Piedra de toque, así fuimos tratados durante años. Demasiados. Maltratados por los diferentes gobiernos. Desde aquel 11 de marzo de 2004. Todo cambió, se fue al carajo. Acusaciones de un lado a otro del espectro político, imputar al adversario —enemigo para algunos—, olvidar al autor como principal y único culpable. De aquellos barros, esta mierda de situación en este hermoso país llamado España.
Beneficiar a terroristas, dejar en libertad a asesinos, colaboradores, delincuentes. Ni ayudan a la justicia ni piden perdón ni pagan las "obligaciones voluntarias" recogidas en sentencia. Da igual el epígrafe o figura jurídica del culpable, es indiferente su participación en delitos. Gobiernos de uno u otro color, partidos que amparan malditas coaliciones, formaciones contra España; ya nacionalista, ya separatista, bien subvencionados para valentía fraudulenta. Acuerdos puntuales a cambio de maletín, coche, equipo, viajes a gastos pagados, abanderan legislación contra las víctimas. Sí, contra nosotros, ciudadanos de bien, en favor de los delincuentes. ¿Qué delincuentes?
El llamado "problemón" de Cataluña, resuelto a través de indultos a condenados. La sentencia se vio diferente, difusa, muy complicada de ajustar a la realidad; el cumplimiento de la misma, una filfa. Burla. Ni cumplieron la condena ni se arrepintieron ni colaboraron con la justicia ni han resarcido al estado por el gasto de dinero en desplazamiento de agentes, daños en mobiliario y propiedades particulares. ¿A quién son idénticos?
Ley de Orgánica de Garantía Integral de Libertad Sexual, símbolo del carácter actual del gobierno. Ley del 'solo sí es sí', Irene Montero como principal valedora y ministra de Igualdad. Redactada, pensada, inspirada por bajezas intelectuales y morales; sin ninguna preparación, experiencia, capacitación a nivel legislativo. Cada acuerdo en el Consejo de Ministros es refrendado por todos ellos, igual da la autoría de la cagada, mierda de ley, para ser concretos. Da asco cuando una ley, en lugar de proteger a víctimas, beneficia a delincuentes. Tres jueces de carrera se sientan a su lado, comparten mesa, acuerdos, bastardas propuestas legislativas. Hasta el anterior ministro de Justicia comentó "inclusión de faltas ortográficas en el texto". ¿A quién recuerdan estos beneficios?
Irene parece enfadada con el mundo, con todo el universo; especialmente el apartado masculino y femeninas heterosexuales, incluidas víctimas en este caso; diserta en sus palabras sobre su tema favorito: sexo. Prácticas sexuales de menores en edad, "niños, niñas y niñes", literal:
"Todos los niños, las niñas y les niñes tienen derecho a saber que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana basadas, eso sí, en el consentimiento".
Sólo esa afirmación debería bastar para ser expulsada del Consejo de Ministros, retirado cualquier título universitario. Su afección es complicada, persistente, ha de recibir ayuda. Mucha ayuda. Especializada, concretamente. Ni se da cuenta de sus carencias, siendo profesional —licenciada en Psicología—, si bien con nula experiencia laboral en esa especialidad.
En el último viaje a Argentina, arremetió de esta manera contra personas a favor de la vida y en contra del aborto:
"Acoso diario metiéndolas en camiones o en furgonetas, en las que les obligan a hacerse ecografías para poder mostrarles los fetos y por tanto intentar convencerlas de que no interrumpan el embarazo", afirmación falsa, como toda España sabe.
Se atreve a afear la conducta —y la profesionalidad— a jueces, magistrados, fiscales, entendidos en materia penal y del ámbito de la Justicia. Cualquier opositor a agente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado conoce más el Código Penal que ella. Su experiencia personal, "en movimientos sociales", según dicen, le valió para ser nombrada ministra. Otros pensaron una valía atesoraba como madre y calor del camastro. Quizá, porque mejores razones escapan al conocimiento.
Ella no es culpable, no; ella no. Impulsó esa ley con toda la fuerza y apoyo de Podemos. Su pareja y/o padre de sus hijos, negoció el acuerdo con independentistas, terroristas, delincuentes condenados por cometer variados delitos, la investidura de Pedro como presidente del gobierno. Pedro nombra a ministros, impulsa leyes que favorecen a delincuentes. Comenzaron con favores a terroristas, luego independentistas; ahora violadores y abusadores sexuales; próximamente malversadores de dinero público. ¿Qué delincuentes serán los siguientes?
Calla España con la indignidad de dar beneficios a terroristas; calla España al indultar a separatistas que intentaron romper la democracia y afirman "volveremos a hacerlo"; calla España con la reducción de condenas y puestas en libertad por delitos sexuales. Y ahora, ¿aplaudir a las ocho desde las ventanas?
Víctimas del terrorismo fuimos piedra de toque del derribo. Ahora toca a otras.