El buque oceanográfico Ángeles Alvariño, que colaboró a principios de verano en las labores de búsqueda de las niñas de Tenerife, partió este lunes desde el Puerto de Vigo en dirección al golfo de Vizcaya. Allí se reunirá con el barco Emma Bardán, de la Secretaría General de Pesca, para llevar a cabo la prospección de anchoa juvenil que se realiza anualmente durante la campaña JUVENA. Este programa, coordinado por AZTI y el IEO (Instituto Español de Oceanografía), comenzó a mediados de agosto y se extenderá hasta principios de octubre.

Durante más de un mes, el personal científico y técnico recopilará datos con el objetivo de determinar la abundancia y distribución espacial de anchoa juvenil, es decir, de aquellos ejemplares cuya puesta aconteció en primavera y que se constituirán en adultos fértiles, con un año de edad, durante la primavera del próximo año. La estima de biomasa juvenil se lleva a cabo mediante metodología acústico-pesquera, consistente en emitir ultrasonidos al mar y calcular, a partir del eco obtenido y las pescas realizadas, la cantidad de ejemplares de anchoa que se encuentran en la zona de estudio.

Esta estima de abundancia de juveniles servirá para pronosticar la cantidad de anchoa que alcanzará la edad adulta durante el próximo año. Los resultados de la campaña JUVENA se emplean para efectuar recomendaciones a las autoridades pesqueras sobre las capturas admisibles de anchoa. El estudio está financiado por la Secretaría General de Pesca, la Dirección de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco y el Instituto Español de Oceanografía.