
El local ha dejado de ser frecuentado por muchos de los vecinos de la localidad. E. E.
Los clientes drogados por la camarera de Huesca que echaba benzodiacepina en el café: "No sabía ni dónde estaba"
El suceso ha provocado un gran revuelo en Zaidín, el pueblo de Huesca en el que sucedieron los hechos. La mujer ha sido apartada de su puesto.
Más información: Estos son los efectos de la benzodiacepina: la droga que echó una camarera de Huesca en el café a varios clientes.
El suceso de la semana sigue dando mucho que hablar en Zaidín, el pueblo de Huesca que se ha convertido en noticia nacional por las prácticas de una de sus vecinas, una camarera que ha sido detenida por echar benzodiacepina en el café a al menos ocho de sus clientes sin motivo aparente. "Mi marido fue al bar después de comer, echó la partida y salió enfermo. Tuvimos que ir corriendo a urgencias", dice Carmen (nombre ficticio).
Entonces no sabían que la camarera del bar Colombo, arrestada por la Guardia Civil, le había echado un tranquilizante en el café. Y mucho menos que había otras personas en su misma situación.
Pedro -nombre también ficticio para preservar su identidad- era un cliente regular del establecimiento, el más concurrido de esta localidad oscense, hasta que pasó todo. Iba asiduamente con sus amigos a jugar a las cartas hasta que un día se sintió completamente indispuesto y tuvo que ir al centro de salud de Fraga, perteneciente a la zona sanitaria de Barbastro.
En urgencias le hicieron una analítica porque, según cuenta Carmen, "había otras dos personas -ambos compañeros de partida- igual que él", algo nada habitual que hizo sospechar a los sanitarios. Los análisis revelaron un positivo en benzodiacepina, un psicotrópico y relajante muscular que se receta en casos de estrés, trastornos de ansiedad o problemas de insomnio.
Aunque una vez que se le pasaron los efectos volvió a encontrarse bien, las horas 'críticas' fueron complicadas. "Se encontraba mareado y medio inconsciente. Fui yo quien lo bajó en coche a Fraga y al día siguiente, al comentarlo, ni siquiera sabía cómo había llegado hasta allí. Pensaba que había ido conduciendo él", señala.
Tras la analítica fueron al cuartel de la Guardia Civil a denunciar los hechos. Los casos, como confirmaron ayer desde la Benemérita, se remontan a 2020. No obstante, fue hace unos meses cuando se confirmaron las sospechas. Hasta entonces, lo que ocurría en este bar se había convertido en una suerte de leyenda urbana, una broma que ha terminado siendo muy real.
La repercusión
Vecinos y comerciantes de Zaidín confirman que la afluencia a este establecimiento ha caído drásticamente desde que trascendió la investigación a esta mujer, que podría haber intoxicado a al menos ocho personas en los últimos cinco años.
Las consecuencias fueron mucho más allá de la mera anécdota, dado que una de las víctimas llegó a sufrir un accidente de tráfico debido a la alteración
de sus capacidades cognitivas por el consumo del fármaco.
Actualmente, al bar acuden, sobre todo, temporeros y trabajadores a primera hora de la mañana. "Los afectados, lógicamente, ya no van. Son gente que ronda los 70 años. Ahora echan la partida en el centro de la tercera edad (CITE) y están allí hasta prácticamente la hora de merendar", explicaba este miércoles una vecina.
Las consecuencias para el Colombo son perceptibles, incluso, en internet y redes sociales, con duras reseñas vinculadas al escándalo. "El café bien, la benzodiacepina, mejor", escribía un usuario hace un mes. "Drogan a la gente con el café", decía otro hace también 30 días, aproximadamente, tras ponerle una valoración de uno sobre cinco.
Pese a la polémica, son muchos los vecinos que dicen sentir lástima por lo sucedido. "Él no tiene la culpa. Lleva toda la vida en el bar, su madre lo llevó antes y siempre ha sido muy amable y un gran profesional. No entendemos qué ha podido pasar, no creemos que hubiera rencillas con ella. No habían hecho nada, son todo personas muy normales", agregaba una de las comerciantes de Zaidín.
Pese al revuelo causado por la bautizada como operación 'Toxdin' de la Guardia Civil -ayer hubo una notable presencia de agentes y medios de comunicación en la localidad- los vecinos aseguran estar "tranquilos". Especialmente teniendo en cuenta que la arrestada no podrá ejercer su profesión al menos hasta que se celebre el juicio, en el que tendrá que responder como presunta responsable de un delito continuado contra la salud pública.