No siempre conviene seguir los consejos contra las quemaduras en la piel.

No siempre conviene seguir los consejos contra las quemaduras en la piel. EUROPA PRESS

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Los remedios para tratar las quemaduras que hay que evitar: nada de utilizar estos productos

De generación en generación han ido pasando unos consejos contra este efecto del sol en la piel que no son del todo adecuados. 

13 agosto, 2023 18:56

Que nuestra piel reciba directamente los rayos de sol ayuda a fabricar vitamina D. Sin embargo, ese punto a favor del sol acarrea otros peligros: la exposición al estro con la piel descubierta y sin la protección adecuada aumenta exponencialmente el riesgo de sufrir cáncer de piel, en especial melanoma, a largo plazo. También ocasiona un envejecimiento celular prematuro (arrugas y piel seca) y manchas blancas a partir de los 50.

Tomar el sol sirve para generar este elemento, pero basta con menos de 20 minutos. Y siempre es aconsejable ponerse una crema con un factor de protección oportuno. Pero exponerse demasiadas horas puede llevar a que suframos quemaduras, llegando a ser graves: las radiaciones ultravioleta aportan gran cantidad de energía a las células dérmicas, acumulando calor, dañando su estructura y provocando procesos inflamatorios defensivos por parte de nuestro sistema inmune, que busca así que el daño no se extienda.

Tal proceso puede activarse incluso varios días después de la exposición solar. Él es responsable del enrojecimiento y el dolor que nos provocan las quemaduras. En el caso de que el daño celular sea mayor y el calor acumulado en la zona quemada sea alto, la respuesta inflamatoria puede llegar a producir deshidrataciones locales por debajo de la piel muerta, que tendrán como resultado ampollas, irritaciones e incluso infecciones.

La gravedad de estas quemaduras depende de diversos factores. Uno es el fototipo de cada persona. Otro, la edad. Los bebés y las personas a partir de los 40 años activan con menos eficiencia el proceso defensivo de la melanina, con lo que su riesgo es mayor. Y, además, influye el tiempo de exposición o el momento en el que se tome, siendo más peligrosas las horas centrales del día.

Otro elemento de riesgo es llevar tatuajes o tomar determinados medicamentos que provocan interacciones al contacto de la piel con los rayos solares. Normalmente, son reacciones alérgicas, pero también pueden provocar respuestas inmunitarias ineficientes y permitir las quemaduras.

[Trucos para evitar que la piel se pele después de tomar el sol]

En cualquier caso, si hay una quemadura habría que descartar remedios caseros que se han transmitido de generación en generación. Por ejemplo, la página médica MedlinePlus expone bien claro lo que no hay que hacer. "No aplique aceite, mantequilla, hielo, medicamentos, cremas, aceites en aerosol ni ningún otro remedio casero en las quemaduras graves. No respire, sople ni tosa sobre la quemadura. No toque la piel muerta o ampollada. No retire la ropa que esté pegada a la piel", advierte.

Teniendo en cuenta el grado de las quemaduras, que dependen de las capas de la piel a la que afecten (habiendo hasta tercer grado) y que van desde ser tratadas en casa hasta requerir ingreso hospitalario, hay que seguir estas indicaciones: huir inmediatamente del sol, refrescar la piel, aumentar la ingesta de agua, hidratar tanto con agua como con otros productos como cremas aftersun, usar ropa holgada para que no se produzcan roces, aplicar aloe vera y hasta seguir recetas con vinagre o yogur que alivien.

Lo que se desaconseja es rascar la piel seca, manipular las ampollas o exponerse de nuevo al sol. Y sobre esos consejos de la abuela, mejor fijarse antes en lo que significan. Por ejemplo, poner hielo o aceite es un error. El hielo directo, aunque quita el calor de la zona, puede secarla todavía más, aumentando el daño dérmico. Y a pesar de que tiene la ventaja de ser un vasoconstrictor, con lo que impide la inflamación pero si lo aplicamos, nunca lo deberemos hacerlo directamente sino con un paño grueso de por medio.