Carlos Martínez Izquierdo, presidente de Caja Rural de Soria, durante una rueda de prensa

Carlos Martínez Izquierdo, presidente de Caja Rural de Soria, durante una rueda de prensa Concha Ortega ICAL

Economía

Caja Rural de Soria y Analistas Financieros piden un plan de consolidación fiscal ante la crisis

Según un estudio económico elaborado por ambas entidades, la inflación continuará elevada durante los próximos meses

11 agosto, 2022 18:16

Noticias relacionadas

En los últimos meses España ha experimentado una coyuntura de aumento de precios no observada desde mediados de los años 80. Si bien todavía no se observan efectos de segunda ronda sobre los salarios (en parte gracias a las expectativas), la relación de los precios con las cadenas de suministro y procesos productivos mantienen las perspectivas inflacionistas de los próximos meses en niveles elevados.

Las altas presiones inflacionistas y los problemas en las cadenas de suministro también se han hecho notar en los diferentes sectores institucionales con efectos heterogéneos. En el contexto actual, urge la implementación de un plan de consolidación fiscal que asegure la sostenibilidad de las cuentas públicas y que evite episodios de fragmentación financiera en el seno de la Unión Europea resulta fundamental.

La tasa de variación anual del IPC general se situó a mitad del año en el 11,5% en la provincia de Soria; lo que posiciona a la provincia por encima del 10,2% de la media nacional, pero levemente por debajo de la media de Castilla y León, que ascendió hasta el 11,6%. Asimismo, estas cifras se encuentran por encima de las registradas en el mes de marzo (10,6%; 9,8%; y 11,0%, respectivamente), y suponen un nuevo máximo desde 1985. Por su parte, la inflación subyacente (es decir, el índice general sin tener en cuenta alimentos no elaborados ni productos energéticos) se sitúa en el 4,5%.

La amplia diferencia entre el índice general y el subyacente pone de manifiesto las principales causas de las altas cifras de inflación actual, y es que las partidas que más han visto incrementados sus precios son aquellas relacionadas con la energía y los alimentos.

A pesar de la extensión del actual periodo inflacionista, parece que los efectos de segunda ronda (en términos de espiral inflación-salarios), todavía no se están produciendo, en parte gracias al anclaje de las expectativas. Sin embargo, como sucede en el resto de economías, los bienes y servicios que configuran la cesta de la compra están sujetos a las diferentes cadenas de suministro y procesos productivos antes de ser adquiridos por los consumidores finales y, por lo tanto, también lo está su precio.

Al observar la evolución de los Índices de Precios Industriales (IPRI) y del IPC de Bienes Industriales, se concluye que los costes de los insumos y el aumento de márgenes de las empresas industriales son los principales determinantes del IPRI, mientras que las empresas distribuidoras están trasladando este aumento a sus precios finales. Estos mecanismos aumentan la probabilidad de efectos de segunda ronda, por lo que cada vez se antoja más necesario un pacto de rentas que reparta el coste de la dependencia energética exterior entre todos los agentes. 

Perspectivas económicas

En este contexto, las perspectivas inflacionistas de los próximos meses se mantienen en niveles elevados debido, fundamentalmente, a cuatro factores: el corte de suministro de gas por parte de Rusia, las limitaciones en la capacidad de refino del crudo, el contagio de la evolución de los precios de la energía al resto de componentes de la cesta de la compra de los hogares, y los ataques rusos al puerto de Odesa, desde dónde deberían salir los excedentes de grano y cereal ucraniano.

En comparación con sus pares europeos, España será uno de los países menos castigados por la dependencia energética, pero no será ajeno a las políticas de racionamiento que imponga la Comisión Europea La escalada del precio del gas, ante el riesgo de un incompleto restablecimiento del suministro ruso, ha llevado a la Comisión Europea a diseñar un plan de racionamiento de su uso. Este plan, especialmente dirigido a empresas, tiene en cuenta la dependencia energética de las mismas. Analizando el peso que representa el consumo energético sobre el total del Valor Añadido Bruto (VAB) por sector productivo en España, los resultados muestran que la industria metalúrgica es la actividad económica con mayor dependencia energética ya que el consumo energético representa casi el 80% de su VAB.

A este sector le siguen la extracción de productos no energéticos; la industria química y farmacéutica; y otros productos minerales no metálicos, cuyos consumos energéticos representan alrededor del 40% del VAB que generan.

En todos estos sectores, la energía importada de Rusia supera el 1,5% del total del consumo que realizan (en comparación con el 5% que representan en sus equivalentes en el área euro), lo que les hace más vulnerables ante un corte, total o parcial, del suministro energético en los próximos meses y, probablemente, algunos de los sectores intensivos en energía que más tengan que racionalizar su actividad económica durante los próximos meses, según el Plan de la Comisión.

Además, el sector del transporte y almacenamiento, así como la industria química y farmacéutica, son sectores con un importante peso en la economía española (y soriana), generando un 3,5% y un 0,9%, respectivamente, del total del VAB español. En lo que respecta a la economía soriana, estos sectores tienen un peso del 4,3% y 0,7%, respectivamente.

En cualquier caso, el racionamiento energético no sólo atenderá a la relevancia de la actividad económica, sino también a la clasificación que haga cada Estado miembro de sectores críticos para garantizar el mínimo impacto posible sobre la ciudadanía.

El temor a una recesión impacta en la inversión

El temor a una posible recesión europea a partir del cuarto trimestre de 2022, derivada del temor a un corte en el suministro de gas por parte de Rusia, impactará en las decisiones de inversión empresarial a partir del tercer trimestre de este año, aunque la mayor ejecución de los fondos Next Generation EU podría limitar este impacto negativo.

Asimismo, los buenos datos de recaudación y el desempeño del mercado laboral apoyan la reducción del déficit en las Administraciones Públicas. Para el segundo semestre del año, se espera que la recaudación continúe con la positiva tendencia iniciada en la segunda parte del año 2021.

La recaudación se verá apoyada en la inflación, así como en los buenos datos de actividad que se proyectan hasta completar el periodo estival, que, de la misma manera, se espera que continúen reduciendo el déficit por la vía de contención de los gastos. Como consecuencia de la ya mencionada incertidumbre en torno a una posible recesión en Europa, se hace aún más necesaria la implementación de un plan de consolidación fiscal que asegure la sostenibilidad de las cuentas públicas y que evite episodios de fragmentación financiera en el seno de la Unión Europea.