Era uno de los premios más cantados de la noche. Carla Simón ha levantado su primer premio Goya, el de Mejor dirección novel por su ópera prima, Verano 1993. El filme, basado en su propia experiencia cuando perdió a sus padres, ha sido una de las sorpresas del año en el cine español y llegaba como una de las favoritas de la noche.
Simón, que ya prepara su segundo largometraje, se confirma como la gran promesa de nuestra industria con este galardón y comienza la gala con fuerza para plantar cara al final de la noche a otras producciones más importantes como La librería, su gran rival.
Verano 1993 es una pequeña joya que apuesta por las miradas y la honradez, por encima de los subrayados y la manipulación con la que suele tratarse la infancia en el cine actual.