Tras una legislatura como vicepresidenta del Congreso bajo Jesús Posada y otra con Patxi López, Celia Villalobos no se sentará en la Mesa de la Cámara Baja. La diputada gallega Pilar Rojo y la catalana Alicia Sánchez-Camacho han sido las propuestas del Partido Popular para el órgano rector de la cámara, que completarán la terna popular con Ana Pastor en la presidencia.
Villalobos pasará a formar parte de la dirección del grupo parlamentario del PP en el Congreso. Su posición institucional había quedado en entredicho por diversas polémicas, la más destacada de todas cuando fue sorprendida jugando con su iPad durante el debate sobre el Estado de la Nación en 2015.
Aunque Villalobos rechazó en su momento dar explicaciones por el incidente, sí que se refirió a él hace seis meses, en una visita al programa La Mañana de TVE 1 el 14 de enero. Tras el 20-D, los movimientos entre el PP y el PSOE había otorgado la presidencia del Congreso a Patxi López, pero la habían conservado como vicepresidenta.
"Yo tengo una gran capacidad de vamos a llevarnos bien", aseguraba entonces Villalobos, criticando no obstante que por primera vez el partido más votado no obtuviera la presidencia del Congreso. Al final del programa, repasando los memes de la sesión de apertura de las cortes, Mariló Montero deslizaba la pregunta de si "seguía jugando al Candy Crush".
La vicepresidenta del Congreso explicaba entonces que era su nieta quien había activado la aplicación y que durante 15 segundos de una sesión de ocho horas y medio intentó cerrarla. "15 segundos. Y me han destrozado. Pues don Mariano Rajoy me ha premiado haciéndome presidenta primera de nuevo [sic]" - concluía entonces, equivocando en un lapsus grandilocuente su verdadero puesto y brindando con su vaso de agua. "Gracias, Mariano".
La escena ocurre en el último minuto del programa:
El agradecimiento de Villobos a Rajoy pasó desaparecido frente a otra polémica declaración en ese mismo programa. Preguntada por el llamativo peinado de Alberto Fernández, diputado de Podemos por Tenerife, aseguró que las rastas le daban igual. "Pero que las lleven limpias, para que no me peguen piojos", apostillaba.
A principios de diciembre de 2015, Villalobos había abroncado ante los medios a Pablo Iglesias aprovechando que visitaba el Congreso. "Me ofende que me digas que mi partido es corrupto", le espetó. "Si tú entras en esta casa, si tú quieres ser presidente como imagino que lo quieres, tienes que dejar la demagogia en la puerta", predicó.
El fuerte carácter de Villalobos la ha llevado a protagonizar una larga tanda de encontronazos desde la presidencia de las sesiones del Congreso. En 2013 advirtió a Joan Tardá de ERC por insultar al ministro de Educación José Ignacio Wert y terminó expulsándolo por hablar en catalán. A Joan Coscubiela, que protestó, lo mandó "a almozar".
En la breve y anémica XI legislatura también encontró ocasión de protagonizar polémicas. En el debate de investidura de Pedro Sánchez discutió con el presidente del Congreso, Patxi López, por interrumpir al portavoz del grupo popular, Rafael Hernando.
Pero sin duda su 'pillada' más memorable ocurrió en 2010, cuando las cámaras la grabaron abroncando a 'Manolo', su chófer, a la salida del Congreso, y quejándose de que los escoltas "no son más tontos porque no entrenan".
Si en enero se sentía "premiada", hoy ha tocado preguntar a Celia Villalobos si la decisión de prescindir de ella para la Mesa del Congreso la ha hecho sentir desplazada. "En absoluto" - ha contestado según recoge Europa Press. "No sé si la palabra generosidad y compañerismo la conocen ustedes. Yo la practico", ha sentenciado.
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