El único barco de vapor de España está en Vigo: conoce el ‘Hidria Segundo’

El ‘Hidria Segundo’ es el único barco a vapor del país y ahora mismo se encuentra en la ría de Vigo. Aunque durante el siglo XX funcionó como aljibe, actualmente está siendo restaurado para convertirse en un "museo a vapor", gracias a Jacobo Costas y Sesé Otero, sus dueños. Estos dos "marineros" empezaron su aventura en 1997, cuando compraron el buque tras su hundimiento en Punta Lagoa, y desde entonces trabajan para que vuelva al mar convertido en historia flotante.

Construido entre 1963 y 1966, el ‘Hidria Segundo’ heredó la maquinaria de vapor de su predecesor, el ‘Hidria’, construido en 1922 y hundido en 1959. Históricamente, el barco funcionó como aljibe, amarrado en un muelle de Bouzas para la empresa Aljibes de Vigo S.L., junto a un buque gemelo llamado el ‘Roberto’. Su misión era proveer de agua a mercantes, trasatlánticos y pesqueros que atracaban en Vigo, así como sofocar pequeños incendios a bordo de estas mismas embarcaciones.

En el año 1994, la empresa para la que trabajaban estos barcos quebró, dejando sus dos barcos abandonados en el muelle, sin mantenimiento ni servicio que prestar. En el año 1997, el ‘Hidria Segundo’ se hundió y fue trasladado al desguace de Punta Lagoa, donde Jacobo y Sesé decidieron rescatarlo. Desde aquel momento, estos dos emprendedores han logrado darle una segunda vida al vapor y convertirlo casi en una escuela flotante.

De aljibe a museo

Jacobo Costas era carpintero de ribera, Sesé Otero era bateeira. Ahora, dicen, son también "los mayores defensores de este barco tan singular". Desde que compraron el ‘Hidria’ no han dejado de trabajar para darle una segunda, una tercera y hasta una cuarta vida, aprovechando su maquinaria única a vapor, fabricada en 1910 e historia viva de nuestro puerto.

Los problemas no se hicieron esperar tras la compra del vapor, pues la deuda acumulada por Aljibes de Vigo ascendía a 2,5 millones de pesetas (algo más de 15.000 euros). Fue el cónsul honorario de Francia en Vigo, Jean Desclos, quien intercedió con la Autoridad Portuaria para que esta la condonase, y así el barco pudo comenzar a ser restaurado y trasladado a O Grove, lugar de origen de sus dueños.

En una dársena de Porto Meloxo fue donde se hicieron las primeras restauraciones, todavía sin poder llevarlo a un astillero por el escaso presupuesto disponible: los nuevos dueños tuvieron que recurrir a patrocinadores y a "amigos del ‘Hidria'" para acometer todas las reparaciones necesarias.

Tras muchísimo trabajo a bordo, algunas subvenciones y la ayuda de patrocinadores privados, en 2005 el ‘Hidria Segundo’ volvía a navegar como buque museo. Fue un año después cuando empezó a llevar pasajeros a bordo, ofreciendo "ecoviajes" por la ría de Vigo combinando navegación a vela y a vapor.

Un sueño hecho realidad

El objetivo de estos aventureros siempre ha sido llevar de vuelta a las gentes de Vigo el ‘Hidria Segundo’, porque allí es donde nació y donde debería ejercer como museo, reconocen. Actualmente está varado en el astillero vigués Cardama, donde se están haciendo las últimas reparaciones para lograr que vuelva a estar amarrado al muelle de Bouzas en el que ejercía como aljibe. Eso sí, ahora será un buque museo en el que los vigueses podrán descubrir cómo funcionaban los vapores de inicios del siglo XX.

La falta de ayudas económicas y de apoyo de las instituciones gallegas obligó a Jacobo y Sesé a marcharse con el buque a otros puertos, por lo que permanecieron atracados en San Pedro del Pinatar (Murcia), en la Marina de Denia y la Marina de Puerto Sherry (Cádiz). Sin embargo, tras casi veinticinco años de trabajo, la familia del ‘Hidria’ está deseando que el barco vuelva a navegar por Galicia y pueda enseñar a los ciudadanos cómo era el pasado marinero de las Rías Baixas, especialmente de Vigo y de su puerto.

Ahora cuentan con que el mes de agosto pueda volver a retomarse la actividad de buque-museo a flote del ‘Hidria Segundo‘, esta vez amarrado en su localización orginal. En la temporada de 2022, además, prevén que se puedan realizar viajes por la ría para volver a hacer "ecoviajes" en los que conocer la riqueza de nuestro mar y nuestras islas.