San Patricio en Dublín

San Patricio en Dublín Cedida

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El día de San Patricio en Dublín: una ciudad antiquísima, que goza de una polivalente arquitectura

Esta ciudad, que hoy celebra el día de San Patricio, tiene mucho encanto y diversos lugares que visitar. 

Redacción | Viajes
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El Día de San Patricio, el mayor festival que, sin duda, se celebra en Dublín. Concebido inicialmente en un solo día, hoy el Festival de San Patricio se extiende a lo largo de una semana y atrae a un público internacional cada vez más numeroso.

Dublín, una ciudad tan íntima como un pueblo y tan acogedora como un pub irlandés. Enmarcadas por montañas, centradas en un río y bordeadas por una hermosa bahía, las calles y callejuelas de la ciudad están repletas de animados edificios artísticos e históricos. Paseemos por las calles y sintamos la energía de más de 1.000 años de historia: ecos de los vikingos se mezclan con concurridas boutiques, calles adoquinadas resuenan con las melodías de los músicos callejeros y parques del siglo XVIII.

El Trinity College es toda una institución en la ciudad de Dublín, no sólo por lo que representa (fue el colegio constituyente de la actual Universidad de Dublín), sino por su importancia histórica y arquitectónica en el centro de la ciudad. Está situada en pleno centro de la ciudad, a muy pocos metros de la orilla sur del río Liffey, frente a la peculiar fachada circular del edificio del Banco de Irlanda y casi al comienzo de Grafton Street, una de las calles comerciales más importantes de Dublín. Uno de los emblemas de Dublín es la estatua de Molly Mallone, situada frente al Trinity College.

Molly Mallone es un personaje legendario de Dublín. Es la protagonista de una canción popular del siglo XIX acerca de una vendedora ambulante de pescado y marisco que cantaba su mercancía por la ciudad. Su historia en la canción -que concluye con su muerte por unas fiebres- fue evolucionando en la cultura popular dublinesa para convertirla además en dama de compañía de los estudiantes del Trinity College por la noche.

Granfton Street y St Stephen's Green. Es la calle comercial más importante de Dublín. Está situada al sur del río Liffey y su recorrido parte desde las proximidades del Trinity College hasta llegar a la plaza y el parque de St Stephen’s Green. Totalmente peatonal, alberga decenas de tiendas y pasear por ella los fines de semana (dentro del horario comercial) es uno de los pasatiempos favoritos de los dublineses. St Stephen's Green es el pulmón urbano del centro de Dublín. Un pequeño y encantador parque en pleno centro de la ciudad en el que podremos relajarnos después de un paseo sentándonos en un banco con vistas al estanque. No es un gran parque urbano, así que siempre vamos a escuchar o ver a los coches de fondo, pero es un jardín muy agradable. Si Grafton es la calle de las tiendas, O’Connell Street es el auténtico corazón de Dublín. Está situada en la orilla norte del río Liffey (desde el que parte) y su recorrido se prolonga durante poco más de 500 metros. Eso sí, en una ciudad de calles estrechas como Dublín, su anchura la hace muy especial.

Es perpendicular a la calle comercial de la zona norte de Dublín (Henry Street), con menos encanto que Grafton, pero también muy transitada. Y, en su centro, cuenta también con una especie de obelisco metálico llamado Monument of Light, también conocido como Spire. Kilmainham Gaol. La antigua cárcel de Kilmainham es un lugar importante en la historia de Irlanda, ya que por ella pasaron muchos de los activistas y políticos que lucharon por la independencia del país (su último preso fue precisamente Eamon de Valera, quien llegó a ser presidente, en 1924). Hay una visita guiada que nos lleva por las celdas y lugares comunes.

Interesante para quien quiera conocer mejor la historia de Irlanda durante los siglos XIX y XX, quizá poco llamativo para quien no tenga esas inquietudes. Cuando pensamos en Dublín, no se nos suelen venir a la cabeza los vikingos. Y, el caso, es que hubo presencia vikinga en la zona. La antigua iglesia de San Miguel (cerca del Castillo de Dublín), alberga esta exposición orientada al pasado de Dublín, con dos ejes: los vikingos y la época medieval. No es tanto un museo al uso, como una representación de la vida en aquellas épocas, por lo que se hace más ameno especialmente para los niños.

Dawson Street.

Dawson Street. Cedida

Situada en el corazón del Dublín medieval, la catedral de Christ Church se alza dentro de las murallas de la ciudad altomedieval. Fue fundada en 1030 por Sitric, rey de los vikingos noruegos: es famosa por su belleza, arquitectura y exquisitas baldosas. En 1152 se incorporó a la Iglesia irlandesa y fue dirigida por el famoso arzobispo y patrón de Dublín, Laurence O’Toole.

La catedral alberga la famosa cripta del siglo XII, una de las más antiguas y grandes de Gran Bretaña e Irlanda. La cripta alberga la importante exposición Tesoros de Christ Church, una valiosa colección de manuscritos y objetos que relatan mil años de culto en la catedral y las iglesias vecinas. Entre la rara platería eclesiástica destaca la espléndida placa real regalada por el rey Guillermo III en 1697 como agradecimiento por su victoria en la batalla del Boyne. El Tesoro también alberga una rara copia del siglo XIV de la Carta Magna Hiberniae. La cripta también alberga otro hallazgo inusual: los restos momificados de un gato y un ratón, recuperados en la década de 1860 del interior del órgano de la catedral.

James Joyce mencionó a estos dos desafortunados animales en Finnegans Wake. Durante muchos años, en la pequeña capilla de San Laud, dentro de la catedral, se guardó el cofre mural con el corazón de San Lorenzo O’ Toole, patrón de la ciudad.

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