
Un fotograma del vídeo del menor 16 años sufriendo la agresión en el IES Torres Quevedo de Santander, en Cantabria.
Los 4 agresores en Cantabria del joven de 16 años con parálisis cerebral y silla de ruedas ya habían actuado "otras veces"
Cuando la víctima habló con su madre sobre el vídeo de la agresión, le confesó que había sucedido otras veces. El caso aún se está investigando.
Más información: Cuatro menores golpean a otro de 16 años con parálisis cerebral y silla de ruedas en un instituto de Cantabria: lo grabaron
Tienen entre 16 y 17 años y “son unos inconscientes, unos cenutrios y se tratan así entre ellos”. Fue una de las primeras justificaciones que le dio el IES Leonardo Torres Quevedo a Carmen, la madre del joven de 16 años con parálisis cerebral y silla de ruedas que fue golpeado, insultado y humillado por cuatro compañeros en el citado centro. Le dijeron que su hijo “también se ríe”. Eso fue lo que le expresó el instituto antes de que el caso alcanzara una gran dimensión mediática.
Así lo ha explicado Carmen este miércoles en El Programa de Ana Rosa, la emisión de Telecinco que ha adelantado este caso de acoso escolar en Santander, Cantabria. Es más, esta madre ha reconocido que cuando se enteró de lo ocurrido, tras ver el durísimo vídeo en el que el menor con discapacidad es agredido, le consultó a su hijo el alcance de estas vejaciones: “Tras hablar con él, me ha dicho que ha sucedido otras veces”.
Precisamente eso es lo que ha empezado a investigar este miércoles la Consejería de Educación de Cantabria dentro del procedimiento de acoso escolar activado por la agresión: si es sólo un cruel episodio aislado o ha ocurrido previamente. De momento, los cuatro menores agresores han sido expulsados durante cinco días del centro de manera cautelar, aunque podrían tener que cambiar de centro como sanción más grave dentro del procedimiento administrativo, que está suspendido mientras se instruye otro judicial.

El IES Leonardo Torres Quevedo, donde sucedieron los hechos.
Y es que las imágenes publicadas por los cuatro menores y que se han viralizado en redes son de extrema dureza, pudiendo demostrar varios presuntos delitos. En el vídeo se observa cómo los agresores encierran a su víctima en un aula y comienzan su cruel grabación. Sus crueles vejaciones. Sin piedad alguna.
“Haz alguna maldad, venga. ¡Qué te estoy grabando!”, le dicen al joven con parálisis antes de insisitirle: “¡Evoluciona, joder, haz algo, hostia!”. Pero no todo queda en insultos y coacciones, sino que la cosa evolucionó hasta las agresiones físicas. “¡Toma colleja!”, le dicen mientras uno de los agresores pega al joven. “¡Pégale!”, le incita otro. Y nuevo golpe tras sujetarle la cabeza. Todo esto sucede ante la más absoluta indefensión de un chico en silla de ruedas, que no es capaz de gritar y pedir ayuda.
La víctima trata de huir como puede con su silla de ruedas, llegando a desplazar el mobiliario de la clase. “¡Para, para, para, para!”, le gritan hasta cuatro veces sus agresores. El chico intenta huir del aula, pero los cuatro menores se lo impiden golpeando la puerta de salida. “Date la vuelta, maricón. Date la vuelta”, le dicen mientras giran su silla de ruedas. El joven está indefenso. Fue cuando los cuatro jóvenes le pegaron. El vídeo no llega a los dos minutos, pero evidencia el sufrimiento de la víctima y la crueldad de sus agresores.
Conmoción y consecuencias
Una vez publicado este vídeo, la madre del menor denunció los hechos ante la Policía. Por ello, el caso se ha judicializado al iniciarse un procedimiento por vía penal. Paralelamente, y a raíz de la denuncia pública de Carmen que ha conmocionado tanto a Cantabria como al resto del país, la Consejería de Educación de Cantabria tomó cartas en el asunto después de unos hechos que sucedieron hace unos 15 días.
El pasado martes, en un primer comunicado, el consejero cántabro de Educación, Sergio Silva, manifestó su “condena absoluta” y un “rechazo total” a la agresión sufrida por este alumno. Traducido a los hechos, este miércoles ha garantizado que “no habrá interacción entre el menor con discapacidad agredido y los cuatro participantes en los hechos” y que habrá “máxima protección y acompañamiento” al menor y a toda su familia, ya que están viviendo una situación “bastante complicada”.
“Estamos en una situación en la que hay un control permanente sobre la víctima para que no esté en ningún momento solo, tanto en el aula como fuera. Equipo docente, profesores de apoyo, orientadora y técnico socio-sanitaria que acompañan a este menor por sus especiales características hacen que en ningún momento se encuentre solo”, ha incidido el consejero.

El IES Leonardo Torres Quevedo, en Colindres, Cantabria.
Pese a todo, la madre del menor agredido, Carmen, ha seguido denunciando que al menos hasta esta semana tanto víctima como agresores han estado compartiendo aula, pudiendo llegar a darse situaciones de revictimización.
Expulsados cinco días
Los cuatro agresores, a la espera de lo que determine la justicia por la vía penal, han sido expulsados del centro durante cinco días, aunque podrían tener que cambiar de centro como sanción más grave dentro del procedimiento administrativo.
De esta manera, cuando acabe el procedimiento judicial, el expediente administrativo disciplinario terminará “con las sanciones que tenga que acabar”, según el consejero. La más grave es el “cambio de centro”, ha apuntado.
Por su parte, dentro del propio IES Leonardo Torres Quevedo crecen las demandas de una expulsión definitiva de los cuatro alumnos agresores de 16 y 17 años. El AMPA del instituto ha expresado su “más enérgico rechazo” a los “lamentables hechos de agresión” y ha transmitido su “total solidaridad” con la víctima y su familia. En un comunicado difundido en redes sociales, la asociación ha llamado a “la calma y la responsabilidad”, alertando de que “la tensión y la difusión de informaciones no verificadas solo generan mayor alarma y perjudican el clima de convivencia que tanto valoramos”.
Eso sí, son los propios alumnos del centro y compañeros de los agresores y la víctima los que claman y reivindican la no readmisión de los cuatro acosadores. Incluso están dispuestos a organizarse para protestar y apoyar a su compañero agredido. “La solución no puede ser una simple expulsión temporal. Cinco días no van a cambiar nada. Si esto se deja pasar, el que acabará teniendo que irse será la víctima”, afirma un mensaje difundido por los estudiantes.
También critican la falta de actuación oportuna por parte de quienes tienen responsabilidad directa: “Todos hemos visto actitudes, hemos actuado como hemos podido, pero quienes debían haber actuado antes no lo hicieron”. Ahora, se persigue que los cuatro agresores nunca vuelvan a pisar el centro ni a acercarse a la víctima. Todo claro está, se dirimirá una vez se solucionen los procesos administrativo y judicial.