La olvidada 'superverdura' española y de temporada: reduce la inflamación y cuida la salud intestinal
Su uso es frecuente en la gastronomía tradicional del invierno, sobre todo como ingrediente en sopas, cremas y al horno.
25 octubre, 2022 03:09Ahora que parece que -por fin- empiezan a bajar las temperaturas tras un verano que se ha alargado más de la cuenta, es el momento de sacar del cajón el recetario para hacer frente al frío. Un alimento que se cosecha en otoño y en invierno y que no es tan popular como se merece, pero que es realmente útil, es la chirivía, que se puede utilizar como ingrediente para sopas y cremas o para cocinar al horno.
En realidad, la chirivía (Pastinaca sativa) es una raíz que ha tenido una larga relación con el ser humano, ya que se sabe que forma parte del acervo culinario europeo desde tiempos casi inmemoriales. Su consumo fue común ya durante la Antigüedad Clásica, pero se convirtió en fundamental en la Europa de la Edad Media, sobre todo en aquellos periodos de hambruna que de forma recurrente azotaron a la población del Viejo Continente.
Aunque con la llegada de los europeos al Nuevo Mundo, la chirivía se expandió por América, algunas de las plantas que se cultivaban allí y que cruzaron dieron el salto a Europa -como la patata- la relegaron a un segundo plano.
[La 'superverdura' que tiene más hierro que la carne y más calcio que la leche (y ayuda a adelgazar)]
A pesar de ello, las chirivías merecen ser recuperadas como un alimento saludable. Por ejemplo, son una gran fuente de vitamina C, vitamina K y ácido fólico, así como de varios otros micronutrientes importantes. 100 gramos contienen 75 calorías, 18 gramos de carbohidratos, 5 gramos de fibra, 1,2 gramos de proteína y 0,4 gramos de grasa, además de 300 miligramos de potasio, 8 miligramos de vitamina C y 35 microgramos de folato.
Sanas para el intestino
Como hemos visto, se trata de un alimento rico en fibra. Por ello, no es de extrañar que entre sus muchas propiedades se encuentre la de promover la regularidad digestiva y la salud de la flora intestinal.
Pero no solo eso, sino que se ha demostrado que aumentar la ingesta de fibra ayuda a tratar afecciones digestivas como la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la diverticulitis, las hemorroides y las úlceras intestinales.
Todo eso sin olvidar que la fibra juega un papel importante en el control del azúcar en la sangre, la reducción de los niveles de colesterol, la disminución de la presión arterial y de los marcadores de inflamación.
Cargadas de antioxidantes y antiinflamatorias
Las chirivías son una fuente de compuestos vegetales activos, como furanocumarinas, flavonoides y poliacetilenos, incluido uno llamado falcarinol. Estos compuestos tienen propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, anticancerígenas y también actúan como vasodilatadores, lo que ayuda a modular la presión arterial.
Se ha demostrado, además, que ingerir una cantidad adecuada de antioxidantes puede proteger contra enfermedades crónicas, como el cáncer, la diabetes y las enfermedades del corazón.
Prevenir infecciones por hongos
El falcarinol, que se encuentra en las chirivías, posee propiedades antifúngicas, es decir, soy una potente herramienta contra las infecciones causadas por hongos. Es cierto que gran parte de este -alrededor del 70%- se pierde durante la cocción, pero el resto se absorbe y puede atravesar la barrera hematoencefálica, donde puede tener un efecto calmante y sedante.
Este compuesto también es serotoninérgico, lo que significa que influye en el neurotransmisor que nos hace sentir bien, la serotonina. De hecho, los estudios en animales sugieren que el falcarinol puede mejorar la ansiedad y los síntomas similares a la depresión.
Apoya la función inmunológica
Por último, no podemos olvidar el papel que juega la vitamina C. Una porción de 100 gramos de esta raíz puede llegar a proporcionar casi una cuarta parte de la ingesta recomendada de esta vitamina.
Sus beneficios son bien conocidos: es uno de los nutrientes que contribuye a reforzar nuestras defensas y a potenciar las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas.