

David incide que "he ofrecido que me analicen los pelos, mi doctora de cabecera ha hecho un informe en el que dice que estoy impoluto. Y entonces me dicen que es que la niña no quiere verme. Claro, si su madre se la llevó seis meses y la puso en mi contra". 

"Yo", incide, "no soy un maltratador. Tampoco consumo drogas.  Solo quiero ver a mi hija. Hasta entiendo que sea poco a poco, porque va a cumplir 11 años el mes que viene y llevo más de un año sin verla. Ya no sé qué mas hacer. Hasta me puse en huelga de hambre en el Ayuntamiento de Terrasa".

El abuelo tampoco

Con su ex suegro, David tiene buena relación. Excelente, de hecho. Fue David quien lo llevaba, durante dos meses, al hospital a ver a su hija y luego lo recogía. También acudió Juan Feria al DGAIA para hablar en favor del padre de su nieta.

A partir de entonces "yo tampoco puedo verla. Me dicen que está traumatizada. La veo en fotos, y la veo feliz, jugando. No me creo que esté traumatizada. Yo entiendo que quizá lo pudiera estar por lo de sus padres, ¿pero conmigo? Mi primera nieta, nos queríamos mucho", relata el hombre compungido.

El abogado de David, David Prieto, señala a EL ESPAÑOL que su cliente "fue absuelto en firme de las acusaciones de malos tratos en julio de 2024. Cuando la madre se lleva a la niña, aun no estaba archivada. Lo cierto es que la administración, digamos, no ha sido comunicativa. También es cierto que David no tiene antecedentes, y han ido variando las versiones. Que si ha sido drogadicto, que la niña se está desarraigando... claro que se está desarraigando. Está pasando el tiempo, la justicia es lenta y los niños crecen rápido". 

No obstante, subraya el letrado que "la declaración de desamparo de la niña está recurrida, y es ahí donde se decidirá. Ahora mismo estamos trabajando en que el juzgado acelere o que le concedan al padre un régimen de visitas. Está harto, yo lo entiendo. Y lo cierto es que poco a poco, todo le está dando la razón, pero sigue sin ver a su hija, ha ido a muchísimas reuniones... y creo que no es merecedor de eso. La administración debe darle un horizonte". 

"Yo estoy sometido a una injusticia" ultima David. "Tienen secuestrada a mi hija". Los hechos dramáticos no solo le afectan a él. Juan Feria, el abuelo materno, sostiene que "yo tengo una depresión muy fuerte. Entre lo de mi nieta, y lo de mi mujer". Ingresada con Alzheimer este pasado verano en una residencia , "hoy está muy mal y ya no reconoce a nadie". La abuela, cuando aun recordaba y reconocía, también ha sido privada de ver a la niña, y viceversa. 

Este periódico ha contactado con la Conselleria de Servicios Sociales para recabar su versión sobre el caso, sin que haya habido respuesta.