Ocho veces se han celebrado las Elecciones Europeas. En concreto desde que España se incorporó a la Unión Europea en 1985, junto a Portugal. Entre 1987 y 2019 hemos votado en Castilla y León, al principio con un grupo de 12 miembros y al final, de 27, ya que en 2020 Reino Unido abandonó la Unión. Este domingo 9 de junio llegará la novena ocasión. Unos comicios donde aquí sí vale la máxima de “un hombre, un voto”, ya que en estas elecciones, al contrario que el resto, se impone la circunscripción única.
Los comicios al Parlamento Europeo, que tienen lugar cada cinco años, son los únicos que tienen lugar en España donde existe circunscripción nacional única, es decir, todos los votos tienen el mismo valor. Nuestro país reparte 61 escaños a la Eurocámara que se elegirán en base a la suma de todos los votos que tengan lugar en todo el territorio, independientemente del territorio en el que se hayan ejercido. Por lo tanto, ningún voto se pierde y todos suman en el objetivo de que la fuerza política por la que hayamos optado consiga un representante en Bruselas. De ahí que hasta el final del recuento del último voto no se sepa el resultado.
Pues bien, haciendo un análisis de los resultados de otras elecciones está claro que el bipartidismo siempre se ha impuesto, con mayoría azul del PP, aunque es cierto que desde que surgieron los partidos de los extremos como Podemos o Vox el reparto ha sido más igualado. El PP ha ganado en seis ocasiones mientras que el PSOE lo ha hecho en dos. Los datos reflejan que los socialistas aprovechan el tirón nacional de líderes como Felipe González, Zapatero o Pedro Sánchez para conquistar sus mejores números. Además, como curiosidad en las primeras, 1987, fue el año que más se votó con un tremendo 73% y en 2014, la que menos, con un 45% y con una ciudadanía harta de los políticos.
La ilusión de las primeras
Las primeras elecciones europeas en las que votaron España y Portugal tuvieron lugar el 10 de junio de 1987. Al ser las primeras elecciones europeas se puede afirmar que hubo una participación superior a la normal. En toda España votó un 68,52%, y el conjunto de Castilla y León aún más con un 73%. En unos comicios desconocidos para los castellanos y leoneses, se impuso la Alianza Popular, todavía no se había constituido el PP, se impuso con un 36,2% de los votos. Mientras que el PSOE se quedó muy cerca con un 35,1%, solo les separaron 17.000 votos. En esa época la tercera fuerza era el CDS que llegó hasta el 17,6%.
El 15 de junio de 1989 se convocaron elecciones de nuevo. Se notó ya la falta de interés por Europa bajando a un 57,54% de participación. En esta ocasión Castilla y León se tiñó del rojo socialista que en un par de años dio la vuelta al marcador llegando hasta el 36,4% de los votos, superando en cuatro puntos al ahora ya Partido Popular. El CDS siguió siendo tercera fuerza pero mostraba ya asfixia con un 13,1% de los sufragios. Este año la gran sorpresa en la Comunidad fue el voto para la Agrupación de Electores José María Ruiz Mateos. El mediático empresario, dueño de Rumasa, llegó a conquistar más de 46.000 votos, un 4%, casi la misma cifra que Izquierda Unida.
En las elecciones de 1994 hubo un repunte de participación con respecto a cinco años antes. A nivel nacional subió 5 puntos, con un 59,1% y en Castilla y León dos puntos más. Con un PSOE presionado por sus múltiples casos de corrupción, el PP recuperó el mando en la Comunidad con un 53,7% de los votos. Sus mejores datos de la historia. Una victoria aplastante sobre los socialistas que no llegaron al 29% de apoyos. Incluso Izquierda Unida le robó parte del voto alcanzando un meritorio 11%, su cifra más alta hasta el momento. Ruiz Mateos pasó a tener solo 6.000 votos.
La sombra de Aznar
En junio de 1999 se volvió a votar por Europa y lo hizo en la Comunidad un 67,06% del censo. En pleno dominio nacional de José María Aznar, el PP mantuvo sus buenos datos. Arrasó con un 52,83% de los votos frente a un PSOE que se recuperó del mazazo de hace cinco años ganando cuatro puntos a costa de IU que bajó a un 5%. Este año como novedad surge la presencia del Unión del Pueblo Leonés con casi un 2% y más de 28.000 apoyos.
Cinco años después, en junio de 2004, y con la sombra de los atentados del 11-M en Madrid todavía presente, y que supuso el cambio de color en el Gobierno nacional, los españoles volvieron a votar por Europa. Lo hizo un 52,25% y volvió a ganar el PP con un 53,1% y más de 600.000 votantes. Superó al PSOE en 12 puntos (41,6%) y 150.000 sufragios. IU ya se desinfló con solo un 2,41% y ya se comenzaba a ver que las Elecciones Europeas son un laboratorio para los partidos. Los Verdes fueron la cuarta fuerza y el Partido del Cannabis, la quinta.
2009 siguió marcando la misma dinámica en Castilla y León. Con el leonés Rodríguez Zapatero en el poder y con la enorme crisis económica que negó en varias ocasiones. Castilla y León siguió apostando por el PP, en la Junta dominaba Herrera con Absoluta. Logró un 51,6% de los votos superando claramente a un PSOE que volvió a cifras preocupantes con un 38%. Fue el año del emerger de Unión Progreso y Democracia, el enésimo partido que surgió para ocupar el centro, y que obtuvo un 3,66%, superando claramente a Izquierda Unida.
Y llegaron los extremos por el cansancio del pueblo
Las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 en España se celebraron el domingo 25 de mayo de 2014. Y es aquí cuando el tradicional bipartidismo de PP y PSOE dio un giro con la llegada de otros partidos, sobre todo de Podemos. Con un 15-M que parecía llegar para asaltar el cielo, el voto en Castilla y León también se vio afectado. Hubo una participación del 54% y el hastío general por la política, debido a los múltiples casos de corrupción, ya era palpable. Los resultados así lo dijeron. El PP volvió a ganar pero en esta ocasión con solo unos 37,% de los votos, o lo que es lo mismo 362.000 sufragios, la cifra muy lejana de los 768.000 logrados quince años antes. Y el PSOE lo mismo. Solo un 23%. Fue el gran momento de UPyD con un 8,32% o de un renacido Izquierda Unida con una cifra similar y 80.000 votos. Además, ya se asomaron Podemos (con la imagen de Pablo Iglesias en las papeletas) con otro 8,1%, Ciudadanos con un 2,67% y un desconocido Vox con un 2,49% y 24.000 votos.
Las últimas Europeas que se han celebrado en España fueron en 2019, subió el nivel de participación hasta un 64,5%, aunque hubo letra pequeña. Las elecciones municipales de España de 2019 coincidieron con estas elecciones europeas. Y es aquí cuando el tablero de Castilla y León se volvió a teñir de color rojo. El PSOE con el efecto Pedro Sánchez y con un PP asfixiado por la Gürtel volvió a ganar las elecciones 30 años después. Lo hizo con un 35% y más de 474.000 votos, que sin embargo, no es su listón más alto. El PP, pese a la que estaba cayendo a nivel nacional, se mantuvo en un 30%, pero cedió el trono. Ciudadanos ocupó el tercer puesto con un brillante 15% Y Unidas Podemos subió hasta el 8% y Vox a un 7% y casi 1000 votos. La política había cambiado y el bipartidismo también.
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