Benedicto Sotelo Herbello, antiguo vigilante de las Islas Cíes.

Benedicto Sotelo Herbello, antiguo vigilante de las Islas Cíes. parque nacional das illas atlánticas

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Fallece Benedicto Sotelo, uno de los últimos nativos de las Cíes e histórico vigilante

Nació en la Isla del Faro y vivió en el archipiélago durante la posguerra. Años más tarde, pasó a trabajar como vigilante del Instituto de Conservación de la Naturaleza

30 marzo, 2022 10:47

A los 82 años de edad, hace unos días, Benedicto Sotelo Herbello abandonó este mundo después de haber dejado en él una huella imborrable. Nació en 1940 en la Isla del Faro del archipiélago de las Cíes, el paraíso natural de la ría de Vigo, y allí vivió durante la posguerra junto a sus nueve hermanos y su mujer, Carmen Rial Garrido.

En 1970, Benedicto Sotelo trabajaba como vigilante del Instituto de Conservación de la Naturaleza (ICONA), en las Islas Cíes. Como cuentan desde el perfil oficial de las Illas Atlánticas, las labores de Soto pasaban por la protección del medio natural, el control de plagas o la prevención de incendios (en aquella época, la acampada en el archipiélago era libre y se hacían multitud de hogueras).

Su esposa, Carmen Rial, regentaba el Bar Begoña, donde atendía a marineros, trabajadores del Faro, a personal del ICONA y a los veraneantes. De este matrimonio nacieron cinco niñas, Duli, Raquel, Belén, Begoña y Mónica, que como relatan desde el Parque Nacional, eran "la alegría de los veranos".

La familia habitaba en una casa de piedra con vistas a la ría de Vigo, que a día de hoy todavía se conserva, y que en la parte de abajo albergaba un bar. Allí pasaban los veranos las hijas de Carmen y Benedicto.

En 1980, según los datos del Parque Nacional das Illas Atlánticas, el Ministro de Agricultura Jaime Lamo de Espinosa, mediante decreto 2497/1980 de 17 de octubre, declara el entorno como Parque Natural de las Islas Cíes. Este cambio supuso una ampliación en las responsabilidades de Benedicto y su protección de las islas.

Cuatro años más tarde, Benedicto Sotelo comenzó a trabajar para la recién creada Xunta de Galicia y se incorporó como vigilante. Sus labores en las Cíes continúan hasta finales del siglo XX, cuando se mudó a vivir a Vigo.

Sin embargo, a pesar del traslado, Sotelo nunca olvidó las Islas Cíes y las visitó en numerosas ocasiones. Cuando el archipiélago fue declarado Parque Nacional en el año 2002, él mismo estuvo presente en el acto, relatando las tantas historias que sus ojos vi(vi)eron en ese entorno tan asombroso.