Un recorrido por las luces de Navidad de Vigo
Pasear al aire libre por el centro de la ciudad y admirar el alumbrado navideño, ¿se puede pedir algo más de un recorrido turístico?
8 diciembre, 2020 06:00No ha pasado ni una semana del encendido de luces más famoso de Galicia y el centro de Vigo ya ha recibido miles de curiosos emocionados por verlas. Este año el alumbrado se ha hecho esperar, pues ha tardado casi quince días más de lo habitual, y la limitación de aforos no ha permitido que el primer tramo del puente de diciembre roce las cifras de años anteriores.
No obstante, muchos vigueses se han animado y han aprovechado algunos momentos de tregua de la lluvia para contemplar las luces y todas las atracciones desplegadas por la ciudad. Una alternativa "urbana" a los paseos al aire libre que transporta a los visitantes al mismo Polo Norte (no solo por el frío de estos días).
En Treintayseis hemos querido hacer un recopilatorio de los grandes éxitos de la Navidad de Vigo para que se puedan ver todos en un paseo.
Recordamos que todavía hay cierres perimetrales y que solo los ciudadanos de concellos limítrofes pueden acercarse a ver la iluminación, que estarán encendidas muchos días para que todos puedan disfrutarlas de forma segura.
El regalo del cruce de Gran Vía con Urzáiz
Podría decirse que esta es la primera gran atracción navideña que observamos en cuanto llegamos al centro de la ciudad. Sobre la entrada del parking de Urzáiz encontramos una caja de regalo gigante de casi veinte metros de altura, con más de 150.000 pequeñas bombillas led que cambian de color para asombro de transeúntes y vehículos.
La calle Urzáiz y la bola de la Farola
A partir del regalo todo será cuesta abajo, pues para seguir las luces hay que continuar hacia la calle Príncipe. Ya casi desde el regalo se puede ver la enorme bola que corona la Farola y que da inicio a la calle peatonal.
Aunque el pasado año se podía ver desde dentro, las medidas de prevención de contagios hacen que este año no se pueda "atravesar" ninguna de las atracciones. No obstante, todas seguirán cambiando de color y mostrando su tradicional atractivo.
Calle Príncipe y fachada del MARCO
Papá Noel nos espera un poco más abajo, pero ha dejado aparcado su "trineo de sustitución" delante de este museo por si el verdadero dejase de funcionar. Con unos renos más decorativos que efectivos, la entrada de la calle recibe a los visitantes adentrándolos poco a poco en Laponia.
Aunque el año pasado ya podíamos ver la casa de Papá Noel en esta misma calle, las limitaciones de aforo de este año han hecho que se traslade a Policarpo Sanz. Así, se evitan aglomeraciones en la zona de tiendas, y los pequeños pueden disfrutar más a gusto de la casa y los renos.
Laponia en la Puerta del Sol
Un pequeño pueblecito nos recibe cubriendo las obras de la Puerta del Sol, para no romper con el espíritu navideño. Se traslada este "poblado norteño" al paso de cebra que se encuentra justo antes de entrar en el paseo de Elduayen, y así no perdemos la sensación de estar en Laponia.
El árbol de Policarpo Sanz
También el árbol de Navidad ha tenido que trasladarse a Policarpo Sanz debido a las obras del túnel que permitirá peatonalizar la plaza del Sireno. Así, el grueso de la decoración se encuentra este año en la calle paralela a la peatonal, en unas navidades de lo más atípicas.
Más de treinta metros de árbol regalan, un año más, espectáculos de luces y colores para que todos los peatones puedan pararse a verlo. Las luces bailan con las canciones típicas de la Navidad en Vigo, entre las que destaca el mítico Happy Xmas de John Lennon.
Eso sí, como el resto de atracciones habrá que disfrutar del árbol con distancia de seguridad y sin pasar por debajo. El elemento favorito de los vigueses se queda este año sin "acoger" a las 4 millones de personas que atravesaron sus entrañas en 2019.
La casa de Papá Noel
Si avanzamos un poco más ya podemos adentrarnos de lleno en casa del hombre más famoso de las navidades: Papá Noel nos recibe en su hogar, pues vive en Policarpo Sanz.
Un camello, suponemos que perteneciente a los Reyes Magos, preside el jardín de entrada, pero no dejemos que eso nos despiste, porque la nieve hace pensar que nunca hemos salido del Polo Norte.
También podemos encontrarnos con un buzón donde meter las cartas que luego se enviarán a la verdadera Laponia, y, ahora sí, el trineo de Papá Noel. Con unos renos extenuados por el largo viaje hasta Vigo (¡son casi 5.000 kilómetros!) nos recibe también el mismísimo Noel tratando de "revivir" a los agotados animales. ¿Será por eso que tiene un trineo con renos de repuesto en Príncipe?
El "paraguas de luz" del cruce de los cuatro bancos
Un espectacular manto lumínico remata las atracciones de la calle Policarpo Sanz, coronado por una impresionante lámpara de araña. El cruce más señorial de Vigo queda presidido por una de las iluminaciones más elegantes de la ciudad. Además, es de las pocas bajo las que se podrá pasar este año.
El muñeco de nieve de Rosalía de Castro
El solitario muñeco de nieve es la última parada antes de terminar nuestro recorrido. Tampoco se podrá atravesar este curioso montaje, que el año pasado atrajo a miles de visitantes gracias a sus impresionantes diez metros de altura.
Bonus track: las rampas de Gran Vía
No son una atracción navideña como tal, pero no podemos olvidarnos de las nuevas rampas mecánicas que recorren la Gran Vía viguesa. Con su inauguración inmediatamente después del encendido, esta nueva instalación se convierte también en uno de los grandes reclamos para los visitantes.
Facilitarán la movilidad y bien podrían ser el inicio del recorrido por las luces, pues acaban casi en el regalo gigante de Urzáiz. El propio Abel Caballero ya las ha comparado con la noria de la pasada campaña, quién sabe si se convertirán en el nuevo "parque de atracciones" del centro de Vigo.
Fotos: @belenfernandezfoto.