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La contracrónica: aquellos que no volverán

22 septiembre, 2018 08:52

Día de la Provincia en la Diputación de Salamanca, el último antes de las elecciones municipales y autonómicas de 2019. Por eso, el acto, que era un homenaje a los cuarenta años de la Constitución, también era un reconocimiento a alcaldes y concejales, muchos de ellos en su última legislatura, bien porque lo dejan, bien porque no sean elegidos dentro de unos meses.

El patio de La Salina se llenó de trajes, muchos oscuros pese a que el asfixiante calor no lo aconsejaba, cual golondrinas de Becquer, aquellas que no volverán. Pero antes hubo que esperar para poder entrar. 'Cerrado por montaje', rezaba un cartel en las verjas de acceso al patio de la Diputación. Algunos hacían el juego de palabras malintencionado, otros preguntaban si les iban a poner una obra de teatro.

El caso es que esperaban en la acera de enfrente, a la sombra. Los más madrugadores fueron los alcalde de Las Arribes, quizá más acostumbrados a llegar antes a los sitios por aquello de estar a más distancia de la capital y calcular siempre el tiempo con antelación. Otros optaron por refrescarse con una caña entre los muchos bares de la zona mientras se ponían al día de la evolución familiar y de sus respectivos pueblos. Grupos de todos los colores políticos, pero cada cual con su comarca, con diputado o ex diputado en el centro. Ya se sabe que para la Diputación el voto es indirecto, son los alcaldes quienes eligen al diputado, y siempre hay que hacer méritos. En ambas direcciones.

El acto fue sencillo pero cargado de simbolismo, con un gran vídeo que debería proyectarse en todos los colegios e institutos de la provincia de Salamanca. Incluso de España. Para que las nuevas generaciones conozcan el verdadero significado de dos palabras, respecto y concordia.

Concluido el acto, llegó el momento del relax con un cóctel ofrecido por la escuela de hostelería de Santa Marta de Tormes, que está formando a unos grandes profesionales durante los últimos años. Muchos buscaban al presidente de Iberdrola, el salmantino Ignacio Galán, familia de uno de los homenajeados. Dentro se refugiaban algunos alcaldes con el diputado de turno para mostrarle algunas quejas o solicitudes, y algún rapapolvo que otro hubo. Se dice el pecado, no el pecador.

En los corrillos, un tema insistente que salía de forma secundaria, próxima candidatura de Alfonso Fernández Mañueco (presente en el acto) a la Presidencia de la Junta de Castilla y León y por tanto su renuncia forzosa a la Alcaldía de Salamanca. ¿Quién será el sucesor?, era la pregunta que le hacían a unlas servidor, "vosotros que lo sabéis todo los periodistas". Ya quisiéramos. Eso sí, muchos le buscaban para saludarle. Es el que manda. Por cierto, el todavía alcalde se ha cortado el pelo como cuando tomó posesión como consejero de la Junta hace ya casi dos décadas. ¿Será una señal?