De la clara de huevo a la pasta de dientes: 10 consejos de tu abuela que no funcionan
- Creencias populares como limpiarse los ojos con manzanilla o meterse en agua helada para bajar la fiebre son remedios que nos perjudican mucho más que nos benefician.
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Por mucho que te cueste creerlo, tu abuela se equivocaba cuando te decía que utilizaras una mascarilla de huevo para tener la piel tersa o te pusieras un poco de mantequilla o pasta de dientes en las quemaduras. Estos consejos forman parte del repertorio popular de remedios caseros de nuestros abuelos y, aunque muchos de ellos sigan diciendo que funcionan, las evidencias científicas aseguran todo lo contrario.
Los avances e investigaciones no solo han demostrado la falta de eficacia de muchas de estas creencias, sino que muchas de ellas, que van desde consejos de belleza hasta remedios de nutrición o de salud, nos pueden llegar a perjudicar. Veamos en qué se equivocaban nuestros abuelos.
La clara de huevo no es una buena mascarilla
Tirar de despensa para solucionar algo es muy común entre las abuelas. Pero si te han recomendado que te hagas una mascarilla con clara de huevo, es mejor que huyas. A la clara de huevo se le atribuye la propiedad de tersar la piel y minimizar las arrugas faciales. Sin embargo, no existe evidencia científica que lo pruebe. “La gente cree que sí porque las claras de huevo secan la cara y se siente más terso; pero una vez que te lavas, realmente no ha hecho nada”, dice la dermatóloga Whitney Bowe. Incluso puede ser peligroso si el huevo contiene la salmonela.
Además, por mucho cuidado que tengamos, las condiciones higiénicas que hay en nuestra cocina no son las mismas que en un laboratorio. Se recomienda usar guantes y limpiar cada utensilio antes de usarlo con alcohol.
Nada de polvos de bebé como maquillaje
Utilizar talco para bebé era un truco de belleza al que recurrían las abuelas para fijar el maquillaje y combatir los brillos en el rostro; sin embargo, no lo estaban haciendo nada bien. Estos polvos obstruyen los poros del rostro y resecan muchísimo la piel; por lo que si te los aplicas en la cara estás atrayendo las arrugas a pasos agigantados.
Ahora bien, si lo que quieres es conseguir el deseado efecto de piel aterciopelado en tu rostro, lo ideal es aplicarse polvos traslúcidos y así emular el estilo de Kim Kardashian.
Huye de la mantequilla y del dentífrico contra las quemaduras
Aunque cada vez está más extendido que ante una quemadura lo mejor es poner la parte afectada bajo el grifo de agua fría, todavía hay quien cree que también hay ingredientes en la cocina que le van bien. Nada más lejos de la realidad.
Por ejemplo, cubrirla con mantequilla aliviará el dolor durante un rato, pero pronto volverá y seguirá produciendo daño. Además, aplicarle tanto mantequilla como pasta de dientes puede provocar infecciones. Lo recomendable es ponerla bajo el chorro de agua durante al menos 20 minutos, secarla con una toalla limpia y ya entonces taparla con un apósito estéril con una crema cicatrizante.
Ni alcohol ni agua oxigenada sobre las heridas
También era común que cuando te caías de pequeño tu abuela llegara enseguida con un bote de alcohol o agua oxigenada para echar sobre la herida y así curarla mejor. Sin embargo, lo estaba haciendo mal. Verter estos líquidos sobre una herida abierta mata el tejido normal y las células que intentan cicatrizar. Así que la mejor cura es lavarla con agua limpia a chorro para que se eliminen toda la suciedad y luego aplicar clorhexidina o, en su defecto, povidona yodada para desinfectar.
Desde la Sociedad Española de Heridas (SEHER) también recomiendan huir del jabón de sosa para lavar la herida, ya que seca la piel y altera la flora, así como de remedios caseros que no están científicamente probados como barro o crema dental para una mejor cicatrización.
Cuidado con la manzanilla para los ojos
Ante ojos irritados o conjuntivitis, las abuelas recomendaban lavarlos con manzanilla. Sin embargo y a pesar de ser una planta medicinal con propiedades calmantes y antiinflamatorias, no es una buena idea.
Cuando se prepara una infusión de manzanilla, aunque sea con agua hervida y por muy bien que se haya colado, siempre quedan restos de la planta que hace que no sea una solución totalmente estéril. Incluso estas partículas que incluyen polen de la flor pueden actuar como un potente alérgeno.
Además, la ciencia no avala esta aplicación, a la vez que se desconoce la cantidad y la temperatura exacta a la que se debe utilizar estas soluciones.
No al baño helado para bajar la fiebre
También es algo muy escuchado a los abuelos cuando los niños tienen más de 37ºC de temperatura. Sin embargo, no es lo recomendable porque meterle en agua helada le supondría un enorme contraste y un sufrimiento innecesario.
Desde el Grupo Pediátrico Madrileño de Formación Continuada (GRUPEMA) recomiendan que lo mejor es aplicarles agua templada, ya sea en compresas o en un baño, para así ir regulando poco a poco su temperatura. En caso de fiebres altas, desde el organismo recomiendan el uso de medicamentos biorreguladores para reducir la fiebre y, por supuesto, acudir al médico inmediatamente.
La leche no cura la acidez
Es cierto que la leche alivia de manera transitoria este malestar, pero es probable que vuelva a aparecer después de unos 15 o 20 minutos. Esto se debe a que la leche neutraliza momentáneamente la acidez del jugo gástrico pero, a partir de ese tiempo, aumenta. Los culpables son el calcio y una proteína láctea llamada caseína que estimulan la producción del ácido.
Agua con sal para unos pies bonitos
Seguro que has escuchado en más de una ocasión que las durezas de los pies desaparecen con baños de agua templada con sal. Sin embargo, no es así.
Remojando nuestros pies lo único que se consigue es reblandecerlas, pero cuando se sequen las durezas y los callos seguirán estando ahí. Eso sí, estos baños te servirán para descansar los pies y relajarte tras una agotadora jornada.
Una copa de vino al día no es salud
Ir a comer a casa de los abuelos y que la botella de vino esté encima de la mesa para tomarse su regular copa con la comida es todo uno. Durante años se le han atribuido al vino numerosas bondades para salud: desde que tomar una copa al día equivalía a una hora de ejercicio o que solo media podría llegar a evitar más de 4.500 muertes al año. Incluso, muchas de estas afirmaciones estaban avaladas por investigaciones científicas.
Ahora bien, estas recomendaciones se contradicen con otros estudios que dicen que incluso el consumo de alcohol moderado puede desencadenar enfermedades. Uno de los últimos es el presentado en la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que lo relaciona con un mayor riesgo de padecer cánceres de mama o colon. Mientras que la OMS también considera el consumo ligero enormemente tóxico para el sistema cardiovascular.
La aspirina no siempre alarga la vida
No será extraño que hayas visto (en el mejor de los casos) o te hayan contado que tus antepasados tomaban una aspirina diaria. Sin embargo, si esto no es por prescripción médica, puede traer más riesgos que beneficios.
Por lo general, se toma para prevenir enfermedades cardiovasculares como infartos o derrames cerebrales; sin embargo, si el paciente no es el adecuado, también puede provocar una hemorragia interna, como demuestra un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Londres. Así es que, por muy inofensiva que consideramos la aspirina, tomarla diariamente debe ser recetado por el médico.
Sin duda, muchos de los consejos de nuestros abuelos nos servirán para el día a día, pero otros vale más la pena no tenerlos en cuenta, especialmente si ponen en riesgo la salud.