Semillas de lino: los peligros para la salud del aperitivo "antigrasa" más popular
Las semillas de lino ayudan contra la obesidad y aportan fibra y omega-3, pero también contienen antinutrientes perjudiciales en algunos casos.
21 abril, 2020 02:54Noticias relacionadas
Las semillas de lino, como las semillas de chía, sésamo o girasol, han ido cobrando protagonismo recientemente como complemento alimenticio para múltiples platos dada su llamativa densidad nutricional. Además, su efecto saciante puede potenciar la pérdida de peso. Sin embargo, no tienen por qué ser la solución para todo el mundo.
De hecho, las semillas de lino no solo tienen efectos beneficiosos sobre la salud, sino que también se cultivan con otros fine, como la fabricación de material textil o producción de aceites vegetales. Sin embargo, existen algunas preocupaciones sobre la seguridad de su consumo.
Las semillas de lino o linaza contienen diferentes compuestos, tales como lignanos, isoflavonas, antioxidantes diversos, ácidos grasos omega-3 y fibra. Todos ellos interactúan con las bacterias intestinales o microbioma, mejorando la salud general, y potenciando la pérdida de peso según algunos estudios.
Por su parte, el aceite de semillas de lino contiene entre un 40-60% de ácido alfa-linoleico, un ácido graso poliinsaturado esencial que se convierte en ácidos grasos omega-3, sustancias antiinflamatorias que también ayudan a controlar el peso.
Otros trabajos han sugerido que la fibra que contienen las semillas de lino ayudarían a suprimir el apetito. Y un estudio más llegó a la conclusión de que las semillas de lino también colaboran en la mejora del control glucémico, equilibrando los niveles de azúcar e insulina en sangre. Todo ello contribuiría al control del peso corporal.
En cuanto a la prevención de la obesidad se refiere, existen varios estudios al respecto. Por un lado, diferentes trabajos se han centrado en el contenido de fibra de las semillas de lino, cuyo alto consumo ayudaría a prevenir esta epidemia del siglo XXI. Además, una revisión de hasta 45 ensayos clínicos donde se comparó el consumo de linaza con placebo apoyó su potencial para lograr una reducción de peso, tanto en personas con sobrepeso como en individuos obesos.
Cómo consumir semillas de lino
Aunque las diferentes redes sociales suelen dar ideas a diario sobre cómo consumir los diferentes tipos de semillas y frutos secos, realizamos un pequeño repaso sobre su consumo:
- Semillas molidas, mediante un molinillo de café por ejemplo, para usarlas de forma triturada como aditivo natural sobre diversos platos (ensaladas, smoothie-bowls, batidos, como complemento de un yogur o queso batido, etc).
- Germinar las semillas, para agregarlas a ensaladas o en un sándwich.
- Aceite de semillas de lino, como alternativa a otros aceites vegetales más conocidos.
- En forma de suplementos o cápsulas, aunque no es la mejor opción.
Existen semillas de lino marrones o doradas. Ambas son nutricionalmente similares, pero las semillas doradas tienen un mayor contenido de omega-3, mientras que las semillas marrones tienen un mayor contenido de antioxidantes, según los estudios.
Seguridad y riesgos al consumirlas
Aunque en general el consumo de semillas de lino no suele causar problemas y es seguro, se sabe que este tipo de semillas contienen antinutrientes que pueden causar perjuicios sobre la salud.
Por un lado, están los glucósidos cianogénicos, cuyo nivel es más elevado en las semillas inmaduras y pueden tener efectos negativos sobre la glándula tiroides.
Por otro lado está el ácido fítico, que puede alterar la absorción de calcio, zinc, magnesio, cobre o hierro.
Ambos antinutrientes pueden reducirse sustancialmente al remojar o germinar las semillas. Sin embargo, aún hay personas que no responden bien a estas semillas, sobre todo si ya padecen problemas de salud previos.
De hecho, el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa de los Estados Unidos afirma que las semillas de lino suelen ser bien toleradas en cantidades limitadas. Aún así, sugieren tener en cuenta algunas precauciones.
- Evitar semillas crudas o inmaduras.
- Evitar su consumo durante el embarazo o lactancia, dado su potencial efecto hormonal y la poca información existente al respecto.
- Beber mucha agua tras tomar semillas de lino.
- Consultar con su médico si toma medicación para la diabetes, la glándula tiroides o fármacos anticoagulantes, dado que las semillas de lino podrían crear interacciones al respecto.