Después de lo que lo sucedió con Antonio Ferrera el pasado domingo en Bilbao, cuando al intentar poner banderillas con la bandera de España fue abucheado por la parte nacionalista de la plaza y desistió, Cayetano ha querido reivindicar los colores españoles este jueves en la misma plaza: ante la presencia del rey emérito, ha obligado a sus subalternos a coger los palos con los papelillos amarillos y rojos.
El gesto ha causado sorpresa entre el público, que ha reaccionado aplaudiendo al matador, jaleando también los dos pares del subalterno Iván García, que junto a su compañero se ha desmonterado completando la perfomance.
Ese momento de emoción ha contrastado con los silbidos que hicieron retroceder en su intención al matador extremeño y que se han vuelto a escuchar, en menor medida, también esta tarde. "España merece un respeto, estamos en España", declaró a las cámaras de televisión entonces Ferrera.
Cayetano brindó después la faena a don Juan Carlos. "Este brindis va por España, por una ciudad que ha sufrido mucho el dolor y el miedo al terrorismo. Lo vencimos juntos y juntos lo tenemos que defender", le ha dicho. Ponce también acudió con la montera en mano ante su presencia, ofreciéndole la muerte del primer toro de la tarde con un escueto "por una España unida".
El maestro de Chiva, que actuaba junto a Cayetano y Ginés Marín con una corrida de Victoriano del Río, ha cortado dos orejas al cuarto de la tarde y saldrá a hombros en la séptima corrida de abono de la Aste Nagusia.
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