¿Qué evitan las personas felices? 4 hábitos que no debes seguir haciendo

Las personas felices poseen una sabiduría interna que, en muchas ocasiones, resulta evitar ciertos comportamientos que suelen atrapar a quienes se sienten infelices. Si bien es cierto que hay otras causas que pueden generar dolor y sufrimiento, la realidad es que muchos de nuestros comportamientos diarios afectan nuestra salud emocional. 

[Este es el deporte que deberías practicar para combatir la depresión o la ansiedad, según Harvard]

El psicólogo Nick Wignall, explica en la plataforma de Medium, cómo ser psicólogo brinda una perspectiva única sobre la felicidad. Afirma que gracias a pasar miles de horas hablando con personas que buscan mejorar su bienestar emocional, ahora encontrar patrones comunes en aquellos que se sienten descontentos es una tarea fácil.

A través de observar mucho lo que hace infeliz a las personas, se puede aprender sobre cómo ser feliz. Esto es algo que a Wignall le ha permitido identificar ciertos patrones que a menudo toman la forma de hábitos negativos y que las personas felices tratan de eludir.

Qué hábitos evitar

Preocuparse por lo que no se puede controlar

Las personas tienen la necesidad humana en la que buscan tener el total control sobre su entorno y su vida. Se trata de un factor fundamental en nuestro progreso como especie, pero preocuparse constantemente por el futuro o rememorar el pasado no nos lleva a ningún lado.

Hay elementos que, simplemente, no podemos controlar, pero cuando intentamos dominar lo incontrolable, nos sumergimos en un pozo de miseria. Preocuparnos puede dar una falsa sensación de control que genera estrés y ansiedad.

[¿Cómo funciona la alegría? Así es como se puede aprender a ser más feliz, según la ciencia]

Para incrementar nuestra felicidad y encontrar la paz interior, debemos aprender a soltar y vivir en el presente, sin ahogarnos en la ansiedad del mañana o la melancolía del ayer. 

Ser críticos con uno mismo tras un error

Si fuéramos tan duros con los demás como lo somos con nosotros mismos, probablemente nos quedaríamos sin amigos. Todos cometemos errores, pero la autocrítica constante es destructiva y no es, para nada, la solución.

[¿Quieres saber cuál es el secreto de la felicidad? Tras 80 años de estudio, Harvard tiene la respuesta]

Las personas felices entienden la importancia del autocuidado y la autocompasión: tratar a uno mismo igual que tratarías a un amigo en la misma situación. Hay que ser comprensivo y amable con uno mismo, aprender de los errores y avanzar con la vida. 

Aferrarse a las expectativas

Es natural querer lo mejor para nuestros seres queridos, pero las expectativas son una forma disfrazada de querer controlar a los demás. Pueden llevar a la decepción al esperar que otros cumplan con nuestros ideales. 

En lugar de exigir a los demás que cumplan con nuestras expectativas, es más saludable ser empáticos y apoyarlos sin preconcepciones. Las personas felices evitan crear historias en sus cabezas sobre cómo deberían ser los demás, aceptan a sus seres queridos tal y como son, apreciando sus individualidades. Es crucial liberar esas expectativas. 

Procrastinar tus valores

Aplazar las cosas que valoramos y que nos importan realmente puede generar insatisfacción. Decir que algo te importa pero nunca actuar en consecuencia es una receta para la infelicidad. Todos procrastinamos en algún momento, pero cuando eso nos aleja constantemente de lo que valoramos, se convierte en un problema. 

[Así es el hábito diario con el que se consigue felicidad y autoestima: la ciencia explica cómo hacerlo]

Priorizar nuestras emociones inmediatas, por encima de los objetivos a largo plazo solo hace que perdamos lo que realmente importa en la vida. En ese sentido, las personas felices entienden la diferencia entre sentirse bien momentáneamente y actuar según sus valores. 

Por ese motivo, es esencial alinear nuestras acciones con nuestros valores para encontrar una verdadera felicidad. No hay que ceder ante impulsos momentáneos y hay que tomar decisiones basadas en lo que realmente se quiere para la vida. 

Ser feliz no es un destino, sino un camino que se construye a diario con nuestras decisiones y actitudes. Evitar estos cuatro hábitos puede ser un excelente punto de partida para quienes buscan una vida más plena y satisfactoria. Es un proceso constante de aprendizaje y crecimiento.