Este es el condimento que frena el envejecimiento y España ignora: los médicos recomiendan tomarla a diario
- Además de ser un protector antiinflamatorio, este suplemento tiene muchos beneficios para reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
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Existen alimentos, rutinas y estilos de vida que nos regalan años, pero ¿qué hacemos con ellos? En España, uno de los países con mayor esperanza de vida, es de sobra conocido que no solo hay que tener en cuenta la cantidad de años, sino la calidad. Un bienestar del que tiene mucho la culpa la dieta mediterránea.
Porque vivir más no siempre significa vivir mejor. Y los años extras muchas veces traen consigo enfermedades crónicas y deterioro físico. ¿Y si una simple especia podría ayudar a cambiar este panorama? No existen los milagros y hay que coger con pinzas todos estos calificativos de superalimento, alimento milagro.
Pero sí es cierto que existen ciertos componentes que la ciencia ha demostrado, contribuyen al correcto funcionamiento del organismo y previenen enfermedades como el cáncer. La cúrcuma, conocida como el "oro indio" por su característico color y sus potentes propiedades, podría ser una pieza clave para envejecer mejor.
Su poder reside en la curcumina, su compuesto activo, que ha demostrado tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que podrían ser la respuesta natural al envejecimiento saludable. Por eso, vivir bien a los 40, 50 o 60 no tiene por qué ser una utopía. Estudios recientes han puesto la cúrcuma en el radar de quienes buscan no solo sumar años, sino sumar calidad de vida.
Es una defensa natural
Investigaciones científicas, como una revisión de 2022, han demostrado que la curcumina, el principal componente de la cúrcuma, actúa directamente sobre la inflamación y el estrés oxidativo, procesos que están en el corazón del envejecimiento y de muchas enfermedades degenerativas.
Esta especia milenaria no solo aporta color y sabor, sino que podría ser una defensa natural contra el desgaste celular. Lo cierto es que el envejecimiento es, en esencia, un lento proceso de daños acumulativos. Con el tiempo, las células y tejidos se desgastan debido a los radicales libres y la inflamación crónica, dos factores que aceleran el proceso de envejecimiento y aumentan la vulnerabilidad a enfermedades crónicas.
Aquí es donde la cúrcuma muestra su verdadero potencial. Estudios publicados han demostrado que tiene la capacidad de neutralizar los radicales libres, esas moléculas inestables que atacan nuestro ADN y provocan el desgaste de nuestras células. Es como si la cúrcuma fuera una especie de "escudo antioxidante" que ayuda a nuestro organismo a combatir el paso del tiempo. Pero el envejecimiento no sólo es cuestión de arrugas o de sentirnos más cansados. También conlleva un estado de inflamación latente que, a menudo, no percibimos hasta que es demasiado tarde.
Mejora la función cognitiva
De hecho, la inflamación crónica es una de las principales responsables de enfermedades como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. La curcumina, sin embargo, ha demostrado un efecto antiinflamatorio tan potente que algunos estudios la comparan con el ibuprofeno y otros fármacos convencionales. La diferencia es que esta no parece tener efectos secundarios. Además, esta sustancia también tiene efectos positivos sobre el cerebro.
El envejecimiento trae consigo un deterioro cognitivo que, en muchos casos, desemboca en enfermedades como el Alzheimer. Según un estudio, puede mejorar la función cognitiva y proteger la salud cerebral. Se ha observado que este compuesto puede reducir la acumulación de placas beta-amiloides, asociadas con el Alzheimer, y mejorar la memoria en personas mayores.
Por si fuera poco, también es una aliada para nuestro corazón, especialmente a medida que envejecemos y el riesgo cardiovascular aumenta. Diversos estudios han resaltado que la curcumina ayuda a prevenir el endurecimiento de las arterias y reduce el riesgo de sufrir infartos. En concreto, una revisión publicada en 2019 destacó que, incluso en personas que ya han sufrido un evento cardiovascular, la cúrcuma puede mejorar la recuperación y reducir el riesgo de futuros problemas.
Su absorción es limitada
Ahora bien, la cúrcuma tiene un "talón de Aquiles": su absorción en el cuerpo es limitada. Pero aquí es donde entra en juego otro ingrediente natural: la pimienta negra. Algunos estudios han demostrado que la piperina, un compuesto activo de la pimienta, puede aumentar la biodisponibilidad de la curcumina en un 2.000%.
Esto significa que, al consumir cúrcuma con pimienta negra, el cuerpo puede aprovechar mucho mejor sus beneficios. Así que, para quienes quieren incorporar la cúrcuma en su dieta, un toque de pimienta negra podría ser la clave para desbloquear todo su potencial.
No solo se trata de prevenir enfermedades, sino de mejorar la calidad de vida en el día a día. Esta especia ha demostrado ser efectiva en la reducción del dolor articular y la rigidez, síntomas comunes de la osteoartritis y otras condiciones musculoesqueléticas, tal y como encontró una investigación. Esta encontró que la curcumina es tan efectiva como ciertos analgésicos para reducir el dolor y mejorar la movilidad.
Incluso hay investigaciones que sugieren que este condimento tiene propiedades antidepresivas. En concreto, parece regular neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, responsables del bienestar emocional, tal y como apunta un estudio.
En el campo de la oncología, también ha mostrado resultados prometedores. Estudios preclínicos han demostrado que la sustancia que contiene esta especia puede inducir la apoptosis, o muerte celular programada, en células cancerígenas sin afectar a las células sanas.
Esto significa que podría tener un papel en la lucha contra el cáncer, tanto como agente preventivo como en combinación con otros tratamientos . Aunque aún falta mucha investigación, estos hallazgos abren una ventana de esperanza para quienes buscan alternativas complementarias en el tratamiento del cáncer.