
Servi-Okupas.
Servi-Okupas, la empresa que desaloja inquiokupas: “Actuar rápido es clave para recuperar tu vivienda”
Los inquilinos que luego resultan convertirse en ilegales, son un vacío legal interesante, por eso te contamos cómo lidiar con ellos.
Más información: Soy experto inmobiliario y así veo el padrón municipal: “No debe utilizarse para legitimar la ocupación ilegal”
La empresa de desocupación Servi-Okupas, que desde su fundación ha llevado a cabo 3.850 desalojos exitosos, explica qué son los inquilinos okupas, o inquiokupas, y qué vías existen para lidiar con ellos.
Los inquiokupas son inquilinos que dejan de pagar el alquiler y no abandonan la vivienda. Estas personas suelen valerse de su estatus de inquilinos para justificar su permanencia y complicar los procesos legales.
Para desalojar a este tipo de okupas, Servi-Okupas señala dos vías: penal o civil, dependiendo de la naturaleza del conflicto. Es una situación complicada, ya que algunos inquilinos conocen la legislación y se aprovechan de ciertos vacíos legales para permanecer en la vivienda de manera ilegal.
Esta problemática puede surgir por diversos motivos, como dificultades económicas inesperadas del inquilino o la imposibilidad de encontrar otra vivienda, lo que lo lleva a quedarse sin pagar.
También hay quienes abusan del tiempo que requieren estos procedimientos legales para demorar el desalojo en su beneficio, e incluso algunos acceden a la vivienda utilizando documentación falsa.
Vía civil: desahucio
La vía civil para abordar este problema es el desahucio por impago de alquiler. Es el procedimiento más común y consiste en desalojar al inquilino que ha dejado de pagar la renta.
Este proceso puede tardar entre 6 y 12 meses, dependiendo del juzgado. Además, el propietario puede reclamar al okupa el pago de todas las rentas impagadas, incluyendo intereses. Esta vía consta de tres pasos:
-
Requerimiento de pago: Enviar un documento al inquilino solicitando el pago de las rentas adeudadas. Si el inquilino reconoce la deuda, el proceso puede acelerarse.
-
Demanda judicial: Si el primer paso no da resultado, el propietario debe presentar una demanda de desahucio ante el juzgado.
-
Resolución judicial: Una vez aceptada la demanda, el juzgado establece una fecha para el juicio y dicta una resolución tras evaluar el caso.
Normalmente, la resolución del juzgado suele favorecer al propietario y ordenar el desalojo de la vivienda.
Cuando la situación es más grave y el inquilino resulta ser agresivo o comete algún delito además de no pagar la renta, es necesario recurrir a la vía penal.
Vía penal: denuncia
En este caso, es fundamental reunir pruebas sólidas que demuestren el delito cometido por el inquilino, de lo contrario, el juicio podría no prosperar.
Si el inquilino accedió a la vivienda con documentos falsos o engañó al propietario alegando que podía pagar el alquiler cuando en realidad no era así, se le puede denunciar por estafa. Este delito conlleva una pena de 6 meses a 3 años de prisión y sanciones económicas, como la obligación de pagar al propietario toda la deuda acumulada.
Por otro lado, si el inquilino ingresó a la vivienda de manera ilegal y carece de derecho para habitarla, se puede presentar una denuncia por allanamiento de morada. La pena en este caso varía según las circunstancias, pero suele oscilar entre 6 meses y 1 año de prisión, además de una multa.
Para evitar estas situaciones, se recomienda investigar exhaustivamente a los inquilinos antes de firmar un contrato, incluir cláusulas específicas que protejan al propietario y realizar inspecciones periódicas de la vivienda para asegurarse de que todo esté en orden.