Vista desde el Alto do Príncipe, islas Cíes.

Vista desde el Alto do Príncipe, islas Cíes. Shutterstock

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Las islas Cíes: historia de un archipiélago que en el pasado estaba unido a tierra firme

Hasta hace unos 4.000 años la ría de Vigo estaba dominada por un valle costero plagado de grandes dunas y lagunas, siendo las Cíes la cima de unas montañas a las que se podía acceder por un corredor de arena desde el Morrazo

24 junio, 2024 05:00

Más de 343.000 personas visitaron las islas Cíes en 2023, según datos aportados por la Xunta de Galicia a comienzos de este año. Unas cifras sin duda de récord que, sumadas al resto de archipiélagos del Parque Nacional das Illas Atlánticas, evidencian la tendencia de los viajeros a la hora de elegir las Rías Baixas como uno de los destinos vacacionales favoritos de Galicia. La riqueza natural y paisajística que envuelve a este segmento del litoral de la región es uno de los grandes atractivos y en ese sentido, las islas Cíes conforman un extraordinario paraíso natural en la bocana de la ría de Vigo, perfilado entre playas de arena fina y agua cristalina ―como la de Rodas, considerada una de las mejores del mundo―, impresionantes acantilados y una naturaleza salvaje que encuentra en este archipiélago su máximo esplendor.

Sin embargo, este perfil paradisíaco que ahora nos ofrecen las islas Cíes no siempre ha sido así. Hasta hace unos 4.000 años, los límites del archipiélago gallego estaban unidos a tierra firme por el paso de Cabo Home, en la Península do Morrazo. En aquellos tiempos las Cíes eran la cima de unas montañas (llegaron a alcanzar unos 300 metros de altitud) que con el paso del tiempo acabaron inundadas por el océano Atlántico. La subida del nivel del mar hizo que el paisaje de la región cambiase por completo, ocultando bajo las aguas las enormes dunas rampantes y zonas arboladas que hace un par de milenios eran atravesadas por el río Verdugo, que llegaba entonces a la altura de las Cíes y Baiona y se precipitaba al mar formando una gran cascada. De hecho, los habitantes de estas zonas podían llegar a la Isla de Monteguado a pie a través de una extensa barra de arena y en los alrededores de Cabo Home y la playa de Patos existía una gran laguna, así como también otra de menores dimensiones en el paso de Rande.

Breve historia de cuando las Cíes no eran una isla

Recreación del valle de la ría de Vigo hace miles de años.

Recreación del valle de la ría de Vigo hace miles de años. MDPI

Las islas Cíes emergieron como una gran parte de la actual provincia de Pontevedra en el Precámbrico, la etapa más prolongada del tiempo geológico. Durante la era Herciana y Alpina se mantuvieron unidas a tierra firme hasta que el mar invadió los valles costeros dando origen a las rías gallegas, y, por ende, la cadena montañosa que bordea este litoral se convirtió en islas. De hecho, los rastros de estos antiguos paisajes aún permanecen tanto en la superficie como bajo las profundidades del mar, como es el caso de la duna eólica de más de 30 metros de espesor y 1.500 de largo que apareció sumergida a diez metros en el estrecho que ahora separa la isla de San Martiño de la de Monteagudo.

El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Coruña, bajo el título Nuevo modelo de evolución costero en la ría de Vigo (Noroeste de España) desde MIS2 hasta la actualidad basado en el registro del sedimentario eólico (2022), permitió reconstruir la historia de estos antiguos valles fluviales a través del análisis de las dunas fósiles de las Cíes. A finales del Pleistoceno superior, el nivel del mar se encontraba a 100 metros por debajo del nivel actual y la costa se situaba a unos 5 o 10 kilómetros de distancia. De hecho, ya al final de la última glaciación (hace 20.000 años) el nivel del mar había subido de 120 a 100 metros.

Isla de San Martiño y, al fondo, Monteagudo y Montefaro.

Isla de San Martiño y, al fondo, Monteagudo y Montefaro. Shutterstock

El inicio más preocupante del aumento del nivel del mar comenzó hace ya unos 15.000 años, en un avance gradual que, a medida que el clima se iba suavizando, provocó la modificación radical del litoral gallego. Primero comenzó con los campos dunares a ambos lados del valle y la acreción eólica continúo hasta el Holoceno tardío, finalizando una vez el océano alcanzó su nivel actual. En épocas y cifras exactas: el pleno Holoceno las aguas ya llegaban a los 70 metros y hace unos 3.500 años a los 30 metros, anegando prácticamente la mayoría de este valle costero en las actuales Rías Baixas. A pesar de todo, las islas Cíes todavía se mantuvieron varios siglos unidas a tierra por una fina línea de arena que se extendía hasta Cabo Home. Hace justo unos 2.000 años, el archipiélago gallego quedaba ya aislado por completo de la costa y el mar alcanzaba el entorno del puerto de Vigo, lugar en el que los romanos pusieron en marcha las salinas y factorías de salazón.

Son varios los hallazgos que confirman la existencia de estos valles boscosos y el colapso continental que se produjo sobre la actual ría de Vigo. Sin ir más lejos, son varios los restos de árboles fosilizados que fueron encontrados en el entorno de la playa de Patos y hasta en la actual calle Areal en la ciudad de Vigo. Cuando las Cíes estaban unidas a tierra, los vientos del oeste ejercían su fuerza sobre la cima de esta antigua montaña que hace 20.000 años rondaba los 300 metros, cambiando el rumbo de las brisas y dando forma a unas extraordinarias dunas rampantes que por aquel entonces descendían hasta la costa del Morrazo, a la altura de arenales como el de Nerga o Barra.