Pablo junto a Lucky

Pablo junto a Lucky

Valladolid

Una nueva vida para Lucky

El Centro Municipal de Protección Animal de Valladolid lucha, a diario, por conseguir dar la mejor vida posible a los perros y gatos que hasta allí llegan antes de ser adoptados

26 septiembre, 2022 07:00

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Son nuestros compañeros de vida. Perros o gatos que en muchas ocasiones han tenido que superar situaciones difíciles, incluso de maltrato, o que han sido abandonados a su suerte por unos dueños poco responsables, sin entrar en disquisiciones éticas que nos harían entrar en un debate más pormenorizado y que no dejaría nada bien a los individuos que hacen esto.

Valladolid cuenta con un Centro Municipal de Protección Animal que “ha mejorado de manera notoria”, como señala Miguel Ángel Sancho Cuesta, jefe de Servicio de Salud Pública del Ayuntamiento de Valladolid desde hace ocho años, ubicado en la calle Padre Bernardo Hoyos de la ciudad del Pisuerga y que cuenta con profesionales cualificados que lo dan todo por estos perros y gatos. Se ha pasado de un veterinario a tres, de cinco oficiales de zoonosis a 12 y hay un nuevo auxiliar de clínica veterinaria.

“Me considero una persona muy afortunada de trabajar aquí y con animales. Me encanta tratarlos. Es, como si fueran míos. Lo que hacemos reporta mucha satisfacción personal. Ayudamos a los más pequeños a entender la importancia de tener un animal y cada vez hay más gente que se decanta por la adopción en vez de por la compra. Eso es muy importante”, cuenta a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, Virginia Diéguez Martín, veterinaria del centro.

“Me encanta la alegría que dan”

“Tuve un galgo que murió de cáncer que se llamaba Baloo. Lo recogí con cuatro años. Adopto porque he decidido volver a tener un animal. Me falta esa compañía, esa alegría que dan en casa y también el cariño. Es muy importante contar con ellos en el día a día y algo muy gratificante que no cambiaría por nada”, asegura Pablo Sanz Méndez.

Este vallisoletano, de 37 años, que reside en la actualidad en Cabezón de Pisuerga, entra en el centro en busca de Lucky y de sellar la preadopción de un cachorro de galgo para comérselo. Pablo lo miro, lo coge en brazos y se le cae la baba, literalmente, mientras el animal cierra los ojos, con síntomas de tener sueño.

“Busqué a través de la página web, vi que acababan de recoger ese mismo día a estos perros y llamé. Me dijeron que tenía que rellenar un formulario, lo envié y me contestaron rápidamente. La verdad es que la gestión ha sido muy rápida y es algo que se agradece. La coordinación ha sido muy buena”, nos cuenta el vallisoletano.

Pablo apuesta por “la adopción en vez de por la compra”. Además, ensalza el trabajo que se realiza en el centro y buscará que Lucky le haga la vida más feliz aún.

Virginia, Pablo y Lucky

Virginia, Pablo y Lucky

Una fuerte apuesta por el centro

El Ayuntamiento de Valladolid ha hecho una fuerte apuesta por este centro. Nacemos en el año 2004 y la evolución ha sido muy buena. Hemos ampliado nuestros espacios para que los animales estén en las mejores condiciones desde que llegan y hasta que se van”, confiesa Miguel Ángel Sancho, jefe de Servicio de Salud Pública del consistorio vallisoletano.

En la actualidad, a mediados del mes de septiembre, tenían un total de 47 perros, de los cuales 19 son potencialmente peligrosos y 25 gatos. Hace seis años se realizó una ampliación del lugar con la instalación de nuevos cheniles con espacios específicos para animales que “necesiten más cuidados especiales”.

“Hemos ampliado nuestra plantilla de trabajadores y, desde el mes de julio, estamos teniendo horario de mañana y de tarde. Comenzamos a las 8 y finalizamos nuestro trabajo a las 21 horas, casi. El objetivo pasa por conseguir que el animal esté en las mejores condiciones desde que llega hasta que sale de aquí”, confiesa nuestro entrevistado.

Todos los días, tanto los perros como los gatos, salen de sus cheniles. Cuentan con juguetes de enriquecimiento para controlar aspectos como la ansiedad, cuando llegan y además hay un adiestrador que controla a esos perros que llegan con mayores problemas. “La acción de este profesional es esencial y la evolución del animal se nota cuando trabajan con él”, asegura el jefe de Salud Pública.

Miguel Ángel Sancho. Jefe de Salud Pública

Miguel Ángel Sancho. Jefe de Salud Pública

Una labor encomiable

“Los animales que llegan pueden ser abandonados, perdidos, o entregados por sus propietarios. En este centro trabajamos bajo la premisa del sacrificio 0, que se recogía en la Ordenanza del año 2018 y ahora lo hace también el borrador en la Ley”, nos explica Virginia Diéguez Martín, licenciada en Veterinaria, diplomada en Nutrición y Dietética y en Salud Pública, y trabajadora del centro de protección animal desde hace seis meses.

Todos los animales, a su llegada, se someten a una exploración general. Los que llegan sin microchip, se lo implantamos y todos son desparasitados interna y externamente y, además, vacunados. “Tienen un periodo de observación de entre 48 horas y siete días. Nos fijamos en todo y el seguimiento es continuo”, explica la profesional en declaraciones a este periódico.

Un trabajo encomiable en busca de lograr la adopción. Se ha aumentado el coste y la inversión en busca de prestar un buen servicio. En la página web del Ayuntamiento, día sí y día también, el Programa Adopta está entre lo más consultado por la ciudadanía, por algo es.

Un servicio único que hace crecer también a la ciudad en la apuesta por luchar por conseguir el pleno bienestar animal.

Virginia, la veterinaria del centro

Virginia, la veterinaria del centro