Sol y playa, mar infinito, naturaleza… que Tenerife es un paraíso al que el clima ha privilegiado es algo conocido y, por mucho que suene a tópico, una realidad que convierte este enclave en un polo de atracción turística en cualquier época del año. Pero más allá del buen tiempo, de la arena y las olas, que no pueden desdeñarse, la isla ofrece un abanico de posibilidades que la enmarcan como un destino perfecto para todo tipo de ocio, de descanso y de compras.
El arte es uno de los secretos que guarda la isla, una querencia que viene de largo y que ensalza algunos de los escenarios más característicos de su historia, pasada o más reciente. Es el caso, por ejemplo, del Tenerife Espacio de las Artes, un lugar donde se guardan más de dos mil obras de artistas contemporáneos. Además, el edificio es uno de los mejores representantes en la ciudad de la arquitectura más moderna; en este caso, con diseño de los arquitectos suizos Herzog y De Meuron.
La ciudad de Santa Cruz también cuenta con otros puntos que ofrecen el arte actual más representativo. Es el caso de las exhibiciones en la galería Leyedecker o, a modo de museo al aire libre, el recorrido de escultura abstracta que dan lustre a las Ramblas.
En esta línea de maridaje entre la arquitectura y las líneas artísticas, hay otro hito que debe considerarse dado su carácter de referencia: el Auditorio de Tenerife, un complejo diseñado por Santiago Calatrava que, fiel al estilo del arquitecto, ofrece líneas sinuosas que, dado su radiante blanco, viene a ser otro de los focos de la cultura de la ciudad.
El arte es vida y más cuando trasciende los muros de los museos y se muestra en escenarios tan poco convencionales como las calles o los muros. Fruto de esta ambición nació el proyecto Puerto de la Cruz Street Art. Se trata de una iniciativa con la que, desde 2014, muchos de los edificios del barrio de La Ranilla, en el centro de Puerto de la Cruz, se transforman en los lienzos en los que artistas urbanos de renombre mundial han desarrollado trabajos que, por sus propias características, ya urgen al visitante a visitarlos de forma recurrente porque su razón de ser es, precisamente, la fugacidad de su ser y la fragilidad: solo el tiempo decide cuánto tiempo permanecerán expuestas.
Iconos modernos que se erigen junto a lugares históricos. La Laguna es Patrimonio de la Humanidad desde 1999 y, frente a las arriesgadas curvas de la construcción de Calatrava, ofrece el sabor añejo de la arquitectura clásica de la isla, con casonas e iglesias de porte distinguido y señorial. Sin embargo, este maravilloso escenario ha sabido entrar con paso firme en el siglo XXI ofreciendo al visitante un ecosistema de ocio, restauración y compras que configuran una oferta inigualable.
Esta querencia por la vanguardia, por el arte y el diseño, por un lado, y la jovialidad que desprende el ambiente, por otra, concluye en otra faceta que actualmente es otro de los mejores planes para quien llegue a la isla: las compras. Este maridaje es muy evidente también en locales de nuevo cuño que han abierto en Santa Cruz en los últimos años, como Atorie, una tienda de moda y complementos elaborados por artistas locales que hasta incluye un salón de tatuajes con inspiraciones y diseños propios.
Otro ejemplo de la originalidad de estos pequeños negocios es Pécora, en cuyo taller se trabaja de forma artesanal la lana afieltrada para elaborar objetos decorativos. Este tratamiento de la materia prima es tan especial que cuenta entre sus clientes con el Museo Thyssen de Madrid.
Es imposible aburrirse en Tenerife. Y más si entendemos el tópico del buen clima como algo más amplio, que también se extiende al ambiente de tolerancia y libertad del que hace gala. Ese es uno de los motivos por los que la isla, concretamente la localidad de Arona, acoge el ARN Culture & Bussines Pride, uno de los eventos LGTBIQ más importantes del mundo. Para los que desconozcan en qué consiste esta cita y su trascendencia, solo hay que pensar que, en la última edición que se pudo disfrutar antes de la pandemia, congregó hasta a 20.000 personas de todo el mundo.
Se trata de un festival internacional que, si bien tiene una parte musical y más festiva, se ha convertido en una especie de punto de encuentro para estos colectivos en el que también se celebran talleres, conferencias, etc. que constituyen un excelente vivero para el networking. Y es que una de la vocación del ARN es la de ser una referencia en la que la música sea un nexo para otro tipo de actividades más relacionadas con la tecnología, los negocios o la ciencia.
ARN Culture & Bussines Pride mezcla diversión y negocios en un evento integral pero está claro que el ocio es también un motivo excelente para encontrar en la isla un destino para el que busque pasarlo bien de día o de noche. La oferta de locales es particularmente amplia en la zona de La Noria, en Santa Cruz.
Se trata de un ocio más maduro y especializado, una demanda a la que Tenerife ha dado respuesta con clubes de playa en el que la música acompaña las mejores vistas y la mejor gastronomía y con espectáculos que van más allá de los convencionalismos, como el Scandal Dinner Show o más sugerente Wine&Sex, un montaje de Bodegas El Monje que configura un retablo que combina vino, arte escénico, erotismo y gastronomía.
Entre las alternativas más tradicionales destaca el Carnaval, por supuesto. Es la cita más importante del calendario festivo en la isla, una auténtica referencia por todo lo que ofrece y lo que representa. Pero Tenerife también se ha destacado como un polo de atracción para otros eventos de calado que, con la mejor música como nexo, salpican toda la geografía de la isla a lo largo del año, como el Phe Festival en Puerto de la Cruz, el Boreal en Los Silos, al norte, el Sunblast, o el Greenworld.
Hablamos de música, de fiesta, de ocio, de gastronomía pero la mirada en Tenerife suele buscar el mar. Es la ventaja de contar con buen tiempo en cualquier fecha. Por eso, las posibilidades se multiplican y es importante buscar aquellas zonas especiales donde encontrar las mejores playas, como La Tejita, en la zona sur, un paraje en el que, en apenas unos metros, se encuentra la más fina arena con pasajes más rocosos. No muy lejos está la playa de Diego Hernández y, en el norte, como grandes recomendaciones, las de El Bollullo y Los Patos.
Esta variedad de destinos es posible porque Tenerife goza de unos paisajes únicos y una infraestructura hostelera pensada para disfrutar de lo que ofrece cualquier punto de la isla. En general, posee una de las ofertas de hoteles de 4 y 5 estrellas más amplias de Europa, establecimientos exclusivos que ofrecen la mejor restauración y servicios, el máximo relax y todo lo necesario para disfrutar de unos días en algunas de las playas más espectaculares del mundo, como el Royal Hideaway Corales Resort, Tigotan Lovers & Friends o Hacienda Cuatro Ventanas, un alojamiento exclusivo y diferente, con vistas al océano y a las plantaciones de plataneras. Lugares idílicos que hacen que el paraíso esté al alcance de todos.