El escudo y bandera de Vigo, dos símbolos con historia
Aprobados de manera oficial en 1987, ambos han recorrido un largo camino hasta llegar a nuestros días y son el reflejo de la crónica de la ciudad a lo largo de los siglos
13 noviembre, 2022 06:00Los escudos y las banderas de los países, ciudades y pueblos contienen mucha información sobre la historia de cada lugar, no tanto del presente, sino más bien del pasado, como pilares sobre los que se cimentan la cultura, los iconos y los elementos representativos. En Vigo, el escudo actual es oficial desde 1987, aunque la imagen actual es fruto de un desarrollo histórico que acompaña la vida de la ciudad.
La bandera también es oficial desde 1987; y es que la oficialidad de la mayor parte de las que tenemos en España, nacional, autonómicas y locales, es relativamente reciente; a pesar de que muchas tienen orígenes históricos, no se recogen en documentos oficiales hasta después de la aprobación de la Constitución de 1978.
Una "contraseña" marítima como bandera
La bandera de Vigo es, en términos de heráldica, cuartelada en sotuer; es decir, que está dividida en cuatro triángulos unidos en el punto central, como resultado de una cruz que la secciona en las partes correspondientes; los triángulos superior e inferior son de color rojo y los laterales, blancos. De hecho, a pesar de que en algunos casos se ha situado el origen de la bandera viguesa en la Guerra de la Independencia, no se han encontrado documentos que lo confirmen.
La más antigua que se conoce fue descubierta en 2017 en el Museo Quiñones de León y data de 1836. Se trata de una enseña que pertenecía a la Guardia Nacional de Vigo, con fondo blanco y la cruz de Borgoña de color rojo.
En el caso de la actual, su diseño y colores tienen origen en 1845, en una Real Orden del Ministerio de la Marina, que señalaba que "los buques mercantes de las diferentes provincias marítimas españolas" deberían portar una "contraseña" para "distinguirse unos de otros en la mar y á la vista de los puertos". Es decir, deberían enarbolar una bandera cuyo diseño venía explicitado en esa Real Orden; aunque la descripción era equívoca y la imagen recogida es diferente a la actual, con los triángulos superior e inferior blancos en lugar de rojos.
Para el diseño de las banderas se usaron solo cuatro colores, rojo, azul, blanco y amarillo, representativos de cada zona marítima combinados según el código de señales marítimas vigente en la época en España.
A pesar de que la bandera no se hizo oficial hasta finales del siglo XX, ya en 1914 un Real Decreto recoge en lo relativo a la condecoración oficial de la medalla de la Reconquista que irá "colgada de una cinta con los colores nacionales y con una franja blanca a ambos lados significando la fusión de los colores nacionales con los de la matrícula de Vigo".
Esta bandera se utilizó como símbolo de la ciudad desde los años 30 del pasado siglo, aunque la oficialidad le llegó el 7 de abril de 1987.
El escudo, con castillo y olivo
El actual escudo de Vigo, oficial también desde abril de 1987, como aprobó la Corporación municipal a la vez que la bandera, recoge dos símbolos como figuras principales: un castillo y un olivo, pero este último no siempre estuvo.
En el caso del castillo, siempre se hace referencia al de San Sebastián, en el punto más alto de la villa, aunque este se construyó sobre las ruinas de la fortaleza del Penso, que pertenecía al arzobispo de Santiago. Así, en la Edad Media y hasta 1813, el escudo recogía un castillo y una concha de vieira, un símbolo de la pertenencia de Vigo a la archidiócesis de Santiago.
Tras la Reconquista y un año después de la aprobación de la Constitución de Cádiz de 1812, la ya ciudad de Vigo desde 1810, solicitaba en enero al rey la sustitución de la concha, un "signo de vasallage, o reconocimiento servil", como recogía el texto, por "un magnífico olivo con que de tiempo inmemorial se hallan enriquecidos sus naturales (…) cuia distinguida gracia servirá de eterno monumento a la posteridad y a sus conciudadanos de la más completa satisfacción”.
El cambio fue aprobado por las Cortes de Cádiz el 25 de mayo de 1813, y en lugar de la concha se situaron dos ramas de olivo que se entrelazaban a ambos lados del castillo. Aunque, como recoge el periodista Eduardo Rolland en La Voz de Galicia con motivo del 30 aniversario de la aprobación oficial del escudo actual, en el escudo también estarían reflejadas ramas de palma, algo que señaló Taboada Leal: "En la actualidad, el escudo se compone de un castillo, con una corona, enlazado y rodeado de ramas de palma y olivo". Según Rolland, "este hecho justificaría que las dos calles principales, en torno a la concatedral, se llamen Palma y Oliva".
La imagen del escudo actual, con el olivo, es el diseño que se encontraba en piedra labrada en la fuente de Neptuno, situada en la Puerta del Sol. Fue en 1917, cuando el cronista de la ciudad, Avelino Rodríguez Elías, propuso y publicó en el Boletín Oficial de la Real Academia Galega que ese fuera el usado a partir de entonces, y así fue cómo llegó hasta aprobación del Pleno Municipal por unanimiadad en 1987.
Según este acuerdo, el escudo tendrá un castillo de base cuadrada que termina en una torre almenada, todo en oro, con una puerta con arco de medio punto, dos ventanas cuadrilongas, es decir, rectangulares, en el cuerpo medio, y dos troneras también cuadrilongas en la torreta. A la izquierda del castillo se situará el olivo, de tronco marrón y el conjunto se situará sobre un mar de seis franjas ondeantes de color azul marino. El fondo, de color azul celeste y enmarcado con borde rojo. En la parte superior, una corona y en la inferior, una banda con el lema "Fiel, leal, valerosa e sempre benéfica cidade de Vigo".
Un escudo y una bandera que hoy son símbolos de la ciudad tras un largo recorrido; la enseña de colores rojo y blanco se ha estampado en la camiseta del Celta como un vínculo con la ciudad, y en diferentes ocasiones se ha convertido en la referencia para una de sus equipaciones, basadas también en la camiseta del Real Vigo Sporting. El escudo, por su parte, refleja el logro de la libertad e independencia tras el sometimiento medieval al arzobispado de Santiago de Compostela.