Dos sanitarios trabajan vestidos con equipos de protección individual durante la pandemia.

Dos sanitarios trabajan vestidos con equipos de protección individual durante la pandemia.

Salud

Por qué las muertes por Covid en España han sido infraestimadas: el informe del comité de expertos

Un sistema deficiente de notificación ralentizó las notificaciones de casos y defunciones en un momento de extrema presión.

22 diciembre, 2023 02:45

"Parece claro que estábamos avisados de la posibilidad de una nueva pandemia a corto plazo [...] Pero en enero de 2020 no estábamos suficientemente preparados". El largamente esperado informe de expertos independientes sobre la gestión de la pandemia en España ha visto la luz y no se corta para elaborar sus conclusiones. Entre ellas, que las muertes por Covid han sido infraestimadas.

La Covid siguió siendo la enfermedad más frecuente como causa de muerte en 2022, según los datos definitivos publicados por el Instituto Nacional de Estadística: 31.606 defunciones por el virus.

El primer semestre de 2023, sin embargo, ya no figuraba entre las diez primeras causas de muerte. Se registraron 3.760 fallecimientos, un 82,1% menos que el mismo periodo del año anterior.

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En 2021 hubo 39.444 defunciones por el virus, y en 2020 se notificaron 60.358. En total, hasta el 30 de junio del presente año hay 135.168 hombres y mujeres que han muerto, oficialmente, por infección de SARS-CoV-2.

Pero pueden haber sido muchas más, sobre todo al inicio de la pandemia. El informe de expertos independientes, que ha sido presentado en la última reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (aunque está fechado el 30 abril de 2023), así lo cree.

El documento se centra en las primeras cinco oleadas de la pandemia, hasta el 15 de octubre de 2021, por lo que deja fuera los efectos de la variante ómicron. Hasta ese momento, las cifras oficiales indican unos 5 millones de casos, 431.891 hospitalizaciones, 41.138 ingresos en UCI y 87.080 personas fallecidas.

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Pero "hay que recordar que estos datos, a pesar de su magnitud, infraestiman las cifras reales, especialmente los casos confirmados y las muertes", afirma. Particularmente, los casos y muertes ocurridos "durante la primera onda pandémica, debido a la diferente disponibilidad y uso de pruebas diagnósticas y a los cambios en los sistemas de vigilancia epidemiológica".

Por ejemplo, ya a finales de noviembre de 2020, el estudio 'ENE-COVID' de seroprevalencia (presencia de anticuerpos frente al virus) realizado bajo el amparo del Instituto de Salud Carlos III, indicaba el 9,9% de los españoles había sido infectado, unos 4,7 millones de personas, triplicando las cifras oficiales de aquel momento.

Por otro lado, el sistema de Monitorización de Mortalidad diaria registró en la primera ola —la que ocurrió entre marzo y mayo de 2020— un exceso de mortalidad del 65%, lo que serían 46.635 muertes, y hasta octubre de 2021 calculaba un 25% más de las muertes de las esperadas: alrededor de 95.000.

Es decir, quedarían fuera de los cálculos oficiales unas 8.000 personas fallecidas en las cinco primeras olas, apuntan los autores del trabajo: Xurxo Hervada Vida, de la Dirección Xeral de Saúde Pública de Galicia y ya jubilado; Carmen Pérez Romero, de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Fernando Rodríguez Artalejo, de la Universidad Autónoma de Madrid, y Rosa Urbanos Garrido, de la Universidad Complutense de Madrid.

"Sabíamos que pasaría"

Esto no le extraña a Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluz de Salud Pública y uno de los expertos entrevistados por los autores del informe para su elaboración. "España tiene un sistema de notificación [de las muertes] donde intervienen demasiadas administraciones: los colegios de médicos, la justicia, las comunidades autónomas..."

Por eso, para él está claro que "al inicio de la pandemia se produce una mayor infranotificación: ni se notificaban todos los datos ni estos luego llegaban a buen puerto", explica a EL ESPAÑOL.

Para March se podía intuir claramente que el sistema de notificación de defunciones en España iba a funcionar "claramente mal". "Sabíamos que pasaría: los datos los tenemos muy tarde, lo que dificulta saber qué está pasando. No puede ser que llegue una pandemia y no te enteres del número correcto de casos".

El especialista en salud pública apunta que, en un primer momento, la definición de caso tampoco ayudó, "se utilizaba un criterio que no era el adecuado". Por ejemplo, solo se incluían si la persona había viajado a China o tenía relación con alguien que lo hubiera hecho recientemente.

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"Eso se descubrió rápidamente que era un error", comenta March, "pero, cuando se hizo, ya había muchas personas que habían muerto. La infradeclaración, por desconocimiento y problemas con los sistemas de información, no ayudó".

"Se necesita un cambio muy importante en los sistemas de información. Desde entonces, se ha avanzado mucho, pero estamos muy lejos de donde deberíamos estar. Hace falta una simplificación del proceso entre certificado de defunción, el paso por la justicia, el colegio de médicos... Y un sistema de vigilancia más claro, más directo".

El presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Óscar Zurriaga, no le da tanta importancia. "Al margen de que esa infraestimación haya existido o no, hay que tener en cuenta que el número exacto [de muertes] no es tan necesario, sino que hay que mirar las tendencias.  Ese no ha sido el problema fundamental a la hora de afrontar la pandemia".

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Zurriaga, como todos los expertos consultados por este medio, considera que el informe llega tarde (otros, como el de la comisión independiente sueca, publicaron sus resultados en febrero de 2022) pero sus conclusiones son válidas para mirar hacia el futuro y estar preparados para la siguiente pandemia.

Porque, como apuntan sus autores, llegar, llegará: hay que "interiorizar que una nueva pandemia de virus respiratorios de alta gravedad no solo es posible sino probable, a corto o medio plazo", escriben.

Se muestra de acuerdo Eduardo Satué, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, Sespas. "A lo largo de la historia tenemos pandemias globales; como mínimo hay una por siglo, pero no podemos estar tranquilos pensando que la siguiente tardará en llegar".

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Lo hará más pronto que tarde por tres razones, apunta. "La globalización lo hace más propicio, en cuestión de días podemos tener una epidemia en cualquier parte del mundo. Además, tenemos mucha más población que en la Edad Media, por lo que los virus tienen más nichos de actuación".

Por último, "estamos en una situación cambiante: el cambio climático, la deforestación, la invasión de ecosistemas donde viven animales... Están generando cambios, que aumentan el riesgo de salto de infecciones propias de animales a humanos. Por eso los expertos coincidimos en que la Covid ha pasado pero esto no significa que esté resuelto".

Los autores del informe destacan, entre los errores cometidos en la gestión de la crisis, la enorme distancia entre salud pública y el entorno asistencial, las deficiencias de los sistemas de vigilancia epidemiológica, los recursos humanos infradotados, la falta de coordinación entre los servicios sanitarios y los sociales, y errores de comunicación "muy llamativos".

Con todo, apuntan que ha habido elementos muy positivos. La respuesta de los profesionales, tanto sanitarios y de otros ámbitos, como de las Fuerzas Armadas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

También destacan la excelente campaña de vacunación, que llega a la gran mayoría de la población en solo unos meses, la existencia de un mando único para gestionar la pandemia y la promoción del teletrabajo, así como los ERTE y medidas de protección social.