Con permiso del de 2015, antesala del 20-D, nunca la recepción en el Palacio Real ofrecida con motivo del 12 de Octubre se había escrutado con tanta ansiedad en clave política. España está en la cuenta atrás de tener que ir a terceras elecciones a menos que la gestora que dio un golpe de mano en el PSOE se avenga a abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Por eso, cualquier gesto de avenencia entre ambos partidos ha sido saludado como extremadamente significativo.
No bastó la imagen cómplice de los "dos Hernandos", los portavoces de ambos partidos compartiendo confidencias bajo el mismo paraguas. O la franca sonrisa entre el presidente del Gobierno en funciones y la presidenta andaluza. Se buscaban piezas de caza mayor y Arsenio Escolar, director de 20Minutos, la ofrecía en un tuit: un selfie en el que, en un grupo de otras personas que no citaba, aparece Susana Díaz junto a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ambas sonrientes y relajadas.
"Podéis reproducirla citando" añadía Escolar, consciente de la expectación que iba a levantar. Efectivamente, la "autofoto" parecía estar demostrando la complicidad entre las dos mujeres más poderosas de la política en España, aquellas que tienen en su mano que termine el bloqueo institucional. La polémica arreciaba en las redes sociales poco después, y da para un amplio debate sobre la deontología en tiempos de Twitter cuando no a interrogantes más conceptuales. "¿Se puede llamar 'autofoto' a una imagen en la que el propio fotógrafo prácticamente no sale?"
Efectivamente, el reproche de mayor alcance le llegó a Escolar por parte de Miguel Ángel Vázquez, que pertenece a la portavocía de la Junta de Andalucía y es también periodista: "Ya te vale el recorte de una foto que pediste tú". Ajuntaba una foto desde otro ángulo. Vázquez quería acusaba con esto al director de 20Minutos de pedir el selfie de grupo y forzar el encuadre - hasta el punto de que él apenas entra -para que aparecieran ambas, insinuando una cercanía que no fue espontánea.
Pero Escolar no lo entendió así: pensó que le acusaban de recortar una foto que había sacado otro fotógrafo. En varios tuits siguientes explicaba que efectivamente Sáenz de Santamaría y Díaz estaban en corrillos diferentes y él pidió que posasen todos juntos. De hecho las otras fotografías del momento muestran al periodista tratando la foto que acaba de sacar en su móvil. Pero los tuits dan indirectamente la razón al político andaluz: aunque se avinieron a posar juntas y sonrientes en la misma foto grupal, las dos representantes políticas no estaban teniendo una conversación privada en la recepción.
Todavía quedaba una parte tercera interesada en dar su versión: la periodista Isabel San Sebastián, que ocupa el centro de la composición luciendo una gran sonrisa. Sin embargo, a tenor de los tuits, el selfie no le ha hecho gracia: acusa a Escolar de falta de "cortesía periodística" al interrumpir la conversación que ella estaba teniendo con la presidenta andaluza para lograr la instantánea.
La polémica no ha dejado de tener uno de los efectos colaterales más creativos en la red: el de animar a los usuarios a interpretar el selfie y 'enriquecerlo' con nuevos participantes y un poquito de Photoshop.
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