¿Van a vacunar a los directores españoles que van al Festival de Cannes o sólo a los futbolistas?
Se han saltado el criterio principal para vacunar a los futbolistas, pero ahora deberían ser consecuentes y hacerlo con otros colectivos.
15 junio, 2021 01:29Noticias relacionadas
Lo de que todos los españoles somos iguales ya sabíamos hace tiempo que es mentira, pero con el tema de las vacunas para los futbolistas de la selección española ya ha quedado de manifiesto. El positivo de Busquets ha provocado un efecto dominó que ha provocado una vacunación exprés para los deportistas que no sólo se han saltado la cola del resto de españolas, sino que encima han exigido que fuera Janssen. El criterio que esgrimen los que están a favor de todo lo que ha pasado es que representan a España y que nos hacen muy felices a todos en la Eurocopa.
Espero que, siguiendo ese criterio aplastante, se esté vacunando ya a Clara Roquet y a Lois Patiño, que presentarán su largometraje Libertad y su corto Sycorax en el Festival de Cannes dentro de tres semanas. Creo que ellos también representan a nuestro país, y también nos hacen muy felices. Pero me da a mí que a ellos no les caerá el pinchazito. Porque el cine, y la cultura, están por debajo del fútbol.
Recuerden la que se lió cuando Carlos Bardem dijo hace meses que por qué no se vacunaba a los actores, que se exponían a rodajes y obras de teatro sin mascarilla. Que si menudo egoísta, que si por qué los actores… pues vaya, resulta que al final sólo era una cuestión de clase social, y en en organigrama español los futbolistas siempre están por encima de los actores y representantes de la cultura española.
Habrá gente que diga que los directores de Cannes no defienden de forma explícita a nuestro país y que además no tienen por qué estar sin mascarilla en todo el evento. Parece que si no vas envuelto en una camiseta con la bandera española no representas suficientemente bien. A lo segundo habría que explicar que si un director da positivo el segundo día de un festival, toda la gente que debería ponerse en cuarentena por ser contacto directo -periodistas, fotógrafos, miembros de la organización, gente que haya comido con ellos, trabajadores del hotel- provocarían que el festival se paralizara y se fuera por el retrete. Pero parece que un certamen de cine no cuesta dinero y el fútbol sí.
Que no se quieten la mascarilla, dirán otros, y tienen razón, pero a pesar de tomar todas las medidas esas cosas pueden pasar. Sobre todo pasan cuando has permitido que los futbolistas se vayan de vacaciones en vez de tenerles en una burbuja aislados 15 días antes de empezar la concentración para evitar esto cuando la competición estuviera a la vuelta de la esquina.
De todas formas, si queremos un ejemplo de representante de un país, que haya competido a cara descubierta, y al que no hayan vacunado, ahí está el pobre Blas Cantó, que acudió a Rotterdam para competir en Eurovisión sin su vacuna correspondiente. Pero estamos en lo mismo, Eurovisión no es la Eurocopa, aunque las dos palabras comiencen de la misma forma. De hecho, Cantó se ha llevado un rapapolvo de Ana Rosa Quintana por decir que él no tuvo esa suerte.
Es cierto que son sólo un puñado de vacunas, pero al haber permitido esta excepción rompes el criterio establecido para todos los españoles. Si se sigue un orden, y este lo han cumplido desde el rey -que no las infantas- a los políticos, no tiene sentido que no lo hayan hecho los futbolistas. Y si el criterio era que aquellos que nos representen en eventos internacionales se les va a vacunar para evitar riesgos, esto debería haberse anunciado desde el principio y haberse aplicado a todos por igual, ya fueran futbolistas, pintores, actores, o políticos en una cumbre internacional. Lo que ha ocurrido es que sólo los deportistas se han beneficiado de una medida que rompe el criterio de equidad que se había vendido como ejemplar con la vacunación.